Londres, Nuggets y sueños cumplidos

Diario de viaje - el reportaje

Danilo Gallinari Londres (Foto: Laura Cristaldi, SB)
Danilo Gallinari durante la ronda de calentamiento en Londres (Foto: Laura Cristaldi, SB)

Ya he vuelto tras mi viaje a Londres y desde la capital británica traje de vuelta una maleta llena de sueños cumplidos. Realmente todo salió perfecto y mis Denver Nuggets me regalaron muchas alegrías bajo todos los aspectos. Y, ¿qué queréis que os diga? Creo que un poco me lo he merecido.

Seamos honestos: ser de los Denver Nuggets no es fácil: sufrimiento garantizado, más decepciones que alegrías, poca consideración por parte de los medios nacionales e internacionales… Lo comparo un poco como ser del Udinese, mi equipo de fútbol italiano, que siempre está ahí cumpliendo, pero nunca gana nada y se habla muy poco de ello.

Ya el hecho de que hubiesen escogido a los Denver Nuggets para la cita anual con los NBA Global Games me parecía un milagro y bueno, a partir de ahí, ¡a disfrutar de ello a tope! Me encantó seguir a través de las redes sociales del equipo los varios pasos de esta peculiar excursión a Londres: el viaje, la llegada, los entrenamientos, las visitas turísticas o las institucionales, como la del Arsenal. Se veía como el grupo estaba recuperando algo de armonía, que realmente hacía falta tras cinco derrotas consecutivas.

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Bajo el punto de vista deportivo, tuve mi momento de pánico el día anterior al partido: nada más aterrizar en el aeropuerto de Stansted y al encender el teléfono la primera noticia que leí fue: “Danilo Gallinari, Kenneth Faried, Nikola Jokić y Gary Harris duda para el partido contra Pacers. ¿Cómo? Ahora, con todo el respeto y el cariño que tengo hacia Faried, “Garris” (como lo llamamos nosotros) y sobre todo nuestra perla Nikola Jokić, en este momento me quedé con un nombre y apellido y ya está… “Danilo Gallinari duda por un problema al tobillo”. No, ¡otra vez no! No podía quedarme una vez más sin ver jugar a Danilo con los Nuggets y otra vez por un dichoso tobillo, ¡no podía ser!

Efectivamente mi querido compatriota no había entrenado en los últimos dos días, pero la mañana del partido me tranquilicé cuando vi fotos de Danilo tomando parte sonriente a la ronda de calentamiento y luego leí que él, como todos los demás, habría estado a disposición de Malone para el encuentro. ¡Menos mal!

No niego que estaba muy nerviosa de cara al evento que casi no había dormido la noche anterior… ¡mucha emoción! Pero finalmente todo fue perfecto, ¡en fin! No habría podido pedir más. Una vez dentro del pabellón, cuando aún faltaban dos horas y medias para el encuentro, me puse en seguida a sacar fotos a los jugadores de los Nuggets que estaban entrenando. Vi primero a Juancho con Malik Beasley, Mike Miller y Alonzo Gee y luego una buena ronda de tiros de Nikola Jokić. Saludé a Ally Sturm de Altitude TV, que me reconoció y estaba toda contenta de la experiencia de estar en Londres; en seguida me preguntó si había visto a Danilo… “Aún no”, pero me confirmó que habría jugado y antes o después habría salido a calentar.

Seguía detrás de la canasta mientras más jugadores salían a calentar: Gary Harris, Wilson Chandler, Emmanuel Mudiay, Darrell Arthur, Jamal Murray, Jameer Nelson, Will Barton… Qué sí, que eran los jugadores de mi equipo que normalmente solo veo por la tele y están a 8.000 quilómetros de Londres, por supuesto estaba contenta de verlos, ¡pero me faltaba uno! Me moví siempre más hacia la esquina, donde entraban y salían los jugadores de los Nuggets, y, mientras que seguía a los que se estaban calentando en la cancha, con un ojo vigilaba constantemente el pasillo a ver si tendría una aparición celestial… ¡Hasta que finalmente apareció!

Sí, Danilo Gallinari salió desde el pasillo, me puse en su trayectoria, me reconoció, se paró, le di la mano, me sonrió, lo saludé, me preguntó qué tal, le deseé suerte para el partido. ¡Yes! ¡Los sueños están para cumplirse! Desde luego estaba muy feliz, ¡como para no estarlo! Además seguí su entera ronda de calentamiento que fue muy completa, con lo cual lo pude ver en acción por 20 minutos seguidos: lanzó desde la larga y media distancia desde diferentes posiciones del campo y luego entrenó penetraciones a canasta, todo bajo mi atenta mirada, la de mi cámara y la de mi móvil…

Sin darme cuenta ya se acercaba el momento del partido, la arena se iba llenando, salió finalmente Jusuf Nurkić a calentar, llegaron los demás periodistas, entre los cuales algunos amigos italianos, que finalmente estaban sentados al lado mío en la grada de prensa. La presencia de Danilo como estrella de los Nuggets había hecho que mi idioma natal fuese el segundo más escuchado tras el inglés en la O2 Arena de Londres.

Tuve la ocasión de saludar Tim Gelt, el jefe de prensa de los Nuggets, que como primera cosa me preguntó qué cuando volvería a Denver¡Pues espero la temporada que viene! Fue súper amable, me dio las gracias por seguirles siempre y por el gran trabajo hecho a este propósito y me dio cita luego a la rueda de prensa.

Empezó el partido, ¡y Danilo empezó enchufadísimo! Tres triples en sus tres primeros intentos, 11 puntos a finales del primer cuarto, y los Nuggets dando la sensación de tener el partido controlado. A principio del segundo cuarto las segunda unidad también hizo lo suyo y luego, en el tercer, con Jokić encantando, Gary Harris y Wilson Chandler haciéndose encontrar siempre listos, y Danilo defendiendo a Paul George (sí, sí, parece mentira pero si la estrella de los Pacers acabó con 2/12 en tiros fue también porque la peor defensa de la NBA espabiló); los Nuggets rompieron el partido, tocando los 100 puntos, cuando aún faltaban tres minutos y medio para que terminase el tercer cuarto, ¡increíble! Un sueño… Los Nuggets y también Danilo siguieron anotando en el último cuarto, Faried hizo levantar el público de sus asientos con sus jugadas típicas de highlights y hasta Juancho y Beasley tuvieron la ocasión de jugar y anotar.

Con diferencia, el mejor partido de los Denver Nuggets de la temporada, ¡y yo estaba ahí viéndolo en directo! Increíble, fantástico, alucinante…

Y mi gran noche no se había acabado… Fui a la rueda de prensa; cuando llegué Michael Malone ya estaba hablando con los medios, con lo cual me quedé en la puerta. Escuché lo que dijo y bueno, al haber presencia masiva de medios italianos, se profuso en alabanzas hacia Danilo… Que había jugado muy bien pese a no haber entrenado los últimos dos días, que antes del partido llamó al equipo a concentrarse en defensa, que defendió muy bien sobre Paul George, que estaba “on-fire”¡Qué bonito! Saludé a Tim Gelt otra vez y luego, como estaba allí en la puerta, cuando pasó el coach, también lo saludé¡y también me reconoció! Me sonrió, lo felicité por el partido y me dijo que me espera en Denver.

Llegaron los demás periodistas italianos amigos míos y, tras el entrenador de los Pacers, a la rueda de prensa llegó Gallo, guapísimo. Estaba todo trajeado… Entonces entré en la sala de prensa detrás de él y me senté en tercera fila. Danilo estuvo contestando a las preguntas de los varios periodistas y levanté la mano. ¡Algo le iba a preguntar! Cuando me pasaron el micrófono, le pregunté acerca de los Playoffs, ya que en este mundo parece que hay dos personas que están convencidas de que los Denver Nuggets disputarán los Playoffs esta temporada: ¡Danilo Gallinari y yo! Entonces le pregunté sobre el tema y él me contestó que desde luego su objetivo es disputar la post-season: una temporada NBA es muy larga, pueden pasar muchas cosas y no hay que dejarse llevar por las emociones tras una victoria o una derrota, pero que está firmemente convencido de que los Denver Nuggets tienen todas las papeletas para disputar los Playoffs y lucharán por ello.

https://youtu.be/RLJJEm0NewE?t=3m23s

Bien, ¡era justo lo que querría escuchar para terminar una noche fantástica! Luego me dio un poco de vergüenza cuando me di cuenta que esta rueda de prensa fue retrasmitida en directo y que se vio también mi cara bonita en YouTube [minuto 3:23]… Vamos, ¡que terminé por todo lo alto!

En fin… victoria, Danilo, Malone, sonrisas, saludos, fotos, vídeos, ¡todo genial! ¿Qué más se podía pedir de la vida? ¡Cuántos sueños cumplidos en Londres!