Las carencias de Andrew Wiggins

La defensa sigue siendo su punto más débil

Andrew Wiggins es una pieza vital para los Timberwolves, pero parece quedarse atrás por momentos - Nil Alemany (SB)
Andrew Wiggins es una pieza vital para los Timberwolves, pero parece quedarse atrás por momentos – Nil Alemany (SB)

Andrew Wiggins fue la piedra filosofal. Cuando el «proyecto Kevin Love» llegaba a su fin sin haber podido siquiera entrar en postemporada, los Minnesota Timberwolves necesitaban una nueva reconstrucción y alguien sobre quien basarla. Ricky Rubio era una pieza interesante, joven todavía, pero no alguien que pueda liderar un conjunto hasta lo más alto. Por tanto, en aquel traspaso de Love a los Cavaliers, el pick número uno (Wiggins) era innegociable. Se retrasó más de lo debido, los Cavs seleccionaron a la promesa de Kansas y todo pareció irse al garete en algún momento, pero el deseo de los de Cleveland de ganar a corto plazo era tal que finalmente accedieron y Wiggs se marchó a Minnesota.

El nuevo proyecto parecía ser a largo plazo, pero la irrupción de Karl Towns lo aceleró todo, además del fallecimiento de Flip Saunders, que en este caso lo retrasó un poco. Este nuevo proyecto ya no era solo el «proyecto Wiggins», las piezas cada vez eran más y más y ahora incluso podríamos nombrarlo como el «proyecto Thibodeau» siempre que a KAT le parezca bien. Por tanto, Andrew Wiggins no está solo ni mucho menos. El conocido baby big-three de los Timberwolves formado por el propio Wiggins, Towns y Zach LaVine (todos menores de 21 años) puso a los Timberwolves en el ojo del huracán. Todo el mundo quería verles jugar y ellos mismos se prometieron unos PlayOffs que hoy se ve que seguramente no eran realistas; el nuevo sistema necesita tiempo, ellos necesitan tiempo. El equipo está en proceso de maduración, aprendiendo los sistemas de Thibs y mejorando individualmente a un ritmo u otro. Todos menos Wiggins. El canadiense sigue estancado y aunque mejora ligeramente en el apartado ofensivo, donde ya era un jugador más que destacable, no parece que vaya a ser ya aquella superestrella que indicaban los scoutings en su época universitaria.

Vamos a ver porqué decimos esto, aunque ya os avisamos que no todo pinta tan negro y su potencial es mucho; como decíamos todavía no ha soplado las 22 velas.

Selección de tiro

Andrew Wiggins es una máquina perfectamente engrasada para atacar. Tiene un físico envidiable, unas cualidades fuera de lo común y una facilidad pasmosa cuando se enciende la flama y está on fire. Sin embargo, no todo es tan positivo; hay un punto negro – en realidad dos – al que pocos prestan atención, pero que cada vez se hace más evidente. El primero es la poca capacidad para asistir que ha mostrado hasta la fecha; 2.1 pases de canasta de media en su canasta es una cifra muy mejorable para alguien que amasa tanto balón y atrae tanto las defensas, pero ese no es el punto que trataremos hoy.

Como bien indica el título del apartado, lo que es realmente preocupante a día de hoy es su selección de tiro. Pese a promediar unos buenos 22.1 puntos de media por noche, su porcentaje de tiro es de apenas el 44% en TC y 34% en triples, además de un muy mejorable 73% en tiros libres. Esos bajos porcentajes se ven por culpa de sus malas decisiones, le cuesta leer los partidos y saber en qué momento debe jugársela y en qué momento es mejor abrir la pelota a otro compañero y hacer jugar al equipo. Veámoslo con estadísticas:

Si miramos la comodidad de los lanzamientos respecto a la distancia con el defensor, observamos que el 64.1% de los lanzamientos los realiza con un hombre pegado a él; lo que indica que son jugadas de 1vs1 o sin demasiado movimiento de balón. Casi nunca está liberado para lanzar y se nota, anotando solo el 42.9% de esos tiros. Además, si nos alejamos un poco del aro para obviar las penetraciones y centrarnos en las suspensiones, vemos como prácticamente un tercio de los tiros que realiza durante un encuentro (el 28.2%) son con un defensor muy pegado a él, tiros incómodos y con alto porcentaje de fallo. De hecho, en esos lanzamientos promedia un 30.2% de acierto, números muy malos.

Otro dato que indica que el movimiento de balón es casi inexistente cuando él es el finalizador son los botes. Las estadísticas indican que toma un 31.5% de sus tiros cuando ha botado tres o más veces la pelota; no hay fluidez ni extra pass, él se lo guisa y él se lo come. Como no, sus porcentajes en esas acciones tampoco es que sean una maravilla como para poder permitírselo, 37.8% de acierto en los tiros cuando él se los fabrica con el dribbling.

Por tanto, Andrew Wiggins tiende a jugarse tiros muy complicados y no tiene un acierto destacable en ese aspecto, lo que afecta de forma muy negativa a Minnesota Timberwolves. Solo tiene uno que observar los finales ajustados de esta temporada, los clutch times. Solo viendo ese tipo de jugadas se entiende cómo Wiggins debe mejorar y mucho su capacidad para leer el juego, pues tiende a tirarse las últimas canastas en unas posiciones forzadas, sin pedir siquiera un bloqueo para generar segundas ventajas ni segundas opciones… Cuando las mete está muy bien; pero el partido contra Washington Wizards fue un claro ejemplo de como meter 41 puntos y no ayudar a tu equipo a ganar, pues al final se jugó tiros innecesarios y precipitados que dilapidaron las opciones de los Wolves.

El cuadro de tiro de Andrew Wiggins podría estar mucho mejor si tuviera más cabeza - NBA Stats
El cuadro de tiro de Andrew Wiggins podría estar mucho mejor si tuviera más cabeza – NBA Stats

Defensa

Pese a los problemas comentados en la selección de tiro, el ataque de Andrew Wiggins no es ahora mismo su mayor preocupación, ni de lejos. Cuando toca bajar el culo y ponerse a defender es cuando realmente el equipo más sufre, porque hasta el día de hoy está siendo un agujero negro para el conjunto de Thibodeau. Analizar las virtudes y defectos de un jugador a nivel defensivo es muy complicado; cierto es que existen estadísticas avanzadas como el defensive rating para medirlas, pero en el caso de Wiggs no reflejan exactamente la realidad ya que del quinteto solo Dieng es mejor que él en esa estadística cuando realmente es el peor defensor del quinteto titular.

Por tanto, he preferido extraer algunas jugadas encontradas por el mundo de Twitter para reflejar su pasotismo; en muchas jugadas el rival anota no porque tenga una mejor posición o porque sea mejor que Wiggins, sino porque el ex-Kansas pasa absolutamente de bajar el culo y meterle presión.

En este primer vídeo Thabo Sefolosha, que sin desmerecer sus cualidades no se caracteriza por ser un jugador anotador, le gana la espalda en un saque de fondo y anota completamente solo debajo de la canasta sin siquiera recibir un bloqueo.

En la segunda jugada los Nuggets juegan un contraataque y Wiggins se queda escondido detrás del pívot rival sin impedir ni molestar la bandeja del que debería haber sido su par.

En esta, la más reciente en la derrota contra los Sixers, Covington le gana completamente la carrera tras un bloqueo ciego y anota bajo canasta. De hecho, esta fue la jugada que dio la victoria a los Sixers cuando quedaba apenas 1.6 segundos de partido. Covington lanzó en ese partido con un 28% de acierto en tiros (23% antes de producirse esa canasta), 11% desde el triple, con lo que era completamente innecesario salir disparado a presionarle como lanzador; todo lo que debía hacer Wiggins era evitar la penetración a canasta, exactamente lo que sucedió.

Como se puede observar en los tres casos, es cuestión de desidia. Ninguno de los tres rivales era un jugador desequilibrante, peligroso, All-Star. «Cualquiera» puede desequilibrar a Wiggins con un cambio de ritmo y el alero no se interesa en recuperar la posición, cargar el rebote, molestar al lanzador… Prefiere esperar en la parte exterior para, en caso de suerte y haber rebote, salir a la contra y poder así anotar con más facilidad.

Otro tipo de estadísticas muestra como Wiggins es el jugador de los Timberwolves al que anotan más puntos después de pérdida de balón (no corre hacia atrás, tal como muestra la jugada contra los Nuggets); el tercero detrás de LaVine y Towns al que más puntos anotan en segundas oportunidades (no carga el rebote defensivo) y el segundo detrás de LaVine – otro que tal – al que más puntos anotan en la pintura (no molesta a los rivales cuando penetran).

Pese a todo, hay esperanza en el chaval si observamos el siguiente par de jugadas a dos estrellas de la NBA como Harden y DeRozan:

https://twitter.com/reach100k/status/800874974508511232

Esto demuestra que cuando está motivado, Wiggins tiene unas cualidades tremendas para ser también un gran defensor, simplemente no le apetece demostrarlo cada noche. Gorgui Dieng lo dejó claro el otro día después de la actuación contra los Wizards.

«Wiggins no puede decir cuándo hacer este tipo de actuaciones, debe ser así en cada partido.  Le necesitamos«.

Lo mismo sucede en defensa; no puedes decidir que contra las estrellas vas a implicarte y ser clave para luego dejarte perder contra Sefolosha o Covington; pues las derrotas no paran de llegar y no sirve de nada motivarte en partidos contados cada temporada.


Para finalizar, queremos dar un halo de esperanza a los aficionados de los Timberwolves. Andrew Wiggins está decepcionando a nivel global esta temporada, parece estancado y con esos dos defectos tan importantes que hemos analizado, pero sigue siendo un jugador muy joven, con gran margen de mejora y grandes cualidades físicas que le pueden ayudar a ser un jugador realmente tremendo, si quiere.

Muchos en nuestro Twitter (@MinnyHowl) nos comentáis sobre todo durante los partidos que Wiggins está en camino de ser un bluff, que se quedará en un segundón más de la liga, etc. Le habéis comparado con hombres como Rudy Gay, claro ejemplo de estrella frustrada; no os falta razón, pero debéis pensar que Wiggins todavía tiene mucha capacidad para ser un jugador diferente al que vemos hoy, especial. Llegó como gran promesa del baloncesto y ofensivamente muestra cosas que le hacen destacar sobre el resto, solo falta que pula los detalles y sea más inteligente en la pista, además de implicarse como debe en defensa. Tiene que entender que es un líder y los líderes guían con el ejemplo; Wiggins atrás es poco menos que un estorbo a día de hoy, Thibodeau debe enseñarle (y confiamos en que lo haga) a ser un jugador clave también en este aspecto.