Monta Ellis, la última pieza del puzzle

La posición del escolta en el equipo, a examen

¿Es monta ellis lo que necesitan los Pacers? foto: erik drost (CC)

Con los últimos sucesos me he lanzado  comentar la situación de un jugador que, desde luego necesita un cambio de rol, de hábitos o directamente de aires.

Monta Ellis, es la pieza que no encaja en el nuevo esquema de los Indiana Pacers dirigidos por Nate McMillan. Ellis es un jugador fiable y con nivel NBA desde luego, lo ha demostrado desde que ha llegado a la liga, sin embargo, este año está realizando los peores números desde que aterrizó en la NBA. Esto podría no ser alarmante si el juego que desplegase el escolta noche tras noche fuera fluido, armónico, o por el contrario diese todo en la cancha y todo fuera cuestión de que la pelota no quiere entrar, cosas que como todos sabemos pasan en ocasiones, las malas rachas tanto como las buenas existen.

Sus números este año son pobres, un 44% en tiros de campo, con un 31% en triples, tan solo 10,1 puntos por partido y 3,7 asistencias. Es un jugador que con él en pista los Indiana Pacers meten 94 puntos cada 100 posesiones y que reciben 109 puntos por esas mismas 100 posesiones, que produce un 20 % de las pérdidas del equipo y que tiene un usage del 16,5% mientras que su suplente durante la lesión, Glenn Robinson III por ejemplo, tiene tan solo un 12,2%.

Pero solo eso. Ver a Ellis por la pista es doloroso para la vista, el jugador que no encaja con el resto del quinteto titular y que resta más que suma. Y su principal virtud que es la de anotador brilla por su ausencia. Parece que el problema de juego del escolta lo produce su propio compañero de backcourt, Jeff Teague. Mientras que el antiguo base de los Pacers George Hill, no necesita tener el balón en sus manos para dirigir al equipo y aportar, el flamante fichaje en la agencia libre de los de Indiana es un base con una necesidad total de controlar el juego mediante la posesión de balón. Esto unido a que la estrella de nuestro equipo también requiere de balón en sus manos para desarrollar su juego, al menos en cierto grado, nos lleva a que el nuevo Monta Ellis debería acostumbrarse a jugar tocando muy poco la pelota. Sin embargo, es incapaz de aumentar su aportación al equipo.

Hasta aquí, parece simplemente que Ellis debe acomodarse al equipo y a no tener tanto tiempo el balón en sus manos, ¿fácil verdad? Pero no es así, y volvemos al foco del problema: su pareja en el backcourt. Teague ha demostrado sobradamente su talento ofensivo, pero como tantos otros bases en la actual NBA, no es que se distinga por una intensidad y una defensa buena, es más, tiene bastantes carencias a la hora de defender. Antes Ellis tenía a su lado a George Hill, un base que sabía defender, que ponía intensidad y oficio en la parte menos estética del juego, tapando en ocasiones la pésima defensa del escolta. Ahora que Hill no está, en la actual defensa de perímetro titular de los Pacers solo defiende George. Esto es algo que el equipo no se puede permitir, y el juego estaba siendo irregular y, por qué no decirlo, malo. Sin embargo, llego la lesión de Monta Ellis y en el puesto de escolta titular McMillan apostó por el jovencísimo Glenn Robinson III, que es todo lo contrario a Ellis, un jugador que lo da todo en la cancha, que en defensa lucha y es muy capaz, y en ataque no necesita mucho balón, ya que la mayoría de sus puntos son en tiros exteriores, abierto desde las esquinas o con cortes a canasta.
La casualidad ha hecho que el equipo haya empezado a jugar mejor desde este cambio en la rotación. O no, el cambio de un jugador con necesidades por uno sin ellas, el juntar a un jugador defensivo con uno que no lo es tanto, y la continuidad y confianza en este sistema. Monta Ellis acaba de volver, y parece que McMillan ha visto por fin la luz, y ha decidido que sea el líder de la segunda unidad, lo que a mi humilde opinión me parece un acierto, podrá tener más el balón y absorber el juego ofensivo de los Pacers contra segundas unidades rivales, cosa que debería ser más fácil para él. La gran pregunta es si el ego del escolta lo aceptará, si no es así creo que los Pacers deberían considerar moverlo ahora en febrero e intentar sacar por él alguna pieza de valor  para reforzar la segunda unidad antes de que su valor en el mercado se desplome.

Desde mi punto de vista, lo mejor que podrían hacer los Pacers es traspasarlo, buscar alguna pieza de valor para la posición de escolta de corte defensivo o de un ala-pívot protector del aro para la segunda unidad, aunque preferiblemente un escolta. Ya que como sexto hombre puede perder valor, es un jugador que salvo sorpresa por edad no va a ser mejor de lo ya ha sido y no encaja con el nuevo sistema ni en la segunda unidad con Brooks o Stuckey también en plantilla.