Los Hawks se llevan la victoria tras la expulsión de Carmelo

New York Knicks 98-102 Atlanta Hawks

Los Hawks ganan a los Knicks con polémica/Nil Alemany (SB)

Los Atlanta Hawks recibían la visita de New York Knicks, uno de sus rivales directos que le impiden afianzar su posición de playoff en la Conferencia Este. El Philips Arena vibraba de energía por ver a los halcones enfrentarse a Carmelo, Rose y compañía. Ambos equipos sufren de irregularidad en su juego pero compiten por los altos puestos del Este. Quinto contra sexto. Los Knickerbockers, poco a poco, se van consolidando como un equipo con altas posibilidades de entrar en playoff, pese a que al inicio de la temporada las previsiones para este equipo no estaban muy claras. Por otro lado, los Hawks salen de una de las peores rachas de toda la temporada que les llevó a perder diez de once partidos y buscaban recuperar sensaciones. Un partido tenso que se reflejó en el momento en el que saltaron chispas entre Carmelo Anthony y Thabo Sefolosha. Este incidente supuso la expulsión por doble técnica del alero del equipo neoyorkino.

La tónica del partido fue la igualdad que se mantuvo a lo largo de todos los cuartos. El encuentro no se decantó por ninguno de los dos equipos en los 48 minutos reglamentarios y hubo que ir a la prórroga. El efecto goma fue continuo en los dos equipos que se alternaron el liderazgo en el marcador una infinidad de veces. El ambiente se caldeó a falta de tres minutos para el final del segundo cuarto. La semilla de la discordia se plantó en un polémico rebote en el que tras un manotazo de Carmelo a Sefolosha ambos se encararon y se lanzaron improperios. Después de revisar la jugada y de pitar una técnica a ambos, los árbitros tomaron la decisión de expulsar al jugador de los Knicks. A partir de ese momento, la tensión fue continua en el partido que estuvo plagado de faltas duras, flagrantes, técnicas y protestas en dirección al arbitraje.

A falta de siete segundos del final y con el partido en tablas, Budenholzer puso el balón en manos del mejor jugador del partido, Dennis Schröder, que tras superar a su par en la penetración no consiguió dar la puntilla a su gran partido pero falló. En la prórroga la polémica reapareció. Después de que los árbitros no pitaran una posible falta en ataque sobre Porzingis, Jeff Hornacek con los nervios a flor de piel reclamó la falta y acabó con una técnica. El tesón de los de Knicks les llevó a tener la última posesión para volver a empatar el encuentro. Sin embargo, Porzingis falló el primero de los tres tiros libres que tuvo para empatar.

El gran problema de los Hawks volvió a encontrarse en el tiro exterior. El talón de Aquiles que ha mermado durante toda la temporada el juego colectivo de los halcones y que le impide abrir el campo. La línea exterior no consigue acompañar de forma efectiva a los interiores. Por otro lado, los Knicks tuvieron que afrontar casi todo el partido sin su estrella, lo cual provocó que el juego se individualizara sobre la figura de Derrick Rose y Porzingis.