Miami Heat ha echado en falta a Justise Winslow

El alero ha estado de baja 16 partidos

Justise Winslow es una pieza clave en estos Miami Heat pese a su juventud - Disney | ABC Television Group (CC)
Justise Winslow es una pieza clave en estos Miami Heat pese a su juventud – Disney | ABC Television Group (CC)

Ya para empezar voy a anunciaros que no puedo ser imparcial en este asunto que concierne a Miami Heat; Justise Winslow es una de mis debilidades, pero voy a intentar serlo lo máximo posible para que se entienda que este artículo no es fruto del fanatismo, por lo menos no únicamente, sino que también hay verdades objetivas.

Dicho esto, vamos a ponernos en antecedentes brevemente. El alero de la franquicia de South Beach empezó la temporada siendo una de las referencias del equipo, pero en ataque era prácticamente nulo. Pese a los esfuerzos realizados en verano, no metía ni una sola canasta y era el típico al que dejaban abierto para que lanzara sin siquiera molestarse a presionarle. Por tanto, si una de tus referencias es un cero en ataque, mal vas; y así era. El equipo pronto empezó a caer hasta el fondo de la Conferencia Este y no parecía haber remedio a eso. Sin embargo, cuando se habían jugado nueve partidos se supo que el bueno de Winslow arrastraba una lesión en la muñeca que le impedía lanzar y jugar con comodidad, pero que finalmente había degenerado en algo más serio y el jugador era obligado a apartarse para recuperarse y volver en condiciones. Lógico viendo que la temporada de los Heat no va a ser memorable precisamente.

ANTES DE LA LESIÓN DE JUSTISE WINSLOW

En los nueve encuentros previos a la lesión, Miami Heat tuvo un balance de 2-7 que no hacía presagiar nada bueno. El ex-Duke jugó esos nueve partidos como titular y promedió 11.6 puntos, 4.7 rebotes y 4 asistencias; siendo un poco el jugador all-around del equipo. Todo hay que matizarlo, sus porcentajes como hemos comentado eran más bien horribles, con un 33% en TC, un 22% en T3 y un 73% en TL. Lo dicho, no metía ni una y el equipo tampoco.

Miami Heat defendió a buen nivel durante esos primeros nueve encuentros, con un defensive rating de 102.4 que les situaría, si la estadística fuera hoy en día, segundos de la liga. Sin embargo, atacaban tan mal, 101.2 de ofensive rating, que salían a perder en el cómputo global (el llamado net rating) por -1.2 puntos. Ese ataque sería el segundo peor si se colocara en las estadísticas a día de hoy. Segunda mejor defensa y segundo peor ataque, un mundo de diferencia.

Por tanto, Justise Winslow ayudaba en su punto fuerte, pero no era capaz de hacer lo mismo allá donde flaquea, en la ofensiva, pues su equipo incluso se resentía de que él estuviera en el campo porque congestionaba la pintura y dejaba menos espacios para las penetraciones y para Hassan Whiteside. A nivel global, Winslow finalizó esos nueve encuentros con un +/- de 0.1, una miseria. Justise Winslow, en definitiva, ayudaba, pero no era determinante.

VUELTA DE LA LESIÓN

Igual alguien me crucifica porque Justise Winslow ha jugado solo dos partidos desde que volviera de la lesión; cierto, y además durante su ausencia el balance ha sido de 6-10. Por tanto, a simple vista, no parece que Winslow haya sido importante en la victorias del equipo, de hecho han ganado más sin él. En parte es cierto y en parte no, porque el inicio de calendario de los Heat estaba entre los cinco más duros de la liga y en su periodo de ausencia este se ha relajado, con lo que las victorias era más fácil que llegaran. Aun así, desde que ha vuelto Justise Winslow ha mejorado en casi todos los apartados estadísticos a nivel personal, y también los Heat han mejorado a nivel de equipo. Veámoslo.

A nivel individual el alero ha subido sus porcentajes en TC y triples, del 33% al 41% y del 22% al 50%. Winslow no tiene mejor mano de golpe, sino que ha podido estudiar su juego en este parón, observa cómo funciona el equipo desde fuera  y toma mejores decisiones. Sabe que no es un gran tirador, pero antes intentaba tirar del carro como fuera y ahora deja esa faceta a otros (Dragic, Richardson o los Johnson, por ejemplo) y se centra en otros aspectos. En ataque pasan menos balones por sus manos, de 20.3 a 19.2; pero es más eficiente con él (su porcentaje de eficiencia en el tiro global ha mejorado del 36% al 44%). Sin embargo, lo mejor es que ha mejorado su defensive rating particular una barbaridad, yéndose de los 102 puntos encajados a solo 92.

El equipo también ha mejorado desde su vuelta, ya que sin él habían subido hasta los 107 puntos en contra y ahora se han colocado en 102 en estos dos encuentros en los que ha vuelto. Una última para cerrar, sin él en pista Miami sale perdiendo en el +/- por 3.1, mientras que con él en cancha salen ganando por seis décimas. No es mucho, pero son 3.7 puntos menos que encaja el equipo; suficiente para ganar más de uno y más de dos encuentros (recordad que el cómputo global les salía a perder por solo 1.2 puntos).

ALGO QUE NO SEAN ESTADÍSTICAS

Soy consciente de que quizá me he pasado con las estadísticas avanzadas, yo mismo he tenido que decirme basta, parar unos minutos para recuperar el hilo del artículo. Obviamente el baloncesto no son solo números y gráficos y esas cosas; de hecho es de todo menos eso.

Por eso voy a situarme en estos dos últimos partidos; para intentar cerrar con una visión distinta. Después del partido contra los Pacers, que no fue la vuelta deseada en cuanto a sensaciones pese a las buenas estadísticas, Winslow declaró:

«Espero poder encontrar mejor el ritmo el viernes (contra los Clippers)».

Ese partido contra los californianos se perdió, pero Winslow jugó ya 29 minutos y cuajó un buen encuentro en ambos lados de la pista. Es solo el inicio, pero su vuelta era imprescindible para que estos Heat volvieran a competir todos los encuentros como hicieron al comienzo de la temporada. Más allá de las victorias y las derrotas, de los números y del balance; Miami Heat tiene otra cara cuando Justise Winslow está en pista; ya lo comentamos la temporada pasada cuando la NBA no le seleccionó inexplicablemente para el partido de rookies porque no hacía buenos números; Justise Winslow es de todo menos eso, pero es muy bueno.