Donald Sterling y la NBA llegan por fin a un acuerdo

El ex propietario denunció a la liga tras su venta en 2014

La mujer de Donald Sterling fue, finalmente, la que decidió vender la franquicia a Steve Ballmer - Josh McConnell (CC)
La mujer de Donald Sterling fue, finalmente, la que decidió vender la franquicia a Steve Ballmer – Josh McConnell (CC)

Hacía ya tiempo que no se oía nada sobre el ex propietario de la franquicia angelina, y muchos creían que toda la polémica había caído en el olvido, pero lo cierto es que ha estado muy ocupado intentado sacar tajada a la NBA desde que le obligaron a vender su equipo.

El antiguo dueño de Los Angeles Clippers, Donald Sterling, quién se vio obligado a vender la franquicia tras la polémica sobre sus comentarios racistas, ha vuelto a verse la caras con la NBA durante el día de ayer debido a una demanda que éste interpuso a la Asociación Nacional de Baloncesto hace ya dos años y medio, alegando que conspiraron para sacarle de su puesto antes de tener que vender la franquicia a su actual propietario, Steve Ballmer.

Los detalles del acuerdo al que han llegado la liga y Sterling, tras dos años y medio desde que interpusiera la primera denuncia, no han sido desvelados en ningún momento.

De acuerdo con el redactor de Los Angeles Times, Nathan Fennon, el abogado de Donald Sterling ha explicado en un comunicado de prensa que su cliente estaba contento con el resultado y que espera con interés concentrarse en los esfuerzos futuros.

En la demanda, Sterling inicialmente pedía una compensación de 600 millones de dólares a la NBA, sin embargo, esta denuncia fue desestimada durante el pasado mes de marzo después de que el juez federal del distrito fallara en contra del denunciante, alegando que el ex propietario no tenía ninguna base para reclamar dicha cantidad a la NBA, lo que provocó que su mujer, Shelly Sterling decidiera vender finalmente la franquicia por un precio de 2 mil millones de dólares.

Donald Sterling compró a los Clippers en 1981, cuando aún militaban en San Diego, y fue el principal responsable de trasladar la franquicia a la prestigiosa ciudad de Los Angeles. En abril del año 2014 se le prohibió realizar cualquier actividad relacionada con la NBA y fue multado con 2 millones y medio de dólares después de que salieran a la luz grabaciones dónde se le escuchaba perfectamente haciendo comentarios racistas.