El año de Clint Capela

Capela parte como titular y con confianza

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Clint Capela, preparado para afrontar un año de suma importancia. ESPN

Podía ser dulzón y suave, podía ser delicado, pero en realidad es fuerte e intenso. La delicia que los Rockets consiguieron en la lotería hace ya unos añitos procedente de Suiza, no era su famoso chocolate, sino que más bien se trataba de un buen queso, rudo, con cuerpo, con personalidad, y de nombre Clint Capela.

Y esa personalidad es lo que necesita la plantilla tejana, ya que la ausencia de una clara referencia en la pintura, ha convertido al número 15 de los Rockets en el baluarte principal en el lugar donde los altos imponen su ley. Alejado de los focos principales, entra en escena por primera vez dejando de ser actor de reparto para convertirse en una de las figuras a las que tener en cuenta y por consiguiente la exigencia ha aumentado sobre su persona. No está en el ojo del huracán, porque en verdad la responsabilidad no recaerá  principalmente sobre el center del país transalpino, ya que otros jugadores como James Harden, o los fichajes Ryan Anderson y Eric Gordon tienen muchas más miradas encima, por pura lógica.

Tras dos años en la mejor liga del mundo, Clint Capela, con sus 2,08 metros de altura y 109 kilos de peso, y no estoy hablando de un boxeador, debe dar un pequeño paso al frente para consagrarse como una alternativa real a dominar las zonas de la NBA. Siendo realista, no podemos exigirle que llegue al nivel de bestias como Drummond o mismamente Howard, jugadores con muchísimo recorrido y potencial. El estilo de juego de los Rockets no beneficia al suizo, ya que el balón ronda la zona en escasas ocasiones, y las oportunidades para jugar el uno contra uno bajo los aros van a ser mínimas para él. Su trabajo debe de ser principalmente defensivo, pasando a ser uno de los buques insignia en dichas tareas junto a Ariza. Intimidación es la palabra que se le pide a Capela, que rebotee con asiduidad y que crezca poco a poco, demostrando que no se estanca y que no solo es un jugador defensivo aportando sus puntitos en la zona.

Al observar su técnica de tiros libres, ya que es muy conocido en la liga por sus bajos porcentajes en tal suerte. Es un punto clave a mejorar, lo cual provoca que sus minutos en momentos importantes hayan escaseado por el miedo al posible Hack. Observando sus números de pretemporada, se sitúa en unos 10% en los libres, una noticia totalmente testimonial, pero que se aleja de las expectativas para un jugador titular de un equipo ganador. El de los Rockets, no ha completado una pretemporada satisfactoria, ya que su mejoría en el juego no ha sido muy notable. Analizando sus zonas calientes la total ausencia de tiro alejado del aro lo convierten en un jugador previsible ofensivamente.

Los minutos le están sonriendo esta temporada, teniendo una enorme participación y confianza no solo por parte del entrenador, sino que también por parte del resto de jugadores. Analizando los primeros partidos, observamos que la sinergia con Harden es clara, donde el ahora base del equipo tejano, intenta buscar constantemente  a Clint Capela, que en la comparativa con los jugadores NBA por estilo se asemeja cada vez más al Jordan malo de la NBA. La competencia que tiene es cierto que parece reducida, ya que Nenê no está en sus mejores años, puntualizando que sus últimas actuaciones han sido bastante completas. Por otra parte debemos destacar el trabajo de Harrel en el último partido, donde supero a Clint Capela, ya que sumó 17 puntos y 10 rebotes, unos excelentes números, que nos hacen preguntarnos si no se merece más oportunidades.

Por último decir que Clint Capela es como los Rockets, una gran incógnita. Mi previsión es que se vaya a convertir en un jugador asiduo a los dobles-dobles, como ya demuestran sus actuaciones de pretemporada (9’8- 8’8- 1’4). Un jugador joven e ilusionante en la familia tejana, que debe seguir mejorando sin prisa pero sin pausa, de forma constante, camino a ser un center con mucho futuro en la liga. Miedo en los Rockets pero a la vez esperanza, una buena temporada se cuece en Tejas, donde todo el mundo predecía un fracaso del nuevo proyecto de los tejanos, que en mi opinión llegarán al playoff, pero que no conseguirá pasar de la primera ronda, convirtiéndose este en un año de transición. Eso sí, sin olvidarse de lo que realmente  importa para mantener la ilusión, como es tener una buena clasificación en una conferencia tan difícil como es la Conferencia Oeste. Va a ser el equipo revelación y no Utah.