Draymond Green y Steve Kerr, cerca de llegar a las manos
Sucedió en Oklahoma City el pasado 27 de febrero
Está claro que Draymond Green no es el tipo de persona que quieres en tu contra, y alguna que otra vez, ni siquiera en tu favor. Es una persona muy impulsiva, y cuando las cosas están fuera de su sitio y él está cerca, nunca sabes qué es lo próximo que va a pasar, especialmente si ya hay tensión de por sí en la situación. Así lo pudo comprobar la reportera de ESPN Lisa Salters el pasado 27 de febrero, en un partido entre Golden State y Oklahoma City.
Según la versión de Lisa Salters, cuando se estaba preparando para hacer el reporte del descanso previo al comienzo del tercer cuarto, estaba situada en un lugar próximo al vestuario de los Golden State Warriors, los cuales estaban pasando por un momento complicado en el partido, a pesar de que después acabarían por ganar el enfrentamiento. Es entonces cuando empiezan a vociferar Draymond Green y Steve Kerr, cuyas voces son audibles en todo el pasillo, y se escuchaba claramente de lo que estaban hablando
«¡No soy un robot! ¡Sé jugar! ¡Me tienes hecho un lío ahora mismo! ¡Si no quieres que lance, no voy a tirar ni una sola vez en el resto del partido!» Esto fue lo que llamó la atención de la reportera, que también contó la reacción que tuvo la gente aledaña al vestuario.
«Estaba ahí, al lado del vestuario con la policía de Oklahoma City, que siempre se ponen al lado de los dos vestuarios» A lo que añadió el grado de intensidad de la discusión «Tal era la forma en la que estaban gritándose, que el policía me apartó a un lado, y se mantuvo a la espera de tener que entrar, tocando su arma, por si acaso debía ejercer uso de la misma. Estaba clarísimo que algo malo iba a pasar en ese vestuario. Nunca habíamos escuchado algo así antes.»
Finalmente, el agente de policía decidió no intervenir en la acalorada discusión entre el ala pívot de los Warriors y Steve Kerr, aunque quedó claro que fue un momento determinante para poder saber hasta qué punto puede haber ido deteriorándose la relación entre jugador y entrenador, a pesar de que no se ha notado en exceso en la cancha.
Sin embargo, el mal temperamento de Draymond Green le pasó factura más tarde que temprano, y obtuvo la sanción de un partido por acumulación de faltas técnicas, lo que se deduce que fue el motivo principal de que los Cleveland Cavaliers levantaran cabeza en una serie que hasta ese momento perdían 3-1. Con la llegada de la nueva teemporada, y tras haber cometido una cantidad ingente de errores por falta de gestión de la ira, está claro que Draymond Green debe haber aprendido a controlar su humor, o va a ser una temporada muy larga.
