Jota Cuspinera pedía valentía a sus jugadores y ganas de ganar a sus jugadores. Baloncesto Fuenlabrada sacó de valentía y coraje para llevarse su primera victoria en la Eurocup ante el todopoderoso Khimhi ruso de Dusko Ivanovic y compañía.
Se pintaba una noche en el Fernando Martín de Fuenlabrada para empezar a disfrutar de lo conseguido la temporada. El primer partido de Eurocup en casa se pintaba muy complicado y con necesidad de victoria ante el Khimki ruso. Era una noche especial que empezaba con la iniciativa de #sumatealrosa. Con las camisetas rosas en favor a esta acción donde se recaudó 2270 euros que irán íntegramente en favor de AECC.
El primer cuarto empezó con un pabellón entregado a su equipo y este devolviéndole el apoyo con un ritmo en el juego bastante alto. En los primeros compases del partido el jugador senegalés Moussa Diagne conseguía un dos más uno para poner las primeras ventajas. El equipo ruso se le veía un poco desconectado en el partido, le costaba anotar y con una defensa bastante. Destacar la aportación de Roland Smits que va sumando minutos de calidad, con su juego y actitud irá ganando minutos en la rotación. Todo esto hizo que el primer cuarto finalizará con una ventaja en el marcador de veinticuatro a catorce para los madrileños.
El segundo cuarto empezó con Baloncesto Fuenlabrada con muchas ganas de ir a por la victoria y la grada queriendo llevar en volandas a su equipo para el objetivo.
Hay pequeños detalles que dan muestra de lo que está empezando a ser el equipo y la afición. El jugador mexicano Pako Cruz erró un triple que no tocó ni aro, este pidió perdón por esa acción y todo el equipo le empezó a aplaudir para animar al jugador.
Jota Cuspinera sacó al campo a un jugador como es Chema González. El jugador aragonés aportó en seis minutos siete rebotes, destacando varias acciones que dieron aire al equipo, todo esto le valió para ser ovacionado cuando Jota le cambió cuando este estaba «deslomado».
El equipo ruso tuvo una mínima reacción para estrechar el marcador. Al descanso se llegó con un cuarenta a treintacuatro.
Se volvió de vestuarios con los dos equipos muy fallones, sobre todo de la línea de triples con varias «piedras» de ambos. El conjunto ruso apretó en la intensidad en los minutos siguientes para llegar a ajustar la distancia a un solo punto, lo que hizo que Jota Cuspinera pidiera tiempo muerto a 6:29 para el final del cuarto.
Fue el cuarto donde hubo más igualdad y donde el partido podía caer a cualquier bando, ya que se acabó con un 59 a 57 con repetición de la última jugada después la visión por parte de lo árbitros.
En el último cuarto todavía había mucha tela que cortar para llevarse el partido, después de la igualdad que había traído el tercer cuarto. El Baloncesto Fuenlabrada enfiló los últimos derroteros del partido dándole vida al balón (frase escuchada a Jota Cuspinera en un TM).
El equipo madrileño marcó un arreón para irse en el marcador 8 arriba a 7:46 para el final pero no terminaba de romper el partido. Ian Oleary estuvo muy enchufado aportando al equipo en ambos lados de la cancha.
El partido finalizó con una victoria de Baloncesto Fuenlabrada por 89 a 85 frente al conjunto ruso. Esta victoria supone una importante motivación para los próximos partidos en la Liga Endesa (domingo frente a Herbalife Gran Canaria) y en la Eurocup.
