Marcus Smart y Terry Rozier: la pugna por el control del banquillo

EL VACÍO QUE DEJA EVAN TURNER LLAMA A LA COMPETENCIA

Marcus Smart, jugador de los Boston Celtics, está llamado a liderar el futuro de la franquicia de Massachusetts (Foto: Skip Perham CC)
Marcus Smart, jugador de los Boston Celtics, está llamado a liderar el futuro de la franquicia de Massachusetts (Foto: Skip Perham CC)

La duda que asalta a cualquier aficionado a los Celtics en este momento pasa por saber cómo hará Brad Stevens para reemplazar a su SOLDADO número uno. Evan Turner ha emprendido su viaje a Oregon y sus 28 minutos e importancia en pista tendrán que ser cubiertos de alguna manera si los Orgullosos verdes quieren dar el siguiente paso en la lucha por el Este.

La llegada de Al Horford parece solucionar varias cuestiones en la primera unidad, pero así como se da un salto adelante en el quinteto inicial, aparecen todas las incógnitas con respecto a la función de sexto hombre. Evan Turner no era un jugador más en este plantel, su rol iba más allá de ser un anotador de la segunda escuadra el-ex Ohio State tenía responsabilidades ampliadas, ya que terminaba generalmente cerrando los partidos y teniendo peso en las decisiones de ataque, tanto armando la ofensiva o jugándose tiros importantes.

Durante el segundo año de la era Stevens, y tras el traspaso de Rajon Rondo, parecía que todo estaba dado para que Marcus Smart tomara las riendas del juego, pero por cuestiones de competitividad y por imposibilidad de volcar en cancha lo que su entrenador le pedía, fue Turner quien se quedó en esta función.

Sin «Mr President» en el plantel, salen a la palestra dos nombres por encima de todos: el ya nombrado Marcus Smart y Terry “el tren” Rozier. Dos jugadores con características similares, pero con aristas en su juego, que acabarán compitiendo uno en una batalla interna y sin cuartel hasta finales de diciembre, en el ya para todos conocido periodo de prueba de Stevens.

En la esquina derecha: Marcus Osmond Smart

Marcus Smart, por experiencia (llega a su tercer año en la liga) parece ser quien tomará inicialmente la responsabilidad del control de juego en la unidad de reserva, así lo indica su trabajo en el verano – donde practicó en la posición de armador con el Team USA. También en sus trabajos individuales con los alternos de Stevens, poniéndose mucho énfasis en el manejo de la situación del pick and roll y en la llegada al aro.

Con su año más importante delante, el de Texas tendría que asumir las responsabilidades de creador, algo en lo que no ha mostrado gran lectura, pero si un buen tino para EL PASE en situaciones de pick and roll. El campo que más claramente tiene que trabajar es en la toma de decisiones, donde muchas veces parece no leer correctamente o apresurarse en la ejecución – todas cuestiones que se ganan con minutos. El hecho de contar con más balón en sus manos expondrá al #36 a tener que incrementar sus porcentajes de campo, ya que se le requerirá también de un mínimo de anotación constante (sus promedios rondan el 34% de campo). Si quiere volverse un hombre de peso en la rotación final, con relevancia en el juego, su poder de anotación tendrá que mejorar exponencialmente. Elevando a su vez sus niveles de efectividad.

El ex-Oklahoma State, nunca pudo replicar su agresividad ofensiva mostrada en su viaje universitario. Sus porcentajes entrando a canasta no llegan ni si quiera a compararse con los que tenía en los Cowboys donde era la primera espada y referencia indiscutida.

Que quede claro algo, no se le puede pedir a Smart que sea Turner, o mejor dicho… no se le puede pedir a nadie que sea como Evan, ya que no hay por características en este plantel algún jugador que cubra todas las virtudes del nuevo jugador de los Blazers. Aquí es donde entra en juego Terry Rozier.

El ex Louisville comparte características de juego con Smart, pero con algunas diferencias que pueden marcar claramente sus roles en un comienzo.

En la esquina izquierda: Terry Demar Rozier

El Tren”, elección número 16 del draft del 2015, fue toda una sorpresa para propios y extraños, tanto por la posición en la que juega, como por su estilo, similar al de varios de los perimetrales con los que se cuenta en la plantilla. Su destino inevitable era Maine, donde los Claws parecían estar esperándolo con ganas, pero después de un período de adaptación al juego y tras comprender lo que se le pedía, sumado a lesiones en el equipo principal de los Celtics, las puertas en la rotación verde se le abrieron.

Durante los últimos 19 partidos de temporada el ex pupilo de Rick P*tino, vio minutos y mostró a propios y a extraños que es lo que había visto Ainge en sus trabajos privados pre-draft. Actuando como escolta, aportó rebotes, anotación exterior y defensa, siendo una rueda de auxilio importante para tapar las bajas de Crowder y darle descanso a un sobre-exigido Bradley.

En los Playoffs participó en cinco de los seis encuentros frente a los Hawks, actuando en la misma posición, pero durante la Summer League volvió a su puesto natural en la conducción; mostrando mejor tino para el pase y convirtiéndose en un anotador demoledor – 20 puntos por partido, más que nada yendo hacia el aro. , pero también con un más que confiable (45.2% en triples).

Entiendo que las estadísticas de Summer Legue hay que tomarlas como lo que son, teniendo en cuenta el nivel de los rivales, pero podemos extrapolar al nivel NBA si las reducimos casi hasta la mitad, para que sean demostrativas de lo que puede ocurrir en temporada regular.  Algo esta claro, no deja de ser considerable la progresión que ha tenido en el último tiempo, esto decía Danny Ainge:

«Creo que Terry Rozier ha hecho un gran trabajo para sí de cara al próximo año «, dijo Ainge del pick No. 16 del año pasado. «Ha sido nuestro mejor jugador desde el primer día del entrenamiento de verano. Ha sido fantástico para nosotros. Era un buen jugador el año pasado en el training camp, simplemente no pudo tener oportunidades debido a nuestra profundidad en su puesto.  Creo que se está ganando un lugar».

Cuando consultaron al jugador en el verano por las perspectivas que tenía para esta temporada no dejó dudas de cuál es su objetivo:

“Lamentablemente Evan (Turner) no está más con nosotros y es una lástima, pero ha dejado un vacío que hay que cubrir y creo que soy el indicado para hacerlo”.

Si hay algo que no le falta al Tren es confianza, pero para eso tendrá que disputarse con Smart el dominio de la manada, y ver quién de los dos será el nuevo alpha dog de la jauría. Mis dudas siguen latentes de momento que la salida de Turner le implicará a dos jugadores una mejora sostenible en su juego de habilidades que NO han mostrado hasta el momento (sobretodo en el armado y lectura de juego) lo que esta claro, es que entre los dos  tendrán que tratar de disimular con sus habilidades combinadas la falta del ex Sixers.

La idea de Stevens parece ser que complementen su estilo de juego en un comienzo, utilizando a Rozier como escolta y turnándose en la conducción, lo que llevará a una lucha soterrada por el control de juego. Quien mejor llegue a fines de diciembre será que imponga su dominio de la segunda unidad, y será el sexto hombre en la rotación final. Tras el «periodo de prueba Stevens» de cada año. Lo que queda claro es que con características de juego similares, uno de los dos será el que imponga condiciones. Mi pregunta es ¿quién dará el paso al frente? y ¿quien se quedará en el camino?