Aaron Gordon busca su lugar en el nuevo Magic
Deberá mostrar todo su potencial
Aaron Gordon fue elegido en el Draft del año 2014 por Orlando Magic, el mejor de la última década y él fue elegido en el cuarto lugar de la primera ronda de selección. Durante su año de novato sufrió una lesión que lo alejó mucho tiempo de las canchas y en la segunda mitad de esta temporada que finalizó pudo mostrar destellos del potencial por el cual fue seleccionado. Mucha potencia y atletismo bajo el aro, sobre todo en ataque, y buena capacidad para atrapar rebotes bajo tableros. Por algo fue comparado con Blake Griffin a su llegada a la máxima Liga.
El joven de 20 años afrontará en los próximos meses su tercera temporada como profesional y lo hará con el desafío de buscar su lugar en un equipo que se ha dado un lavado de cara con el arribo del entrenador Frank Vogel y las contrataciones de jugadores en las posiciones en las que él juega, ala pívot o alero. Las llegadas a la franquicia de Serge Ibaka y Jeff Green dan señales de que el estilo del equipo se basará exclusivamente en la agresividad defensiva, especialidad del nuevo entrenador que supo llevar a los Pacers a los primeros lugares de la Conferencia con esa impronta como filosofía principal.
Gordon ante esta situación, es un hecho que deberá de luchar por un lugar en el equipo con Bismack Byombo y Nik Vučević, puesto que es un hecho que Ibaka ocupará uno de los dos puestos de titular para el juego interno. Defensivamente respondió de forma satisfactoria la temporada pasada y da esa posibilidad al entrenador de hacer las veces de alero cuando se lo necesite. Punto a mejorar con obligación es su tiro a distancia, para complementarlo con facilidad para atacar la pintura con buenos mates.
Su versatilidad, atletismo y compromiso para el juego de defensa deberán de servir al entrenador Vogel para que le dé minutos y esto sirva a su desarrollo como jugador de nivel en Orlando. A la espera del inicio del training camp, el nuevo estilo del Magic se reluce a la vista del roster actual, y es ahí donde Gordon deberá devolver la confianza que la gerencia le dio al elegirlo dos años atrás.