A los Sixers no les vale elegir en tercer lugar
Quieren adherir a Simmons o Ingram
No conseguir optar por elegir entre los puestos 1 ó 2 de este draft sería otro duro golpe para la franquicia de Bryan Colangelo. El devenir de un gran futuro pasa porque Brandon Ingram o Ben Simmons acabe en Philadelphia la siguiente temporada.
Como es habitual en una lotería el azar manda sobre el raciocinio, por lo que la estrategia de Sam Hinkie ha puesto a los Sixers en esta situación, sin nada claro, pero con posibilidades reales de hacerse con un buen pick.
Si los Cavaliers no hubieran conseguido elegir antes que Sixers en el 2014, ahora Andrew Wiggins sería jugador de Philadelphia. Si los Lakers no hubieran saltado por encima de los Sixers en la lotería de 2015, ahora D’Angelo Russell sería el base titular que nos falta.
Los Sixers están a la espera de que la suerte les sonría de cara, y a pesar de tener un mal historial en el draft de la NBA, los Sixers poseen el 44.2% de las opciones de que el pick de Lakers caiga hasta el puesto 4 y así ser recogido. Con esta selección, Colangelo puede hacerse con el anotador compulsivo de los Sooners, Buddy Hield; o con un base de Providence por el que suspiramos, Kris Dunn.
Al ser un draft muy flojo como se viene anunciando hace tiempo, elegir en tercer lugar en este draft será un varapalo para la organización y aficionados, ya que todo el mundo tiene claro que sólo hay dos con perfil de jugador franquicia dentro de esta camada. Los Sixers siguen teniendo su futuro abogado al «espera y verás». El 17 de mayo sabremos el orden del draft y si finalmente los Sixers podrán eligir a una superestrella emergente para lograr un respeto nacional, con la ayuda de algunos agentes libres.