La mala racha de los Warriors no es por el récord

Los Thunder les están ganando táctica y psicológicamente

Fuente: Keith Allison (CC)
Fuente: Keith Allison (CC)

Tras el partido de anoche, todos hemos visto cómo los Warriors ‘están sudando tinta china’, para poder sacarle un triunfo a Oklahoma en estas series, ya que la forma en que el equipo liderado por Russell Westbrook y Kevin Durant se está comiendo a los californianos partido a partido. Ejemplo de ello los partidos en Oklahoma, donde los vigentes campeones han perdido ambos encuentros por más de 20 puntos.

Sin embargo, no es momento de echar la mirada atrás y culpar a las complicadas decisiones que se tomaron durante la Regular Season. Es cierto que se forzó al equipo a hacer un esfuerzo innecesario por batir el récord de los Chicago Bulls, lo que tuvo muchos detractores, por el posible cansancio físico que este hecho les podría causar, pero, el buen comienzo de los californianos en los playoffs despejó dudas. Llegadas dos derrotas consecutivas por primera vez en la temporada, las miradas se han volcado hacia esos partidos, y numerosas críticas se han dirigido al equipo dirigido por Steve Kerr, al que ya nadie parece respetar, a pesar del casi imposible hecho de ganar 73 partidos en una sola temporada.

Parece que todo el mundo quería con mucha ansia que estos Warriors perdieran, y por mucho. Parece que el respeto que se habían ganado entre los más entendidos del baloncesto ha sido en vano, ya que numerosas críticas han surgido estos días invalidando cualquier récord conseguido por Golden State. Parece que las excentricidades cometidas por las antiguas estrellas de la NBA diciendo que podrían humillar a estos Warriors es el pensamiento general, y que nadie se ha parado a observar el gran esfuerzo que ha llevado a este equipo en regular season a conseguir no sólo 73 victorias, sino que no han perdido nunca dos partidos seguidos en toda la temporada hasta esta misma noche, cuando Oklahoma ha firmado victorias en ambos Game 3 y 4. Aquel que gana en todo lo único que parece sembrar es la envidia, y que ésta se cosecha cuando llegan los malos momentos.

Sin duda alguna, el rendimiento del equipo no puede ser excusado de ninguna forma, ya que no se puede acusar el cansancio que acumulan, ya que no hay back-to-back en playoffs, ni tampoco se puede decir que vengan de series extremadamente largas que les han dejado fatigados, ya que ambos Blazers y Rockets cayeron en cinco partidos, siendo el camino más fácil posible, en detrimento de los Thunder, que para llegar a las Finales de Conferencia tuvieron que tumbar a un complicado rival como los San Antonio Spurs. No hay duda alguna que la culpa del mal juego no se debe al cansancio, ni a la ausencia de ritmo, los problemas tienen otra vertiente.

Estos problemas podemos explicarlos mediante dos posibles motivos; el primero, el cómo los Thunder están ganando tácticamente a Warriors, y el segundo, el hecho de que los Thunder se han metido en la cabeza de sus rivales, convirtiéndose en una pesadilla.

Para empezar, a pesar de ser un entrenador muy cuestionado al iniciar la liga, Billy Donovan, llegados a este punto, sus Oklahoma City Thunder han ganado la batalla en los banquillos no sólo en esta serie, sino en los playoffs. Sus ajustes contra San Antonio hicieron que la temporada finalizara antes de lo esperado en el equipo tejano, con un Enes Kanter y un Steven Adams a nivel de estrellato, capturando rebotes y sobre todo paliando la mala defensa de la que tanto se le acusa a Oklahoma. Ahora contra los Warriors, este hecho no sólo ha continuado, sino que ha ido a más, que en el mismo partido disputado esta noche hemos podido apreciar dos momentos donde ha habido gran esfuerzo ofensivo y defensivo; El primero, son los 42 puntos anotados por Oklahoma únicamente en el segundo cuarto, que sin duda alguna lapidaron el partido. El segundo hecho a destacar del partido de los Thunder es el gran esfuerzo que han empleado en el rebote, doblando a los dubs en Rebotes ofensivos (16), y superando también en los defensivos, con 40 frente a 32.

En la otra cara de la moneda, encontramos la posibilidad de que los Thunder se hayan metido en la cabeza de los Warriors. No es una afirmación sin fundamento, los Warriors tienen un problema real en el aspecto psicológico contra este equipo, durante la presente eliminatoria. Prueba de ello es Draymond Green, como bien fue explicado en otro artículo de opinión de esta redacción.

No sólo debemos contemplar una mala gestión de los Warriors de las finales de conferencia, sino una grandiosa estrategia táctica y psicológica por parte de Oklahoma, que ha pasado de ser ‘el pupas’ de la NBA a ser el monstruoso y temido equipo que hace años se paseaba por los pabellones sin encontrar rival a su paso, destrozando a los rivales más fuertes de la conferencia, como los San Antonio Spurs, y de momento, los Golden State Warriors. Sin embargo, esto son los playoffs, y cualquier cosa puede pasar; Se presenta una complicada hazaña para los dubs, pero no sería el primer equipo que remonta un 3-1, teniendo el precedente en los Rockets del año pasado, que eliminaron a unos Clippers que se durmieron en los laureles durante tres partidos seguidos, cuando parecían tenerlo todo hecho.

Si por algún casual (no tan casual), los Warriors finalmente pierden otro partido más contra Oklahoma, lo único que deben hacer es escuchar cada una de las críticas religiosamente, asentir, y callar. Porque aquellos que hablan a gusto cuando crítican, son los que más vergüenza pasan cuando éstas recaen sobre ellos. Así que, sea ganando los tres próximos partidos o esperando a la temporada que viene, este mal momento sólo debe servir a los dubs para motivarse y trabajar el doble de duro por que suceda lo contrario a lo que sus detractores desean; ganando la NBA.