Análisis de temporada 2015/2016: Memphis Grizzlies

Luchar, luchar y luchar

Fuente: Mark Runyon (CC)
Fuente: Mark Runyon (CC)

LA PEOR SUERTE DE LA HISTORIA

Esta tenía que ser la temporada. Sí, la temporada de consagración en la que, de una vez por todas, poder formar un equipo aspirante a todo con la llegada de algunos jugadores que ocupasen roles que en los últimos años han brillado por su ausencia en Tennessee. Es por ello por lo que el optimismo que se vivía en torno a los Memphis Grizzlies dependía de un Chris Wallace que debería tomar buenas decisiones de cara a una temporada que llegaba después de caer en segunda ronda contra los campeones Warriors, llegando a ganar dos partidos y liderar la serie con esas dos victorias por una derrota.

En este sentido, la primera buena noticia llegaría allá por el 18 de junio de 2015, cuando Jeff Green ejercía su opción de jugador, por lo que le tendríamos un año más, al menos, vistiendo la camiseta de los Grizzlies. Desde ese momento, pudimos ver numerosas incorporaciones entre las que destacaron las llegadas de Jarell Martin –vía Draft, de LSU-, Matt Barnes –a cambio de Luke Ridnour, un jugador que está actualmente sin equipo- y Brandan Wright, que se encontraba en esos momento en la agencia libre, sin equipo, y llegaba para ocupar la vacante dejada por Kostas Koufos, que ponía rumbo a Sacramento.

Además, cabe destacar la renovación de Marc Gasol por cinco años y algo más de 113 millones de dólares que suponían un desembolso necesario y para nada arriesgado, viendo el nivel al que había ascendido el juego del pívot español, que fue sin lugar a dudas el mejor center de la temporada 2014-2015, dejando una foto para el recuerdo en el salto inicial del partido de las estrellas junto a su hermano mayor, Pau Gasol.

En este sentido, las incorporaciones del alero ex de los Lakers y el potente pívot fueron sin duda dos decisiones acertadas, en las que apenas tuvimos que descartarnos –solo de Luke Ridnour, que actuaba como moneda de cambio- de jugadores, dinero o rondas de draft para hacernos con dos jugadores de garantías en la mejor liga del mundo.

Sin embargo, la sensación que se le quedaba a un aficionado de los osos no era la esperada en un principio. Un jugador veterano como Barnes que parecía estar dando sus últimos coletazos en la NBA y un Brandan Wright que no permitía al equipo dar un salto de calidad importante. Es decir, estábamos como habíamos empezado.

El resultado, uno de los equipos más veteranos de toda la liga comenzaba una temporada que no despertaba la mejor de las sensaciones, menos aún cuando las expectativas se habías establecido tan arriba.

UNA MONTAÑA RUSA

Si esas primeras sensaciones de las que hemos hablado dejaban en el aire el nivel del equipo, no tendríamos que esperar demasiado para comprobarlo por nosotros mismos con los primeros meses de competición, noviembre y diciembre para ser más exactos. Una alternancia de derrotas y victorias que se juntaban con un calendario nada fácil en ese primer tramo de la temporada regular. Pero no servía de excusa. Las expectativas que se habían generado alrededor de la franquicia atesoraban la suficiente fuerza como para poder enfrentarse a cualquier rival de tú a tú, sin excepciones, como ya se demostró en su día. Todo esto se traducía en un balance de 18 victorias por 16 derrotas que no contentaba a nadie.

Sin embargo y prácticamente de un día para otro, el plantel cambió totalmente en Tennessee. El calendario, más favorable con la entrada del nuevo año permitió al equipo dirigido todavía por Joerger coger un buen ritmo de victorias hasta la siguiente bajada de la montaña rusa que estaba siendo la temporada regular hasta el momento. Hasta esta, que se produciría a mediados de febrero, con el fin de semana de las estrellas, el equipo registró un balance de 13-6 que volvía a hacer resurgir la esperanza por conseguir algo grande… pero el destino quiso quitar de en medio a uno de los equipos más correosos de la liga.

Con la lesión para toda la temporada de su pívot titular, Marc Gasol, Chris Wallace se vio en la obligación de tomar decisiones que acabaron con Courtney Lee y Jeff Green, dos pesos pesados fuera del equipo. Dicha decisión tendrá repercusiones internas graves y llegaba a posteriori de algunos rumores que ya había colocado tanto a uno como a otro fuera de los Grizzlies.

El aluvión de lesiones fue tal que, para que os hagáis una idea, los de Memphis batieron el récord de más jugadores contratados en una misma temporada, 28. Dicho récord es el absoluto en toda la historia de la NBA. La peor suerte de la historia.

Con este panorama, un equipo que había comenzado la temporada con vistas a llegar lejos el Playoffs se encontraba en la tesitura de luchar por entrar dentro del grupo de los ocho equipos que disputarían los Playoffs en la conferencia oeste. De no conseguir ese objetivo, Chris Wallace y los Grizzlies no tendrían una primera ronda de draft que estaba protegida para las posiciones 1-14.

Finalmente, el equipo, como bien reflejo David Joerger en su última rueda de prensa luchó hasta el último minuto del cuarto partido de primera ronda contra los San Antonio Spurs, contra los que cayeron por un 4-0 que en Memphis supo a victoria con una ciudad entera orgullosa de un equipo que solo supo hacer una cosa ante la más dura adversidad: luchar.

EJEMPLOS Y DESGRACIAS

  • LÍDERES: ‘Z-BO’ y Tony Allen

Como no podría ser de otra manera, cabe una mención especial a dos veteranos de los que muchos jugadores jóvenes deberían de tomar ejemplo a la hora de competir en cualquier deporte o actividad que lleven a cabo en su día a día.

Dos veteranos de guerra que, cuando la situación lo requería supieron como levantar a un equipo y un vestuario –contando con la ayuda de otros jugadores como Matt Barnes o Vince Carter- que se veía a escasos centímetros de un abismo que podría derivar en una segunda parte de temporada sin pena ni gloria.

Mark Runyon (CC)
Mark Runyon (CC)

En el caso del primero, el ala-pívot estrella de la franquicia y uno de los jugadores con más calidad dentro de la pintura en la NBA tuvo que dar un paso hacia delante cuando más pesaba la losa de los años. De hecho, en la redacción de Grit&Grind dedicamos unas líneas que ahora son papel mojado dado el empeño y el nivel mostrado por un jugador de la vieja escuela:

  • Pre All-Star: 14,2 puntos, 8 rebotes, 1,6 asistencias en 28,9 minutos.
  • Post All-Star: 18 puntos, 7,3 rebotes, 3,3 asistencias en 31,4 minutos.
Fuente: Mark Runyon (CC)
Fuente: Mark Runyon (CC)

El segundo caso es, por otro lado, una muestra más de que las necesidades extremas nos hacen mejores en aquello que, a priori, no destacamos. Como todos sabréis, Tony Allen ha sido siempre un jugador muy destacado en el apartado de la defensa, mientras que en el ofensivo su función muchas veces ha sido la de deleitarnos con algún vídeo de 10 segundos en los que falla cuatro bandejas seguidas. Pero como hemos dicho, las necesidades básicas en ese momento eran demasiadas para conseguir el objetivo más extremo que hay: la supervivencia. Y el escolta, como no podría ser de otra manera, no sería de los que se echasen atrás:

  • Pre All-Star: 6,6 puntos (42,7% TC), 4,8 rebotes, 0,9 asistencias en 24,7 minutos.
  • Post All-Star: 12,8 puntos (50,8% TC), 4,2 rebotes, 1,6 asistencias en 26,8 minutos.

Como podréis observar, su porcentaje en tiro es una de las grandes sorpresas en ese segundo tramo de la temporada. Muchos al llegar a ese punto y seguido estarán pensando: ‘’Bah, pero seguro que tira menos por partido’’… Echemos un vistazo a sus intentos:

  • Pre All-Star: 2,7 / 6,3
  • Post All-Star: 5,1 / 10,1

Estos números, si los extrapolamos al total de tiros intentados, la diferencia llega a ser notable, lo que hace que su mejora en el otro lado de la cancha haya sido de real importancia en un momento en el que tenía que liderar y dar ejemplo sobre el campo.

No sabemos que nos deparará la temporada que viene, ya que el final se la carrera de estos dos ya históricos de los Grizzlies cada vez, desgraciadamente, está más cerca. Pero era necesario, en esta temporada tan dura, una mención destacada para dos jugadores que hoy por hoy han marcado una era en la franquicia de Tennessee.

  • EL DESGRACIADOMarc Gasol

Fuente: Mark Runyon (CC)
Fuente: Mark Runyon (CC)

Un promedio de 17,4 puntos, 7,8 rebotes, 1,6 tapones y 3,8 asistencias, All-Star junto a su hermano, 30 puntos anotados hasta en 5 ocasiones  y como broche a una temporada histórica, Marc Gasol conseguía suscribir su nombre en el All-NBA First Team 2014-2015. Tras una campaña de sueño y un ritmo de competición a compás de récord, el niño de Sant Boi, en plena madurez – 30 años – empezaba la nueva empresa de la mejor forma posible: tras firmar un acuerdo con Memphis Grizzlies por el máximo contractual. Hasta 110 millones de dólares por 5 años descubrían la nueva etapa del pívot catalán, con la opción de abandonar lo contratado en su último año.  Nueva etapa que no despegó como su franquicia y afición quisieran.

Contra Houston Rockets, y en la misma estela que dibujó antes del verano, la pretemporada 2015-2016 empezaba precoz para Gasol, que terminaba su primer partido de octubre con 6 puntos, 8 rebotes y 2 tapones en 15 minutos de juego.  Vuelta al cole y leve actuación. Pero poco habría que esperar para verle de nuevo en sus valores máximos. En concreto, solo dos meses. Una espera más que necesaria para disfrutar de su mejor actuación en pista desde que empezó a andar en la NBA, con 38 puntos, 13 rebotes, 4 tapones y 6 asistencias ante un  New Orleans Pelicans que perdía en casa 104-113. El indomable barcelonés parecía no encontrar límites a su paso en el impactante ascenso que mostraba en Memphis, si bien la montaña rusa estaba a punto de bajar en picado.

Marc Gasol se retira lesionado en el primer cuarto tras dañarse un pie, un titular que se antojaba, mediada la temporada, poco alentador para la plantilla de Tennessee. Con un problema en una pierna y otro en la otra, el suspense acababa con la esperanza, primero, de los aficionados del FedEx Forum; después, con la de sus compañeros. Hasta que el aún entrenador de la franquicia, David Joerger, anunciaba el adiós definitivo en la última semana de marzo, despedida implacable a la que más tarde se sumarían otras como la de su compañero Mike Conley. La historia interminable de las lesiones que vivía el equipo había tocado al mejor pívot de la NBA, aunque no suponía le fin del camino. A su cese anticipado le ha acompañado un último homenaje, el del Deportista del Año, entregado por el Salón de la Fama de Tennessee a mediados del mes de abril, y que reconoce no solo una trayectoria pasajera en la vida de un jugador en la mejor liga del mundo, sino su paso y su aportación durante 7 fructíferos años como pívot en la franquicia de Memphis.

  • LA REVELACIÓN: JaMychal Green

JaMychal Green foto DNIPoco, muy poco es lo que se podía esperar de este jugador en octubre de 2015, que había pasado sin pena ni gloria por la D-League. Sin embargo, el cuento no acaba como se presupone, ya que ‘JAM’ ha demostrado ser un jugador completamente capaz de jugar en la mejor liga del mundo, supliendo las innumerables carencias interiores que ha tenido el equipo esta temporada debido a las lesiones.

Green ha promediado en apenas 18,5 minutos por partido 7,4 puntos con un 47,3% de acierto, 4,8 rebotes y 0,9 asistencias. Quién sabe si sus actuaciones con los Grizzlies hubieran mejorado en caso de que el recientemente despedido, David Joerger, le hubiera concedido minutos de manera regular, en vez de “olvidarse” de él en algunos partidos. Evidentemente su juego no es muy amplio, pero puede ser una pieza clave de cara al futuro desde el banquillo, y quien sabe dónde estará su techo, ya que su edad (25) todavía le permite tener un margen de mejora bastante amplio.

  • EL EJEMPLO: Vince Carter

vince carter dniSi de algo han tenido suerte en Memphis ha sido de disfrutar de una leyenda consagrada como ya lo es ‘Vinsanity’. El veterano alero ha sido uno de los pesos pesados dentro del vestuario, dando ejemplo desde el primer hasta el último día de entrenamiento, comenzado por aquella Summer League en la que se le pudo ver con todos los rookies de los Grizzlies durante la liga de verano que, por cierto, se llevó el equipo de los de Tennessee. Un ejemplo que ha sabido aceptar al 100% su rol y que merece ser nombrado ya que los años no le han pesado cuando el equipo necesitaba un ‘empujoncito’, ya fuera desde la cancha o desde el banquillo.

  • EL TIMÓN: David Joerger

Fuente: Wikimedia (CC)
Fuente: Wikimedia (CC)

La campaña de los Grizzlies ha tenido muchos altibajos, han sido demasiado castigados por las lesiones y los movimientos desde los despachos han terminado por hacer de esta temporada 2015/2016 la más inusual de la corta carrera de Dave Joerger en la NBA.

La temporada comenzaba con prácticamente la misma plantilla que en la temporada pasada, pero con muchos peores resultados, un récord de 3-6 en los nueve primeros partidos, con varias palizas incluidas, ponían a Joerger entre la espada y la pared, llegándose a rumorear su salida para preparar la llegada de Tom Thibodeau, recientemente despedido de Chicago. A partir del 12 de Noviembre, fecha en la que los Grizzlies pierden con Golden State en la cancha de los Warriors,  Memphis consiguió 8 victorias en los siguientes 10 partidos, lo que aseguró el puesto de Joerger y tranquilizo a Wallace en su búsqueda de nuevo entrenador. En el último mes del año, el puesto volvió a peligrar, ya que 7 victorias en 16 partidos alejaban a Memphis de los puestos cabeceros de la Conferencia, objetivo principal de la temporada regular.

Joerger no estaba consiguiendo que la defensa de los Grizzlies fuese igual de efectiva y temida que en temporadas anteriores, así que en vez de corregir esos problemas decidió dar un giro radical en el juego del equipo, aumentando el ritmo de juego, dándole más importancia al ataque y anotando más puntos. Cómo en todos los cambios importantes, a los jugadores les costó entrar en la nueva filosofía, pero terminó por dar resultado. Desde Enero hasta el All-Star de Toronto se consiguieron 13 victorias en 18 partidos quedándose sólo en esas cinco derrotas por debajo del centenar de puntos anotados.

Cuando más se estaba notando la mano de Joerger en el equipo sobrevino el primer gran contratiempo de la temporada, Marc Gasol, mejor jugador del equipo y el segundo base en pista para Joerger, apoyando a Conley en la tarea de distribución, se rompía el pie el día 9 de febrero,  Joerger ya había dicho que Gasol estaba tocado días atrás, pero no le dio descanso a pesar de conocer esas sobrecargas musculares, que aunque en principio nada tienen que ver con el pie, si pudieron influir en un cambio de pisada por parte del jugador, lo que habría facilitado la rotura.

A raíz de la lesión a Joerger le cambiaron las cartas, mandando a dos titulares como Courtney Lee y Jeff Green lejos de la ciudad de Tennessee, trayendo a cambio a jugadores menos contrastados en la liga. El entrenador se intentó adaptar rápido, dando más importancia a jugadores secundarios al principio de temporada, pero que se convertían en ese momento en los pilares de los nuevos Grizzlies junto a los dos únicos titulares que se mantenían jugando.

Los resultados tras los traspasos no eran malos, sumando 8 victorias en los siguientes 12 partidos. Sin embargo, las lesiones volvieron a golpear a los Grizzlies, a la de Gasol se añadían Brandan Wright, Mario Chalmers, Mike Conley, Randolph, Carter… La situación para Joerger comenzaba a ser desesperada, tratando de introducir en la dinámica de la franquicia a la enorme cantidad de jugadores que iban llegando a la plantilla con contratos de diez días, dándoles además muchos minutos a jugadores totalmente desconocidos como Bryce Cotton, Alex Stephenson, Briante Webber o Xavier Munford, quienes, a pesar de los resultados (solo 3 victorias de los últimos 17 partidos ) han dado la cara, quizás gracias a la confianza demostrada por un Joerger que no se ha visto superado por las circunstancias ni crítico con sus jugadores.

Finalmente, los problemas internos entre el mismo Joerger y el General Manager de la franquicia, Chris Wallace, han acabado por dejar fuera de Tennessee al joven entrenador. Dejando de un lado este hecho, lo que no se puede negar es que el nivel mostrado por el originario de Minnesota ha sido de notable durante su estancia en Memphis, por lo que no le faltarán ofertas de cara al verano.

OPINIÓN

En definitiva, desde nuestro punto de vista resultaría muy injusto ponernos el traje de resultadistas ante tal situación. Una mala suerte traducida en una plaga de lesiones que sin lugar a duda, no han permitido desplegar todo el potencial que podía tener este equipo este año, a pesar de su irregular comienzo. La influencia de este factor, ajeno a lo meramente baloncestístico ha hecho sombra precisamente a eso, al baloncesto.

Pero tampoco nos faltan argumentos para defender a una franquicia que, de la mano de su general mánager, Chris Wallace, debió de tomar decisiones ‘in extremis’ que pusieron en jaque al devenir de una franquicia rota internamente, como se ha podido saber en los últimos días con la bochornosa salida de David Joerger de Tennessee. Una situación que los jugadores han conseguido sobre llevar, luchando y mostrando un entereza dentro de la cancha que les ha dado el beneplácito de todo el entorno de la mejor liga de baloncesto del mundo.

 

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