Cuando el equipo técnico de los Utah Jazz se puso a trabajar con Tibor Pleiss en pretemporada, incluso enviaron a Alex Jensen al Eurobasket de Francia para acondicionar su juego mientras Alemania preparaba la cita, pronto se dieron cuenta que poco iban a sacar en limpio de las cualidades del ex jugador del Barça. Así que desde las oficinas del Vivint Arena se buscó un jugador que pudiese dar descanso a Rudy Gobert cuando fuera menester.
Si bien al alemán se le presuponían cualidades contrapuestas a las del francés, con la contratación de Jeff Withey en el casi último momento se intentó añadir al roster a un jugador que pudiese desempeñar un rol similar al de Gobert en el entramado defensivo diseñado por Quin Snyder. Si además se conseguía al jugador a un precio asequible: 947.000 dolares, firmando por dos temporadas no garantizadas, el movimiento parecía a todas luces acertado si el jugador cumplía las pocas expectativas creadas. Lo cierto es que las superó.
Formado en los Jayhawks de Kansas, su periplo universitario dejó bien a las claras que Withey era un siete pies con mucha presencia en la pintura y con una destacable capacidad para taponar. No engañaban ni su juego ni su ética de trabajo, pero no fue suficiente para entrar en primera ronda del Draft del 2013. Primeramente fue elegido por los Blazers en el puesto trigésimo noveno pero terminó formando parte de un traspaso a tres bandas entre los propios Blazers, los Kings y el equipo en el que terminó debutando en la NBA: los New Orleans Pelicans.
Su rol en la ciudad donde nacieron los Jazz fue muy secundario. No gozó de muchas oportunidades jugando una media de 10 minutos por partido en sus dos años con los Pelicans. Se convirtió en agente libre tras no ser renovado el verano pasado y nadie parecía muy interesado por contar con sus servicios. Cuando le llegó la oportunidad de fichar por los Utah Jazz aceptó un contrato no garantizado confiando en demostrar su valía a un entrenador como Quin Snyder, el cual nunca escondió su predilección por desarrollar jugadores jóvenes.
Jeff Withey: Trabajar, trabajar y trabajar
Jugador disciplinado y trabajador, nunca puso una mala cara al no disponer de minutos en pista. Acostumbrado a interpretar ese mismo rol con los Pelicans parecía que se mostraba cómodo con las circunstancias que le tocaban vivir. Pero las circunstancias cambiaron cuando durante el transcurso de la temporada los Jazz comenzaron a acumular lesionados. Entre Rudy Gobert y Derrick Favors se perdieron 40 partidos y Jeff Withey fue el encargado de defender la pintura durante su ausencia.
Nunca llegará a ser All-Star, eso lo tiene todo el mundo claro, pero en el sistema defensivo y ofensivo ideado por Snyder un jugador de sus características encaja a la perfección. Durante este periodo de lesiones acumuló partidos con dobles figuras, o acercándose a esos números en casi todos los partidos. Destacando su capacidad para capturar rebotes, taponar y aprovechar los pick-&-roll. Tras volver de sus lesiones Gobert y Favors, lógicamente, sus minutos disminuyeron hasta llegar a desaparecer en algunos tramos de la temporada regular. Ningún problema generó. Sabe cual es su papel en este equipo y se esfuerza por cumplirlo lo mejor posible, algo que no ha pasado inadvertido.
El equipo tiene la opción de renovarle un año más por un millón de dolares. Decisión ésta que se verá influida, principalmente, por lo que sea capaz de pescar la franquicia mormona en el próximo Draft en el que dispone de una primera ronda y tres segundas. Pero conociendo a esta franquicia, si se desprende del center será a disgusto. Jeff Withey es la clase de jugador que gusta en SLC, el jugador por su parte ya se ha puesto deberes por si acaso: el tiro.
« Me gustaría ser capaz de fortalecer mi juego y ser capaz de anotar de 3 desde la esquina.»
