El fenómeno Hassan Whiteside

un jugador que tiene para llegar lejos o quedarse en nada

Fuente: Wendel20 (CC)
Fuente: Wendel20 (CC)

Comencemos con sus inicios, nacido en Carolina del Norte, su instituto fue The Patterson School. Ya desde esos días mostraba un gran talento y llevó a su equipo a un balance de 34 victorias y 2 derrotas. Al finalizar el instituto, eligió la universidad de Marahall a la que defendió solo un año, pero le bastó para ser el líder taponador de ese año, además de ser condecorado como Defensor del año y «Freshman» del año de la NCAA. Luego de finalizar el año novato, el pívot se declaró elegible para el Draft 2010 de la NBA, donde fue seleccionado por los Sacramento Kings en la posición número 33.

En Sacramento jugaría solamente 19 encuentros registrando apenas 1 ppp y 2 rpp. Fue cortado por los Kings y desde ahí comenzaría un viaje entre Memphis, D-League, CBA y el Líbano, hasta llegar a los Miami Heat el pasado año. Pero ¿por qué un jugador con tanto talento, físicamente dominante y con tanto potencial nunca daba con el equipo para poder asentarse y hacer una digna carrera? El problema estaba en él mismo, su inmadurez al afrontar determinadas situaciones, ningún equipo llegaba a ver todo el potencial, ya que él mismo se encargaba de mostrarles su peor parte. Acompañado de eso, viene su falta de compromiso, que hasta en Miami ha demostrado.

Una vez explicados brevemente sus orígenes, podemos adelantarnos hasta hoy, temporada 2015-2016. Miami sumergido en la irregularidad y en las lesiones. Si hay un equipo que lo necesita centrado, son ellos. Tanto es así que hasta el mismísimo Wade ha dicho públicamente que para que Miami aspire a algo, necesitan a Whiteside. A comienzo de temporada se perfilaba para dominar partido a partido, cargando con unos números impactantes, promediando en el primer mes 5 tapones, acompañado de un puñado de rebotes. Es que da para eso, un jugador con un techo lejos de nuestra imaginación, que si se lo propone, dominará partido a partido la NBA. Pero la otra cara de la moneda se ve cuándo sale desairado o cuándo se frustra en medio de un partido. Como cuándo un niño intenta coger algo que está fuera de su alcance, al fracasar se cierra y reacciona de manera infantil, así actúa por momentos el pívot de los Heat. Citando un ejemplo, la temporada pasada jugaban Miami y Boston en el AAA, los de Florida necesitaban ganar para seguir peleando por uno de los últimos puestos de playoff del Este. Sobre el final del partido, Olynik le propina involuntariamente un golpe a Whiteside. En el otro costado cuando la pelota está lejos del canadiense de los Celtics, HW se le abalanza con un golpe claramente hecho adrede, lo que le origina una expulsión inmediata del juego y deja a Miami sin una pieza clave. Los Heat perdieron ese partido y posteriormente quedarían fuera de la post temporada. Luego de ese partido en el vestuario local se hacía sentir la disconformidad hacia esos actos inmaduros por parte de un jugador clave.

Con el verano acercándose y Whiteside camino a convertirse en agente libre, lo que muchos se preguntan es ¿vale la pena pagar un contrato grande por un jugador que ha probado ser muy valioso pero muy inmaduro?. En mi opinión, diría que sí. Analizando a Miami uno puede notar fácilmente que es vital para el esquema propuesto por Spoelstra, tanto en defensa como en ataque. Es un equipo que genera mucho del «pick and roll», con Wade y Dragic como principales ejecutantes. Aún más con la ausencia indefinida de Bosh. En Whiteside encuentran un jugador que se mueve bien y sabe finalizar en el aro pero que además ha añadido a su juego el tiro de media distancia, arma que lo hace aún más difícil de defender. Una vez dicho todo esto no debería haber discusión en las oficinas de Miami para firmarlo por unos cuantos años más, pero no es así. Muchos en el entorno de Miami comienzan a dudar de si pueden poner en su hombros una responsabilidad tan grande como la de ganar un campeonato, porque eso es a lo que aspira Pat Riley, cada segundo, cada movimiento de plantilla, cada contacto que hace, es pensando en llevar un cuarto anillo a la franquicia.

Cuando parecía que la paciencia se agotaba tras su incidente con Boban Marjanovic y comenzaban los rumores que lo situaban en el fuera de Miami en la próxima temporada, reaparece luego del All Star poniendo unos numerazos desde el banquillo, como si tuviera que tocar fondo para mostrar su mejor versión. Hasta se le nota más centrado en sus declaraciones, tomando toda la culpa y apoyando las decisiones de la franquicia. Y eso nos lleva al presente, dónde Miami parece haber encontrado la fórmula para la regularidad, sacar a Whiteside desde el banquillo, aportando energía junto a los jugadores jóvenes y tomando un rol protagonista en la segunda unidad. Allí está la prueba que podría decantar a Miami por la renovación, aunque parezca algo normal, no todos los deportistas pueden aceptar un cambio tan drástico. Pero él entendió, al igual que Iguodala en su momento, que cambiar el rol le venía bien a él y al equipo.

Sin dudas uno de los personajes de esta temporada, un jugador que dará que hablar, pero en él está de qué hablarán, si de sus espectaculares actuaciones o de hechos inmaduros aislados. Su futuro depende de él, Miami lo necesita, pero eso no quiere decir que aceptarán su falta de compromiso en algunas ocasiones. Esta novela tendrá su próximo capítulo en el verano que se aproxima, lo que sea que le depare el destino, está en él.