Nate Robinson ficha por el Hapoel Tel Aviv

El jugador se había convertido en agente libre

Nate Robinson
Fuente: Keith Allison (CC)

Tras las noticias que veían a Nate Robinson pasar de las canchas de baloncesto a los estadios de fútbol, según declarado recientemente por el mismo jugador, tras ser cortado por los New Orleans Pelicans, finalmente parece que el ex Knicks, Celtics y Nuggets (entre otros) seguirá jugando al baloncesto.

Según reportado por David Pick a través de su cuenta Twitter, de hecho, el jugador habría llegado a un acuerdo con el equipo israelí del Hapoel Tel Aviv, que navega en la zona baja del campeonato de su país, actualmente dominado por Hapoel Jerusalén y por el Maccabi Tel Aviv.

Nathaniel Cornelius Robinson, mejor conocido como “Nate”, nació en 1984 en Seattle y ha pasado a la historia por ser uno de los jugadores de éxito más bajo de toda la NBA, midiendo solo 1.75 m. Su baja altura no le ha impedido ganar bien tres concursos de mates (2006, 2009, 2010), siendo uno de los mejores saltadores de la liga, haciendo registrar 112 cm de elevación.

Tras cinco temporadas en los New York Knicks, donde alcanzó el mejor registro de 17.2 puntos de promedio por partido en 2008-09, pasó por los Boston Celtics, los Oklahoma City Thunder, Golden State Warriors, Chicago Bulls, Denver Nuggets, donde empezó su declive, hasta ser traspasado a Los Angeles Clippers durante la temporada 2014-15 y empezar esta temporada con los New Orleans Pelicans, donde solo ha coleccionado dos presencias sin anotar ni una canasta.

Posiblemente desquiciado por su trayectoria descendiente en los últimos años, Robinson había recientemente confesado, tras ser cortado por la franquicia de Luisiana, que le habría encantado dedicarse al fútbol americano, del cual siempre se ha declarado seguidor apasionado.

Finalmente la oferta del histórico club de Israel, ganador de cinco campeonatos y cuatro copas de su país, parece haber hecho recapacitar al “pequeño hombre que voló por encima de Superman Howard”, que seguirá así dedicándose al deporte que le ha hecho grande. ¡Mucha suerte, Nate!