Los Nets tendrán un deadline aburrido

Así lo declaraba Mikhail Prokhorov anoche

Fuente: Tianjia Llu (CC)
Fuente: Tianjia Llu (CC)

El trade deadline, como todos sabemos, es una de las fechas más importantes señaladas en los calendarios de cualquier franquicia de la NBA que se precie. Sin embargo, la franquicia que ostenta en su gran mayoría Mikhail Prokhorov, los Brooklyn Nets, no se centrarán mucho en buscar un traspaso. Pese a los recientes rumores de traspaso de Thaddeus Young y Brook Lopez, el dueño ruso del equipo calificó de pasivo el deadline de la franquicia:

«Si contamos con piezas pequeñas y buenas, tal vez podamos hacer algo», dijo Mikhail. «Pero estamos siendo muy pasivos porque no tenemos prisa. Tenemos un proyecto a largo plazo».

Es muy probable que los Nets no tengan que fijarse en traspasos, sino que se estarán planteando si cortar (o llegar a un acuerdo de buyout) con dos jugadores, como son Joe Johnson y Andrea Bargnani. En el caso del primero, lo más factible es un buyout, porque no han surgido todavía rumores de traspaso, quedando pocas horas para el término del periodo de traspasos. Aunque Andrea Bargnani, que tiene el salario mínimo, tiene todas las papeletas para ser cortado. Joe Johnson hizo unas declaraciones sobre este asunto:

«Veremos qué pasa», apuntó Johnson. «Es un poco difícil», manifestó Joe sobre las posibilidades de un traspaso o buyout. «Esto es lo que es, hombre. Obviamente siendo un jugador mayor (tiene 34 años), lo he visto todo, así que nada me sorprende

Al frustrarse la contratación del nuevo GM para los Nets, está más difícil el conseguir traspasar a Joe y su contrato expiring de 25 millones de dólares. Está bastante claro, sin embargo, el proyecto de reconstrucción de la franquicia neoyorquina. Más que intentar traspasar los salarios de Brook y Thad, quieren mantenerlos y reconstruir alrededor de ellos, intentando que atraigan alguna que otra estrella o jugador decente en la agencia libre. Las instalaciones (el HSS Training Center) inaugurado ayer, día 17 de febrero, sin duda ayudará, pues son las instalaciones de entrenamiento más caras de toda la NBA, habiendo costado 50 millones de dólares y dos años y medio de construcción.