Sixers cortan la peor racha de la historia, Kobe se despide de Philadelphia

Los Angeles Lakers 91 - 103 Philadelphia 76ers

Fuente: Philadelphia 76ers (CC)
Fuente: Philadelphia 76ers (CC)

Primera victoria de Philadelphia 76ers en lo que va de temporada, ante el segundo peor equipo de la competición, unos Los Angeles Lakers que fueron el rival propicio para poner cierre a la peor racha de derrotas de la historia del deporte americano. En un encuentro que supondría el adiós definitivo de Kobe Bryant al lugar que le vio nacer.

Llegaban los Lakers tras el anuncio público, en la previa de su última derrota, de la retirada de su máxima figura, un Kobe Bryant que quiso hacerlo público justo antes de llegar a su ciudad natal, Philadelphia, para que los suyos, los que alguna vez lo vieron crecer, pudiesen despedirse de él en la cancha.

Y estos no le fallaron, llenarían el Wells Fargo Center, y ovacionaron a lo que sienten como suyo, al crío que admiraron, en Lower Merion, o al hombre que odiaron, en las Finales de 2001, el mismo que se impondría a su eterno Allen Iverson, apoderándose de un anillo que llegaron a rozar con los dedos. Más tarde le silbarían, en 2002, para hoy cerrar su círculo rindiéndose ante él, demostrándole su respeto, ovacionándole durante todo el partido.

Para que todo ello cogiese aún más peso, los Sixers decidieron homenajear a Moses Malone en este partido, recordando al que una vez fue el gran coco de Lakers, pero también recordar el paso de Bryant por High School. Así podría saludar y abrazar a Gregg Downer, su entrenador de High School en Lower Merion, y al mítico Julius Erving, uno de sus grandes ídolos de infancia.

En frente, y cortando el grifo de la emotividad, los cachorros de estos Sixers, ese equipo que ya es el peor equipo de la historia del deporte americano, con 28 derrotas seguidas, 10 de final del curso pasado, más las 18 de la presente temporada. Pero todo mal momento tiene su final, y este llegaría en el adiós de su hijo pródigo.

Sin mas preámbulos por fin, comenzaría el duelo entre dos equipos que lo fueron todo en la liga, y que hoy por hoy, son colistas de Este y Oeste. Unidos por el pasado victorioso y por un sufrido presente, los dos conjuntos iniciarían un encuentro que nos debía resolver la ecuación de quien es el peor equipo de la NBA.

El choque arrancaría a golpe de inspiración, esa en la que entraría un Kobe Bryant en su mejor versión de esta temporada, anotaría 11 puntos, para 20 en el cómputo global del partido. Kobe se convertía en La Mamba al inicio, con tres triples casi consecutivos en el arranque, y los «MVP MVP» no esperaron mucho para volver a ser escuchados.

La inspiración púrpura de Kobe, llevó a los suyos, a sus Lakers, al dominio total de la primera parte, y tal dominio duraría lo que el físico de Bryant le permitió. A partir de aquí, el desmorone total y absoluto de su equipo, para alegría de unos Sixers que crecían en los excesos de la mamba, y donde solo Jordan Clarkson ponía de su parte para frenar las embestidas de los locales.

Así Lakers llegaría con un +8 al descanso, que poco duraría entre múltiples errores, y aciertos del rival. Kobe insistía en el tiro, intentando encontrar otro momento de inspiración como el del primer cuarto, pero lo que encontró fue el camino a la derrota de su equipo. Pero como dijo al final del encuentro su entrenador, Byron Scott:

“Vamos a jugar varios partidos como este, en los que vamos a vivir o morir con él. Esperamos no morir muchas veces”

Aprovechándose de la situación, los Sixers por fin vieron el camino de la victoria, entre errores y más errores del rival, y aciertos de algunas de sus piezas. Este sería el caso de jugadores como Robert Covington, desde el ala anotaría 23 pts 5 rbts 4 asts, o Nerlens Noel, reciente rumor púrpura, que demostraría su calidad pese a su suplencia, firmando 14 pts 9 rbts 3 asts.

En frente solo Jordan Clarkson, con 19 pts 5 rbts, se intentó oponer a la dictadura en el partido de los Sixers. Ayudado por el doble doble de Julius Randle, uno más, y arrastrado por las dudas y los desaciertos del resto, hasta su derrota final.

En consecuencia, la primera victoria de Sixers, para terminar con una racha de derrotas que parecía eterna, y que trae consigo la confirmación de que el camino del adiós de Kobe Bryant será, tristemente, el peor récord de la historia de la franquicia de púrpura y oro, y muy posiblemente uno de los dos peores récords de esta temporada en la NBA.