Los Utah Jazz encajan su cuarta derrota a costa de Chris Bosh y Tyler Johnson

Utah Jazz 91 - 92 Miami Heat

FOTO: WIKIMEDIA (CC)
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Dos bajas claves, una para cada equipo, fueron los titulares de la noche. Rudy Gobert se perdía el encuentro por un esguince de tobillo y Dwyane Wade faltaba a la cita por la hospitalización de uno de sus hijos.

El primer cuarto perteneció a la franquicia de Florida. Empezaban marcando el ritmo de juego y Goran Dragic anotaba facil en contraataques, ante un Neto que sufría para contener la experiencia y la rapidez del esloveno. Miami abría el encuentro con un parcial de 0-9. Aunque se desinflaron las embestidas de Miami y fallaban los seis tiros posteriores. Gordon Hayward jugó mucho más agresivo durante la primera mitad, sobre todo atacando el aro, y eso le valió irse al descanso con 16 puntos y un 4-7 tiros de campo. La segunda parte sería otra historia para el de Indianápolis. En el segundo cuarto los Jazz consiguieron reducir la diferencia e irse al descanso perdiendo solo de uno (45-46).

Igualdad hasta el periodo final

El segundo periodo se vislumbró a uno de los héroes de la noche para Miami, Tyler Johnson. Cuesta creer que el joven base de los Heat no haya sido drafteado. Con la salida de Chalmers, Johnson se ha vuelto el segundo base de Miami, y hoy mostró porque Spoelstra y Pat Riley han confiado en el antiguo jugador de la universidad de Fresno. Acabó el partido con 17 puntos, y hizo sufrir de lo lindo al backcourt de los Jazz. La segunda unidad de Utah carburaba menos que la primera. Bosh abusaba de la inexperiencia de  Trey Lyles – que entró en sustitución de Gobert, desplazando a Favors a la posición de pívot – con pump fakes y otras virguerías fruto de sus 13 años en la liga. Pero Alec Burks y Derrick Favors iniciaban un intento de asalto al marcador. Favors tuvo una noche fabulosa, con 25 puntos, 12 rebotes y un máximo de carrera en tapones, con 7.

El propio Burks daba el liderato a los Jazz a los pocos segundos de empezar el tercer cuarto. A partir de aquí el partido fue un vaivén de buena defensa y alguna que otra canasta para uno y otro equipo. No hay que olvidar que se enfrentaban las mejores defensas de la NBA en este comienzo de temporada: los Jazz llegaron al American Airlines Arena concediendo 89,7 puntos al rival, y permitiéndole por debajo del 41% en tiros campo, mientras que los Heat concedían 90,1 puntos y los contrarios tenían un acierto un poco por encima del 41%. Derrick Favors ponía en aprietos a Whiteside con su actividad, su juego de pies y quitándole incluso rebotes ofensivos.

Los finales 12 minutos empezaron con igualdad máxima (66-66), pero Utah dejó de ejecutar bien en ataque. Y Bosh, Dragic y Tyler Johnson no estaban por la labor de esperar a que los Jazz comenzaran a jugar. Han sido ya varias las veces en que la fluidez atacante de la franquicia mormona desaparece y se estanca. Sólo lograron realizar cuatro puntos en los primeros seis minutos. Si bien es cierto que lograron reaccionar y ponerse a dos puntos (82-84), Hayward tuvo un par de malas jugadas, en que dribló demasiado o no logró aprovechar los tiros abiertos que tenía: solo anotó tres tiros de catorce en la segunda mitad. Un tapón increíble de Bosh sobre Hayward cambio el momentum del partido para siempre. Los más acérrimos seguidores del equipo del Lago Salado se deben de haber dado cuenta de que Hayward no es un jugador de lo que al otro lado del charco denominan clutch. Bosh y Dragic se encargaban de cerrar el encuentro anotando los tiros libres correspondientes y el triple de Burks sobre la bocina sirvió para maquillar el esfuerzo insuficiente de los Jazz (91-92).

Miami gana así su sexto encuentro en nueve partidos. Después de la derrota en Cleveland, Utah encaja la segunda consecutiva. Todavía le quedan visitas a Orlando y Atlanta antes de encaminarse a la montañosa Salt lake City. Por su parte, los Heat disfrutarán de cuatro encuentros consecutivos en casa, frente a Minnesota, Sacramento, Philadelphia y los New York Knicks.