Michael Malone: ¿Acierto o error?

Analizamos lo que supone su contratación

Ayer, el periodista de renombre, Adrian Wojnarowski, anunciaba lo siguiente:

Michael Malone era contratado como nuevo entrenador de los Denver Nuggets, dejando así todos los banquillos de la NBA ocupados. Tras la confirmación oficial de la franquicia acerca de la contratación de Malone, el técnico declaraba lo siguiente:

«Estoy emocionado por haber sido escogido como el siguiente dirigente de los Denver Nuggets y no puedo esperar a comenzar. Mi familia y yo queremos ser parte de la comunidad de Denver.»

No debe sorprender que Malone haya encontrado un puesto de trabajo seis meses después de perder su anterior puesto como entrenador de los Sacramento Kings, una destitución que disgustó a más de uno a decir verdad. Su inicio de temporada fue sorprendentemente bueno para un equipo el cual estaba en proceso de reconstrucción, y su destitución fue vista por muchos como un golpe bajo, ya que se le echó del equipo cuando DeMarcus Cousins se encontraba hospitalizado, y éste tenía un gran aprecio por Malone. Malone ha ocupado el puesto de asistente durante muchos años en muchos banquillos diferentes, siempre de mentalidad defensiva, fue una pieza clave para la progresión de muchos jugadores en ese aspecto, como los de los Golden State Warriors, equipo que actualmente se encuentra disputando las finales de la NBA.

El ex-King Isaiah Thomas, comentó lo siguiente acerca de la contratación de Malone en su cuenta personal de Twitter:

Este comentario demuestra la apreciación que jugadores que han colaborado con Malone sienten por él, un hombre querido dentro y fuera de la cancha. No debemos olvidar que Malone fue capaz de sacar lo mejor de Cousins. Convertir en un estandarte de profesionalidad y esfuerzo defensivo a uno de los jugadores más talentosos de la liga, pero también de los más «intensos», es algo digno de mención. Cousins estaba encantado con Malone, algo que suma puntos a su favor.

Sin embargo, observando la contratación de Malone desde un punto de vista meramente de estilos, podría ser el último hombre que te imaginarías con posibilidades de recalar en Denver. En la temporada 2013-14 , los Kings de Malone finalizaron en la 14ª posición en cuanto a ritmo, y en la 19ª posición en cuanto a eficacia ofensiva. En este breve año que disputó Malone en los Kings, el ritmo del equipo disminuyó todavía más, situándose en la 17ª posición, pero escalando hasta la 15ª en cuanto a eficacia ofensiva. Parte de los motivos que llevaron a la destitución de Malone recaen sobre la idea de que nunca llegó a crear el tempo ni la intensidad ofensiva que la directiva le reclamaba. Sin embargo, parte de la culpa de no poder crear un ritmo de juego más alto la tiene la plantilla con la que contaba en ese momento, una plantilla que se basaba en un fuerte juego en el poste, y poca fluidez ofensiva.

Además de las dudas por estilo que se puedan crear alrededor de Malone, queda añadirle la extraña situación de volver a unirse a un conjunto en el cual se encuentra Pete D’Alessandro (nombrado recientemente Vicepresidente de operaciones de los Nuggets), ya que fue éste el que le echó de Sacramento. Así pues, la contratación de Malone debería resultar un suceso más que extraño; ¿Pete D’Alessandro le destituye en Sacramento, y seis meses después le contrata para dirigir al conjunto de Denver? Aquí hay algo que no cuadra, y así lo dejó entrever el periodista Mike Prada de SB Nation en su cuenta personal de Twitter:

Sería extraño pensar que Pete D’Alessandro no ha tenido nada que ver con la contratación de Malone dado su relevancia dentro de la franquicia, aún así, esta nueva situación sigue resultando algo insólita.

Si hemos de destacar un punto a favor dentro de la historia de la franquicia de Denver, ha sido la altitud. Efectivamente, contra más altura con respecto al nivel del mar haya, más rápido se cansa tu cuerpo, y eso es algo que los Nuggets han aprovechado en múltiples ocasiones, tal es así, que desde la fundación de la franquicia en la temporada 1974-75 , el conjunto de Denver ha tenido el ritmo medio más elevado de toda la competición. En todo este tiempo, el porcentaje de victorias en casa de Denver ha resultado ser de un 64.9% , siendo ésta la 9ª mejor marca de toda la liga. Por si no fuera suficientemente impresionante este dato, sorprende todavía más cuando lo comparas con el porcentaje total de victorias de la franquicia, que es de un 48.6%.

Contratar a un entrenador que se caracteriza por un alto elevado ritmo de juego habría sido una maniobra con sentido dentro de la franquicia, a la par que habría sido la mejor manera de sacarle todo el potencial al equipo. Si tenemos en cuenta esto, y lo comparamos con el estilo de Malone, un juego lento y de gran peso defensivo, la única conclusión que podemos sacar es que la franquicia está preparando un lavado de cara para el equipo, con lo que hemos de esperar todavía más cambios dentro de la plantilla del equipo, así lo ha declarado a su vez el periodista Chris Mannix:

Si tenemos en cuenta la posibilidad  de que vayamos a ver más cambios en la plantilla, probablemente los dos jugadores con más posibilidades de salir sean Ty Lawson y Kenneth Faried. Ambos poseen grandes cualidades físicas que se verán minimizadas con un entrenador de las características de Malone, además, ambos llevan semanas envueltos en un sinfín de rumores que los sitúa lejos de Colorado.

Atendemos más a un cambio en la estructura del equipo, que no a un cambio en la mentalidad de Malone, ya que un juego tan rígido y basado en la defensa como es el suyo, no tiene pinta de ser muy flexible. Y quizá, éste es el motivo por el cual Malone ha recalado en Denver, quizá la franquicia se haya cansado del caos en la cancha, de no tener una estrategia definida, y buscan en Malone esa serenidad que pueda crear una esencia ganadora de una vez por todas en los Nuggets.

Puede parecer que la franquicia vaya a perder su identidad, y la dejemos de conocer como hasta ahora, pero teniendo en cuenta el éxito que el estilo tradicional de Denver ha traído a la franquicia, quizá no sea una mala idea, después de todo, conseguir pasar de primera ronda en Playoffs una sola vez en 20 años, no es que sea una marca de alabar, y quizá todos los vientos de cambio que soplan en la ciudad de Colorado sean lo que el equipo necesita para establecerse como una franquicia ganadora.