Cuando todo pintaba bien en el Valencia Basket, olvidando aquella época en la que resultaba muy complicado contar con absolutamente todos sus jugadores, han vuelto los problemas con las lesiones. En el encuentro de anoche ante el Real Madrid, en el cual los blancos se impusieron por 81-71, Kresimir Loncar se tuvo que marchar al vestuario en los instantes finales después de que su compañero Sam Van Rossom cayese sobre su pierna izquierda en una acción fortuita.
Abandonó el terreno de juego entre los aplausos de la afición madridista. Los servicios médicos del club taronja han confirmado que sufre una rotura fibrilar en el ligamento lateral interno de su rodilla izquierda. Se estima un tiempo de recuperación de unas seis semanas, por tanto no podrá jugar más esta temporada.
Ayer mismo Pau Ribas sintió molestias en la parte inferior del muslo de su pirna derecha. Los médicos han diagnosticado que sufre una microrrotura fibrilar en los isquiotibiales de su pierna derecha.
El escolta catalán no podrá disputar el encuentro del domingo a las 12 en la capital. Su evolución marcará el camino a seguir en los próximos compromisos, así como su disponibilidad. Es un jugador vital para el equipo.
