La Navidad es Baloncesto

La NBA como forma de felicidad

En estas fechas tan señaladas para todos, llenas de buenos sentimientos, intentos de felicidad, deseos de futuro y reconciliación con la familia, yo siempre pienso en baloncesto. Nada nuevo en mi vida. Suelo pensar que el baloncesto es el juego de las sensaciones, un mix en la batidora que hace que sea un juego especial, lleno de emociones y vibraciones, y en estos días no es algo aparte.

La NBA tiene un aroma, tal vez una sensación, o más bien una aureola en el ambiente de puro espectáculo siempre, pero en los días de Navidad se tiñe con tintes de buena sintonía y felicidad. Sólo los que pensamos que el día 25 es especial porque hay partidos de NBA con alto riesgo de enamorar, somos los verdaderos amantes de éste juego. Los que dejáis a la familia un rato para poder ver esos partidos, sois el verdadero baloncesto.

La NBA es especial, no sólo por sus jugadas, sus mates, sus partidos inolvidables o su ambiente de grandeza, sino también por esos pequeños detalles que es capaz de crear en el espectador. En este aspecto la NBA es única, envidiable para todos los deportes en el Mundo. No sólo es Marketing, es algo innato en este deporte.

No hay nada comparable al sonido de un balón entrando por una red. Ese sonido. Una liberación en tu cuerpo se produce y liberas endorfinas para quedarte satisfecho contigo mismo. Todos conocemos ese sonido, y todos deseamos que se produzca cuantas más veces mejor, y si no puede ser en la calle pues en tu televisor.

Si no existiera el baloncesto, habría que crearlo. No podemos imaginarnos una vida sin el baloncesto, sin él nos sentimos vacíos. Muchos nos dicen que es sólo un deporte, un juego. Tal vez sí, o tal vez es una cultura, una forma de vida, una religión, un deporte sí, un deporte… pero para mí una mezcla de sensaciones que nunca voy a querer dejar de sentir.

Todos hemos emulado a nuestros jugadores favoritos cuando eramos pequeños (y no tan pequeños), y todos sabemos lo que se siente al salirte (o eso crees en ese momento) una jugada igual que a tu estrella. Esa sensación, es la felicidad. Hay muchas maneras de llegar a la felicidad, incluso algunos expertos dicen que la felicidad es una utopía y que es imposible conseguirla plenamente. Pues bien, tal vez plenamente no, pero evadirte de todos los demás problemas de la vida y sentirte feliz por unos instantes sí es capaz de conseguirlo una y mil veces éste «juego». Impredecible como ninguno, emocionante como siempre, el baloncesto siempre encuentra la manera de sacarte una sonrisa y a su vez de sorprenderte cada día.

Hoy no hay NBA, es día 24, Noche Buena, pero que no haya partidos no significa que deje de latir en nuestros corazones. Por ese motivo me he puesto a escribir este artículo, y por el mismo motivo estamos todos deseando que llegue mañana.

Feliz Navidad a todos los que os gusta el baloncesto