Kristaps Porzingis cumple 19 años

Es una de las promesas del próximo Draft

Nacido el 2 de agosto de 1995 en Liepaja, oeste de Letonia, tanto su padre como su madre fueron jugadores, y su hermano mayor, llamado Janis, ha jugado en muchísimos equipos a nivel profesional. La relación de Kristaps con el baloncesto es cosa de familia.

Empezó a jugar a los seis años y soñaba como muchos otros compatriotas suyos en llegar a ser como Andris Biedrins, que fue elegido en primera ronda del draft. Tenía mucho talento desde niño y era siempre el más alto en la pista de cualquier colegio, aunque reconoce que no le gustaba jugar de interior.

Competía en el Liepaja Jauvas, y cuando al director deportivo de su equipo le pidieron un informe sobre las promesas del club, y no dudó en ponerle el primero de la lista. Ese informe llegó a las manos del Cajasol de Sevilla que apostó por el chaval, que era extremadamente delgado. Llegó a Sevilla en el verano de 2010, cuando acababa de cumplir los 15, y aunque medía 2 metros tan sólo pesaba 70 kilos, pues tenía problemas de anemia, lo cual no le permitían rendir a su mejor nivel y por lo que tuvo que someterse a un estricto régimen nutricional. Y para colmo, como es normal, no sabía hablar en castellano.

Fue explotando sus grandes virtudes a base de trabajo y esfuerzo  hasta llegar a ser el jugador que es actualmente. Ahora mide 212 centímetros, una altura no muy común para alguien que juega muchos minutos de alero. Su envergadura es impresionante, lo que le facilita para ser un gran intimidador y reboteador, tiene un buen tiro y se mueve muy rápido por la pista. Y por si fueran pocas sus cualidades hay que añadir que juega por encima del aro, da gusto verle machacar continuamente.

Llamó mucho la atención en el Campeonato de España Junior cuando logró 23 puntos, 5 rebotes, 2 asistencias, 5 robos y 5 faltas recibidas en tan sólo 14 minutos. Increíble. Y el verano pasado lideró a su generación en el Campeonato de Europa U-18, dónde terminó con unos promedios de 11,5 puntos, 10 rebotes y 4,9 tapones.

Esta temporada ha jugado a las órdenes del señor D. Alejandro, como bien decía nuestro añorado Andrés Montes, quién probablemente sea el mejor entrenador para los jóvenes en Europa. Ha seguido con su fase de adaptación al baloncesto profesional, y sin lugar a duda tiene un buen futuro por delante (de hecho muchos expertos le sitúan entre las primeras elecciones del próximo draft), y muestra de su sacrificio y ansías de mejora este verano ha decidido renunciar a su selección para entrenar con el gran Serge Ibaka. Tiene que mucho trabajo en el aspecto físico, donde seguramente el de los Thuder le podrá ser de gran ayuda.

Veremos que sucede con este mega crack. Recordemos este nombre, Kristaps Porzingis, de 19 años, porque seguro que dará mucho de que hablar en los próximos años.