NBA en celuloide

Jugadores NBA interpretando papeles de cine

El cine es un arte consagrado, que, en ocasiones, se aúna con un deporte consagrado para formar un tándem de interesantes resultados.

El mundo del baloncesto; de la NBA, ha creado momentos y momentos que han permanecido en las retinas de quienes los han podido ver durante mucho tiempo; y jugadas, canastas, mates, o incluso discusiones que merecerían tener su propia película. Es decir: la canasta de Jordan a Utah, los 81 de Bryant, o el concurso de mates de allá por el 2002 bien merecerían una película por sí mismo. En las gradas siempre se pueden encontrar rostros conocidos del mundo del celuloide, y muchos grandes momentos han sido protagonizados por ellos mismos.

Muchos directores, o productores, buscan utilizar el tirón mediático de las estrellas NBA para crear una película que sea un éxito; a menos a nivel comercial. Y, aunque en la mayoría de ellos, las aptitudes interpretativas de estos quedan en evidencia, han dado como resultado títulos y títulos que bien merecen, cuanto menos, ser recordados.

En el año 1984, surge Conan el destructor (Richard Fleischer, 1984). La película narra como la poderosa Reina Taramis promete a Conan hacer volver a su amada del Reino de la Muerte, pero con una condición: debe traerle un legendario cuerno con piedras preciosas incrustadas y a una bella y joven princesa. Conan destruye a todos sus enemigos por el camino con tal de volver a ver de regreso a su amada, andando un largo camino plagado de aventuras.

En este film nos encontramos con Wilt Chamberlain junto a Arnold Schwarzenegger. El jugador de los 100 puntos, interpreta a Bombatta; capitán de la guardia de Shadizar. Su interpretación, lejos de ser merecedora de un Oscar, es ejecutada de manera correcta; y su cuerpo, con 2,16m. le hace ocupar el papel de un hombre con un físico descomunal, lo que le convierte en un autentico guerrero.

 

La acción, sin duda, junto con las películas que se centren en el propio baloncesto, es el temaAterriza principal elegido por las estrellas para dar el salto a la interpretación; como demuestra Kareem Abdul-Jabbar en su combate contra Bruce Lee en Game of death.

Pero no solo de golpes viven estos hombres: Kareem también participó, haciendo de copiloto, en una película denominada de género “comedia absurda”.

Aterriza como puedas (Jim Abrahams, David Zucker, Jerry Zucker, 1980) demostró las dotes de este dominante pívot en cuanto a la carcajada, dándole un papel que resultó tan gracioso de visionar una vez interpretado, como una película que sucumbió a la crítica por, hacer demasiada gala de la palabra “absurda” de su género. Sin embargo; y aunque todo el mundo que esté puesto en el baloncesto conoce el nombre de Jabbar, bien es cierto que su interpretación en el film Aterriza como puedas le acercó mucho más a la fama y a ser conocido por un sector más grande.

Además, Kareem posee un amplio historial de cameos y papeles en diversas películas como BASEketball, Fletch, Olvídate de París…demostrando que sus dotes interpretativas no son tan descabelladas como en otros jugadores que dieron el salto.

 

Y así llega el excéntrico Dennis Rodman a la gran pantalla. El que fuese compañero de Jordan, del que más tarde hablaremos, protagonizó dos películas que no pasaron desapercibidas; y que descubrieron otra faceta del pívot.

Así, sale a la luz Double Team (Tsui Hark, 1997) En ella aparece junto a Jean-Claude Van Damme, para formar parte de una película de acción con agentes antiterroristas y traficantes de armas. Y tres años después, se descubre al mundo en Rescate explosivo (Kevin Elders, 2000) donde vuelve a demostrar que, el que fuese un jugador de acción, dominante e incansable en la lucha de cancha, también lo es en el séptimo arte.

Dennis, así, participa en dos películas de acción que, aunque no recibieron el reconocimiento tan apabullante como podría caber esperar, sí que son muy dignas de ser visionadas; y disfrutar así del, posiblemente, jugador más excéntrico tanto dentro, como fuera de la cancha.

 

Hablando de más pívots, de más dominantes de la liga y de personas excéntricas y que aportan ese grano de simpatía a la montaña del mundo, surge Shaquille O’Neal.

El mayor poder de la época moderna de la NBA que ha acontecido sobre la pintura de pabellones y pabellones, también se acerco a la gran pantalla; siendo, posiblemente, el que mejores interpretaciones ha realizado, a merced de que sus películas no hayan sido nada del otro mundo.

Así surge Ganar de cualquier manera (William Friedkin, 1994) donde Shaq interpreta (junto a Penny Hardaway) a un jovencísimo pívot que posee unas cualidades innatas para el baloncesto, y que ayudará a un jovencísimo equipo a lograr grandes resultados.

En 1996, su nombre ya era muy bien conocido en todo el mundo, y el color púrpura y oro yaKaazam acontece en su vestimenta de corto. La fama es mayor, a expensas de los grandísimos años que le esperaban por delante dentro de las canchas. Pero fue Paul Michael Glaser quién se fijó en él, viendo un autentico genio de lámpara maravillosa para formar una película familiar con ápices de comedia, que entretiene a pequeños y mayores. Kazaam le abre las puertas como protagonista principal, y Shaq ya empezaba a ser el Shaq que todos conocemos.

Y tanto se le conoce, que en 1997 protagoniza Steel: un hombre de acero, película de Kenneth Johnson, donde Shaq interpreta a un diseñador de armas que termina siendo la única esperanza de la sociedad, en una película de acción que demostró que su físico era imponente en cualquier ámbito.

A partir de todo esto, surgen muchos cameos: en Scary Movie 4 (David Zucker, 2006) Shaq es capaz de reírse de su porcentaje irrisorio durante toda su carrera en tiros libres; y también aparece en Jack y su gemela (Dennis Dugan, 2011) y Niños grandes 2 (Dennis Dugan, 2013).

La carrera de Shaq como actor no es de las más prestigiosas de Hollywood, pero si es cierto que él es el jugador que mayores interpretaciones ha realizado, y, cuanto menos, el que más sonrisas nos ha sacado desde la otra parte de la pantalla.

 

Otro de los jugadores que más han aparecido en pantalla ha sido Ray Allen.

He got game “UnaJesus mala jugada” (Spike Lee, 1998) es una película dramática sobre baloncesto, para la que Spike había pensado en Kobe Bryant; al que no pudieron darle lo que pedía.

Gracias a ello, Ray Allen se mezcla con Denzel Washington para dar a luz a su personaje Jesus Shuttlesworth (apodo que adquirió Ray Allen para el reciente partido de los motes), y centrarse en el debate de ayudar a un padre del que no se siente orgulloso, o entrar a formar parte de la mejor liga del mundo.

Ray Allen demuestra que posee aptitudes dignas para la interpretación, y junto a sus compañeros de reparto, crean una de las grandes películas sobre baloncesto del panorama internacional.

http://www.youtube.com/watch?v=muEaclIjsTU

 

Ahora sí, posiblemente hablamos de la película que todo el mundo conoce sobre baloncesto. Space JamSpace Jam (Joe Pytka, 1996) aúna animación con personajes reales, creando una aventura que la mayoría de nosotros ha podido disfrutar. En ella, el personaje principal –respetando a Bugs Bunny- es, nada más y nada menos que Michael Jordan.

El, considerado por la inmensa mayoría, mejor jugador de la historia, nos sumerge en una aventura con ápices de comedia, donde el baloncesto es el arma capaz de salvar a la humanidad, y donde se pone en orden la lucha y la capacidad de sufrimiento que posee el baloncesto.

Una historia de humanidad y compañerismo, donde todos los personajes forman un tándem excepcional, recreando la película por antonomasia sobre baloncesto mundial.

En dicha película, unos extraterrestres diminutos roban sus habilidades sobre baloncesto a diferentes jugadores (Charles Barkley, Patrick Ewing, Muggsy Bogues, Larry Johnson y Shawn Bradley) para conseguir jugarse la libertad de unos Looney Tunes, que piden ayuda a Michael Jordan mientras jugaba al golf con Bill Murray y Larry Bird.

 

Para Space Jam 2, salieron rumores de que, con esta nueva película, iba a ser LeBron James el encargado de regresar a las pantallas la histórica saga, pero todo hace indicar que esto no será así, y que finalmente no participará en la segunda película de un título que, con Michael, recaudó 200 millones de dólares por todo el mundo.

Y hablando de Jordan, y de LeBron; hablemos del que parece ser el tercero en discordia con permiso de Kobe Bryant: Kevin Durant. Quiero ser un Thunder (John Whitesell, 2012) es una película de comedia, que sigue el mismo patrón que Space Jam, pero sin entrar en la animación.

En ella, un joven de 16 años gana unas habilidades milagrosas de baloncesto en detrimento de la gran estrella de los Thunder de Oklahoma. Kevin Durant entra así en el mundo del séptimo arte; en una película que, sin pena ni gloria, pero entró en la filmografía de los amantes del baloncesto, y de jugadores de la NBA que buscan demostrar sus dotes interpretativas.

 

En el año 2002, un jovencísimo actor llamado Bow Wow protagoniza una película titulada Una pandilla de altura (John Schultz, 2002). Una pandilla de alturaEn ella, este joven jugador se encuentra unas zapatillas con las iniciales MJ, lo que hacen suponer que pertenecían a Michael Jordan; y gracias a ellas, consigue un juego envidiable. Tanto es así, que los Knights (equipo ficticio) le hace jugador profesional, y así consigue enfrentarse a jugadores como Allen Iverson, Jason Kidd, Webber, Alonzo Mourning, Tracy McGrady, Vince Carter, Dirk Nowitzki y Robinson; en la que es, posiblemente, la película que más acerca el mundo NBA a las pantallas.

 

Jugada perfectaHablando de cameos, propiamente dichos, surge una película sobre un jugador ficticio de los Nets de New Jersey: Jugada perfecta (Sanaa Hamri, 2010).

En ella, Scott es un jugador de los Nets, estrella de la Liga, que se lesiona en el partido de las estrellas. La película es una especie de comedia romántica que no tiene nada de especial; pero en ella aparecen jugadores de la NBA realizando cameos y apariciones estelares para apoyar a su amigo fuera de la cancha.

Dwyane Wade, Dwight Howard, Mike Fratello, Stan Van Gundy, Kenny Smith, Rajon Rondo, LeBron James o Andre Iguodala son algunos de los jugadores que se muestran como ellos mismos en una película que coleccionó críticas en ambos lados de la balanza.

 

Muchas son las películas que han sido protagonizadas o que han tenido algún cameo por parte de estrellas consagradas en la NBA; y, en la mayoría de ellas, la participación de estos no ha pasado desapercibida, dando lugar a entrañables actuaciones y a risas desmesuradas por parte de los que observan que, a la mayoría de ellos, se les da mucho mejor el aro que la cámara.