¿Una NBA sin Los Ángeles Lakers?

La historia pudo ocurrir el 19 de Enero de 1959

Una NBA sin los Lakers… Tres anillos más para Boston, otros cuatro para Philadelphia, Pacers, Nets y Magic inaugurando sus marcadores. Larry Bird con cinco anillos, Kobe Bryant anotando como un loco para los Charlotte Hornets. ¿Habría sido una historia muy distinta, no? Pues todo esto que parece el sueño húmedo de cualquier habitante de Massachussetts y la peor pesadilla de David Stern estuvo a punto de ocurrir el 19 de Enero de 1960.

Los Lakers de la década de los 50
Los Lakers de la década de los 50

Entonces lo Lakers no estaban en la cálida y superficial California sino que se encontraban en la fría y trabajadora Minessota. Los más profanos en la materia entenderán ahora el por qué del nombre de la franquicia: Lakers, una denominación un tanto extraña para un equipo afincado en el sur de la costa Oeste de los EEUU donde pegarían mejor otros como Bochorno, Silicona (no pensar que va por el valle de sílice), o cualquiera de los tópicos habituales que los vecinos de una ciudad arrojamos a los de otra. No, el equipo se llamaba Lakers a causa de la enorme cantidad de lagos (más de 20, humedales aparte) que pueblan los alrededores de Minneapolis, ciudad donde nace la franquicia.

 

Hasta la «Ciudad de los Lagos» llegan los hasta entonces conocidos como Detroit Gems a cambio de 15.000 dólares tras una pobre administración deportiva y financiera. Aquí vivirán una época bastante exitosa en la que consiguen un título de la NBL (1948) otro de la BBA, precursora de la NBA (1949) y tres de la ya NBA (50, 52, 53).

 

MPLS Lakers logo
MPLS Lakers logo

Con estos antecedentes llegamos hasta la noche con la que comenzábamos nuestra historia. La 1959-1960 estaba siendo una temporada de transición de los Lakers tras haber perdido el año anterior el título frente a los Boston Celtics, y los rumores de traslado de la franquica eran más que constantes. Esa noche había sumado una nueva derrota frente a los Hawks de Saint Louis y el equipo se dirigía hacia el aeropuerto donde les estaba esperando su avión privado (ya vemos que el gusto por la ostentación no fue algo que se encontrasen en Los Ángeles, sino que viene en el «adn Laker»), un espectacular DC-3 que había cumplido su servicio durante la Segunda Guerra Mundial y de los que aún sigue habiendo ejemplares en activo 78 años después de su diseño.

El avión contaba con unos crónicos problemas en los generadores, que ya habían dado problemas

en más de una ocasión, por lo que los mecánicos aprovecharon el tiempo que el aeropuerto se encontraba cerrado por incidencias climáticas para revisarlos. No sabemos si los mecánicos estaban subcontratados a Sacyr o si los generadores estaban diseñados por Santiago Calatrava y por muchas revisiones que se le hicieran, iban a fallar; la cuestión es que fallaron en pleno vuelo.

¿Qué pasa cuando fallan los generadores y el avión está en el aire? Pues un montón de cosas divertidas que hacen del vuelo una experiencia inolvidable: se apagan las luces, te quedas sin todos los sistemas de navegación, radio y todo aquello que necesite energía eléctrica para funcionar. En resumen, eres un pájaro ciego con solo una brújula para guiarte, eso si, un pájaro de 11.8 toneladas, a 320 km/h y con capacidad para 28 pasajeros.

Ciego, en el aire y con un retorno imposible a Saint Louis a causa de las condiciones meteorológicas lo único que puedes hacer es confiar en la pericia del piloto. Bueno, confiar pericia del piloto y en rezar todo aquello que sepas o recuerdes, que es lo que hizo la estrella del equipo, Elgin Baylor, mientras se acordaba de aquello que le comentó su compañero de equipo Jim «Boomer» Krebs días antes. Lo que este le había confesado es que tenía el presentimiento de que el avión del equipo se iba a estrellar.

 

Tras cinco horas de vuelo, vagando por el cielo sin saber dónde estaban ni hacía dónde se dirigían el piloto bajó a una altura de 500 pies para ver si veía algún sitio en el que aterrizar, puesto que los depósitos del avión debían estar prácticamente secos, y lo encontró. A lo lejos vieron unas luces de lo que parecía ser una ciudad y con la esperanza de que los viesen desde el aeropuerto, lanzaron una ráfaga; pero no hubo suerte, no, no los vio nadie. Lo que sí que distinguieron fue un campo de trigo cubierto de nieve y, debió pensar el piloto,»a fala de pan, buenas son tortas».

El veterano piloto de guerra comenzó a volar en círculos alrededor del campo de trigo para ajustar la maniobra de aterrizaje pero no sin problemas, puesto que en una de estas vueltas casi se come una arboleda. De esta manera, a la tercera intentona llegó la vencida y el piloto consiguió aterrizar el avión. Las explosiones de júbilo ya se las pueden imaginar todos ustedes, a un servidor lo que le gustan más son aquellos detalles que te hacen sonreír pensando en que si la vida de todos nosotros tiene un guionista, este es un cachondo de tres pares de narices. Y en esta ocasión quedó demostrado cuando tras aterrizar, como luego supieron, en Carroll (estado de Iowa) el primero en llegar al lugar del aterrizaje fue Joe Twit, el funerario local.

Cuenta la leyenda que nuestro amigo Elgin Baylor, ya recuperado del susto ante las agoreras palabras de su compañero de equipo lo primero que le dijo al bueno de Joe fue: «Lo siento amigo, pero esta noche te quedaste sin trabajo». Los americanos y su habilidad para sentenciar cada momento grande de su vida con un comentario aún más épico, están hechos de otra pasta estos hombres.

Elgin Baylor ya en Los Angeles Lakers
Elgin Baylor ya en Los Angeles Lakers

La cuestión final es que el equipo sobrevivió, finalizó la temporada de manera desastrosa y esto les permitió conseguir una buena ronda del draft para la siguiente temporada con la que empezar en su nueva ciuda: Los Ángeles. El elegido en la segunda posición del draft, procedente de la Unviersidad de West Virginia sería Jerry West, pero eso es ya otra historia…

 

Fuente: http://stewthornley.net/mplslakers_plane.html