Los Sixers no ejercen la opción a Jahlil Okafor

El serial Jahlil Okafor/Sixers hoy a vivido lo que podríamos considerar su capítulo final. Un amargo epílogo que clausura una relación complicada y llena de intrahistorias. El sello del divorcio entre la franquicia y el jugador se ejecutó el pasado lunes, cuando el equipo renunció al cuarto año del jugador. Eso se traduce a que el pívot pasará a ser agente libre sin restricciones el próximo verano. Uniéndose a un calamitoso y por qué no decirlo así, maldito club que cuenta en sus filas con ilustres nombres como Anthony Bennett (pick 1, 2013) Hasheem Thabeet (pick 2, 2009) y Greg Oden (pick 1, 2007), jugadores elegidos en el Top 3 que se quedaron lejos de la opción de cuarto año.

Okafor nunca congenió con la afición, o al menos no al nivel de los otros productos de “The Process”. Son incontables los detalles y el juego de apariencias que se han desarrollado estos tres largos años. Como redactor, yo mismo he tratado con asiduidad el tema en pasadas noticias, que se ajustaban difícilmente a la realidad. La noticia, para que engañarnos, resulta doblemente devastadora para el jugador y la franquicia. El primero porque significa que no tiene lugar en el equipo y la segunda no ayuda a aligerar la tensión mediática al alza, después del “caso Fultz”.

 Cuesta creer este desenlace teniendo en cuenta que Okafor realizó muy buenos números en su temporada rookie con 17 puntos y 7 rebotes en 30 minutos. Pero los problemas fuera de la pista y sobre todo, su apatía y desgana palpables cada vez que saltaba a la pista, hervían a la afición. Finalmente, estos promedios le valieron para ser elegido en el mejor quinteto de novatos. Fue especialmente en la segunda campaña cuando tuvo que competir por minutos con Embiid, Noel y Holmes que Okafor pudo sentir de primera mano que tan precaria era su situación. Sus problemas de rodillas tampoco ayudaron, sembrando cada vez más dudas sobre su juego y salud. No negaremos el talento del jugador, que es inmenso si hablamos del aspecto ofensivo, pero su juego, unido a su defensa, problemas de salud y actitud le condenaban.

Fruto de la situación sus números cayeron hasta los 12 puntos y 5 rebotes en 22 minutos de juego. Okafor estaba en el mercado y si no salió fue por falta de ofertas. Además, la salida de Noel no le valió recuperar su sitio en la rotación. Finalmente, el jugador trabajó su físico durante el verano, quería reivindicarse. Llegó a perder cerca de diez kilos siguiendo una dieta vegetariana. Además, que como se observó en el ‘training camp’ se mostró más ágil y competitivo, lamentablemente para él, su futuro ya estaba decidido.

Así nos encontramos con una franquicia que no le ha querido dar otra oportunidad, ni le han facilitado una salida. A todos los aficionados y en la redacción en el caso más concreto nos duele más lo segundo que lo primero. Hemos hundido la carrera de un jugador, un jugador que no sé comprometió hasta el último momento, pero no deja de ser lamentable y grotesca como se han desarrollado los eventos. Seguiremos informando de como acaba este nuevo lío en la parroquia sixer.