Luke Walton: ¿Por qué esta debe ser su temporada?

El entrenador debe mejorar junto con su equipo

Luke Walton Lakers
Luke Walton afronta su segunda temporada al frente de los Lakers – LakersNation Media (Youtube/CC)

Al igual que a Lonzo Ball no se le exige tanto al ser su año de rookie, si se le exige un nivel superior a jugadores con años de NBA a sus espaldas. Julius Randle, que ha tenido un cambio físico notable (el año que viene firma nuevo contrato, ya se sabe) debe implementar nuevas facetas a su juego si no quiere estancarse. Jordan Clarkson tiene que dejar de ser un simple microondas de esos que encuentras en todos los equipos y empezar a ser un seguro en el tiro y mejorar la defensa. A Larry Nance, un animal en lo físico, se le pide un paso adelante en defensa y técnica individual para dejar de ser el tipo duro de la segunda unidad. Y así con casi todos los jugadores de la plantilla. Mi pregunta es, ¿y por qué no esperar lo mismo del entrenador?

De hecho, Luke Walton ya no es un entrenador novato. Eso le tocó la temporada pasada, y se le permitió todo por ello, como pasa con los jugadores. Y no es que realizase una temporada extremadamente mala, en opinión del que esto escribe, hizo una temporada decente para la plantilla que administraba. Sin embargo, debemos exigirle cierto nivel, más que nada porque es el timón de nuestro barco, y los aficionados del oro y púrpura somos bastante rígidos y solemos permitir pocos errores. Que se lo pregunten a los buenos de Mike Brown y Byron Scott.

Estaremos todos de acuerdo en que es el entrenador más ilusionante que ha tenido la franquicia en el siglo XXI, obviando el hecho de que Phil Jackson no ilusionaba, simplemente, era el mejor junto a unos pocos elegidos. Con la llegada de Luke Walton la temporada pasada, comenzó el punto de inflexión de la curva ascendente de la parábola que son los Lakers. Desde que se fue el tío Phil, la parábola ni hizo sino descender y descender hasta llegar al abismo con Byron Scott (sin entrar en polémicas sobre si fue su culpa o no). Y probablemente, desde la marcha de Kobe, es la primera vez que los aficionados vemos un halo de luz al final del camino.

Todos los estamentos de los Lakers deben ir unidos - Nil Alemany (SB)
Todos los estamentos de los Lakers deben ir unidos – Nil Alemany (SB)

Su bandera y religión la pasada temporada fueron el buenrollismo y la unión del vestuario. Algunos se estarán riendo, pero son valores nada despreciables, sobre todo, para comenzar el proyecto con positivismo. En cine, la dirección de actores es sumamente vital para que estos sepan qué tienen que sentimientos transmitirle a la cámara para hacerlo creíble. Además, esto permite al director tener controlada la producción de la película, porque el orden y lo establecido lo es todo para que ese todo fluya. Pues en baloncesto pasa lo mismo.

Esa es la nota positiva. La negativa es, que por muy controlado que tengas todo y lo bien que lo hagan los actores, si no sabes montar una película, estas perdido. La estructura, el enfoque de los planos, la técnica y ser fiel al guión son lo más importante. Eso diferencia los grandes directores de las medianías. Por eso Gregg Popovich es el mejor actualmente, porque maneja tanto la dirección de actores como el montaje de forma sublime. Cualquier actor le vale para hacer un movimiento de cámara magnífico.

Saliendo un poco de la metáfora cinematográfica, hablemos de baloncesto puro y duro. Luke Walton ha aprendido de Steve Kerr, uno de los mejores controladores de egos actuales y el que ha potenciado en su máxima expresión el small ball. Tiene los mimbres necesarios para crecer en táctica, solo tiene que potenciarlo. ¿Saben cómo se potencia eso? Pues al igual que todo aprendizaje en la vida, estudiando y repitiendo. Por eso a Walton hay que exigirle el mismo o más esfuerzo que a los jugadores en verano, ya que a falta de oficio, que sólo se puede interiorizar tras el paso de las temporadas, debe controlar y manejar un sistema definido y tener clara la idea que quiere para el equipo. En principio, ese juego es uno dinámico de pases y contraataque, veremos como lo desarrolla con las piezas que tiene.

La frustración está directamente relacionada con las expectativas, y en Luke Walton hay muchos ojos puestos. Esperemos que se haya puesto las pilas para estar a la altura de este reto deportivo que se le presenta y evite la decepción. Queremos que crezca junto a sus jugadores y de la misma manera, trabajando duro y mentalizado de que este proyecto pasa en la misma importancia por sus manos que por las de los jugadores que por las de la ejecutiva. Si todos laten al unísono, podemos augurar un buen futuro en Hollywood y hacer que nuestra película sea la mejor y la que más aguante en cartelera. Y se sabe que muchos espectadores acuden al cine sólo por el nombre del director.

Temporada dos, ¡Accion!