Versatilidad, un regalo para Brad Stevens

Muchos aleros significan muchas opciones en Boston

Brad Stevens
La plantilla de este año está prácticamente hecha a la medida de Stevens. (CC)

Podemos encontrar un patrón en los tres movimientos principales de los Boston Celtics este verano. Escoger a Jayson Tatum con la tercera elección del draft, firmar a Gordon Hayward en agencia libre y traspasar a Avery Bradley a los Detroit Pistons a cambio de Marcus Morris. Con ellos, los de Brad Stevens se hicieron con tres aleros de poco más de dos metros de altura. Algunos creen que hay overbooking en esa posición, pero nada más lejos de la realidad.

Se suman estos a los nombres de Jae Crowder y Jaylen Brown. La rotación verde en las alas es profunda, teniendo en cuenta que jugadores como Semi Ojeleye, Guerschon Yabusele o Abdel Nader tendrán sus minutos a lo largo de la temporada. ¿Qué significa esto? Significa que Brad Stevens está contento. Por fin el entrenador de los Celtics tendrá una plantilla hecha a su medida, o casi a su medida.

En una liga que pretende ir cada vez más enfocada al small-ball, Stevens entiende la llamada: renovarse o morir. Ya no son tiempos de torres gemelas en la pintura. Utilizar el small-ball permite que jugadores más bajos cubran posiciones mayores. Sin embargo, no es algo sostenible para los 82 partidos del año. Ni siquiera lo es para mantener una rotación completa en un encuentro. La mayoría de jugadores no son capaces de estar batallando defensivamente con jugadores mucho mayores que ellos durante toda una temporada.

Yendo más allá, los Celtics tienen un serio problema de rebote que un small-ball permanente no haría más que acrecentar. De ahí las firmas de Aron Baynes y Ante Zizić, quienes buscarán ayudar en los tableros desde los banquillos. Y deben hacerlo desde allí, ya que poner a Horford de cuatro (en las alas) es un suicidio. Su potencial en esta NBA pequeña se aprovecha de pívot, de hombre alto.

De todos modos, aún sabiendo que el small-ball no es ni debe ser permanente, lo veremos mucho esta temporada. Golden State y Cleveland usan lo usan cuando necesitan calidad, y en el Este, la versión verde es la única que puede alzar la voz ante ambos titanes. Cualquier combinación de las diez que ofrecen Hayward, Crowder, Morris, Brown y Tatum es tremendamente interesante. Aquí vuelve el concepto de versatilidad. Quizá antaño se buscaran jugadores para llevar a cabo roles específicos. No es el caso ahora. La plantilla es versátil porque se han adquirido varios jugadores que, si bien distintos, son moldeables y pueden adaptarse a casi cualquier emparejamiento o matchup.

Esto adquiere una relevancia especial en los Playoffs. Los planteamientos de partido en temporada regular son básicamente los mismos, aunque se hacen pequeños cambios. Sin embargo, estos cambios no tienen nada que ver con los que se dan a partir de abril. En Playoffs, los equipos basan sus tácticas y estrategias de partido esencialmente en función de su oponente. La adaptabilidad de los aleros de los Celtics provocará que veamos como raro el emparejamiento que resulte desfavorable para Stevens. Al tener jugadores capaces de desempeñar diversas facetas, se les puede utilizar para atacar debilidades de los rivales y cubrir las propias. Son nuestras «navajas suizas».

Y pueden tirar, o al menos hacen creer a los defensores que pueden hacerlo. Porque realmente eso es lo importante. El salto de Isaiah Thomas a candidato al MVP no se dio de la noche a la mañana. Junto a su desarrollo como jugador, influyó en gran medida la adición de Al Horford en julio de 2016. El dominicano tiene un gran ‘CI’ de baloncesto, es un excelente pasador, y se hace respetar desde el perímetro. Por ello, tanto el espaciado que ofreció como sus bloqueos a Thomas fueron ideales para llevar el juego del pequeño a un nuevo nivel. Ante Washington, la capacidad de los Celtics de disponer de cinco perimetrales abiertos fue uno de los factores que acabó decidiendo la batalla.

Con Horford -en resumidas cuentas, un hombre alto abierto-, los Celtics se permiten el lujo de representar una amenaza perimetral real. Al añadir a Hayward, un anotador prolífico, y a jugadores como Morris o Tatum, quienes al menos se hacen respetar desde el triple, los dos contra uno de las defensas a Thomas serán cosa del pasado. No necesitamos que sean tiradores de élite, sino que castiguen a los adversarios cuando estén desmarcados y obliguen a la defensa a estar pendiente. Si el equipo rival está muy ocupado en el perímetro, las vías que se abren para que Thomas entre a canasta son mucho mayores. Habrá momentos en que jueguen con Baynes o Zizić en el rol de Amir Johnson y mantengan a un hombre en la pintura.

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Además de esto, las adiciones de Boston son capaces de cambiar en el pick and roll, y pueden defender varias posiciones. Esta es una faceta muy infravalorada de estos jugadores. Un ejemplo fue la serie contra Cleveland el año pasado. Todos vimos cómo los de Tyronn Lue explotaban sin piedad el bloqueo y continuación ante una defensa paradójicamente indefensa. Sin tener un plan ofensivo complejo o elaborado, los Cavaliers utilizaban a sus manejadores de balón hasta que LeBron James o Kyrie Irving encontraran un emparejamiento favorable. Y su capacidad anotadora les llevaba a superarlo.

Aunque, para ser justos, tampoco los Cavaliers tienen una defensa de élite en el pick and roll.

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La posición de alero también es un microcosmos de la plantilla en su conjunto. En vez de mostrar una dicotomía pasado-futuro, ambos confluyen. Brown tendrá más de veinte minutos y Tatum, seguramente, sobre quince. Los Celtics no deben apoyarse excesivamente en las contribuciones de los jóvenes, pero deben permitir su desarrollo y seguir siendo competitivos. «Es un problema del primer mundo (first world problem)» dijo Mike Zarren, GM asistente de Boston.

Tanto Ainge como Stevens se encuentran en una posición privilegiada, así como los aficionados de la franquicia más laureada de la historia. Boston aún no está listo para competir de tú a tú con Golden State, Y a día de hoy, no serían favoritos en una serie contra Cleveland. Pero pueden presumir de ser uno de los mejores equipos de la liga y uno de los que está en posición para serlo dentro de cinco años. Las proyecciones no deberían equivocarse si los pasos se siguen correctamente, y de momento, no tenemos indicios de lo contrario.