Análisis de temporada 2016-17: Utah Jazz

El equipo de Salt Lake City ha cumplido con creces durante la temporada

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Nil Alemany (SB)

Análisis de la temporada 2016/17: Utah Jazz

Ha concluido la temporada para los Utah Jazz. Desde la redacción blue nos proponemos analizar toda la temporada, donde por fin se ha marcado la diferencia y se recogen los frutos del trabajo duro.

Temporada 2015/16 

El equipo mormón terminó la temporada 2015/16 de forma bastante drástica. Tras una temporada donde la incapacidad a la hora de cerrar los partidos que viene siendo habitual, sumado a las dificultades a la hora de defender el perímetro en general y a los bases en particular, y la plaga de las lesiones… Problemas que arrastraron durante toda la temporada hicieron aparición todas a la vez y en los momentos de mayor necesidad. Esos últimos partidos dejaron un regusto amargo, el equipo seguía siendo muy joven aún, con gran margen de mejora.

La franquicia disponía de dinero para fichar o renovar y disponía también de unas cuantas elecciones en el Draft, además de la capacidad de moverse bien en el mercado. Al final de la temporada no se entró en PlayOffs, que era el principal objetivo. Muchas desconexiones, ventajas perdidas sin motivos alguno… En cierta medida era la evolución lógica de una franquicia con un mercado pequeño que construye conforme al Draft. Poco a poco se iban dejando destellos de lo que estaba por llegar.

Adquisiciones 

En el verano de 2016 los Utah Jazz decidieron suplir las carencias de la plantilla con varias adquisiciones. Unas adquisiciones que otorgaban un salto de potencial a un equipo plagado de jóvenes. Llegaban George Hill, Boris Diaw y Joe Johnson para potenciar al equipo.

George Hill 

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Nil Alemany (SB)

En el trade que hizo recalar a George Hill en Salt Lake, Dennis Lindsey trabajó un traspaso a 3 bandas, negociando con el pick 12 que llegaría a Atlanta y éstos a su vez enviaron a Jeff Teague a Indiana. No fueron pocos los periodistas que opinan que Indiana cometió un grave error perdiendo a Hill. Cuando se produjo el trade no estaba claro quién había cometido el robo, si los Hawks o Utah, pero con el inicio de temporada más adelante se vio con más nitidez. Atendiendo a la plantilla mormona, sus necesidades y su evolución temporada a temporada, Utah necesitaba esa pieza con experiencia, capaz de dirigir sin miedo y pulida en mil batallas, que conozca lo que es jugarse las rondas en PlayOffs a final de temporada y que sepa cuando subir y bajar el ritmo.

Los Utah Jazz no necesitaban más desarrollar a sus jóvenes talentos teniendo en cuenta la inestabilidad que viene con este progreso. Podrían haber traído a Teague, que estaba disponible para la plantilla. Pero lo que recibieron es un gran avance en base a lo que tenían y lo que de otro modo habrían conseguido. Todo para cuidar el balón y hacer efectivos los ataques.

Boris Diaw

Respecto a Boris Diaw, puede asumir varios roles distintos. El primero como profesor particular de los jugadores jóvenes de Utah, que es en realidad lo que más interesa desarrollar a la franquicia. En segundo jugar ofreciendo una alternativa creativa desde la pintura: un sin fin de pases y movimientos clásicos en la zona que ya demostró en San Antonio. Algo con lo que Utah no contaba hasta ahora.

Joe Johnson 

Joe Johnson llegaba como sustituto de Hayward. Para aportar desde de banquillo y hacer que el nivel del banquillo de Utah Jazz no sufra cuando el bueno de Gordon esté fuera. Igualmente, se podrán intercambiar posiciones y usando el famoso small-ball, en minutos finales podrían estar ambos en pista. Un veterano, un jugador adaptado a las situaciones bajo presión y al igual que Diaw puede enseñar mucho al equipo. Famosas son sus situaciones en el clutch: finales apretados donde la bola quema en las manos y se necesitan tiradores fiables y experimentados.

Resumen 

La pretemporada se iniciaba con adquisiciones de veteranos con mucha experiencia. Solo los tres jugadores tienen más minutos jugados en PlayOffs que el resto de sus compañeros. Pueden aportar directamente al sistema de Snyder. Diaw, Hill y JoJo se unían en Salt Lake City a Gobert, Hayward y Favors.

 

Comienzo de la temporada

La temporada comenzaba muy bien y a la vez muy mal para Utah Jazz. Al igual que las anteriores temporadas las lesiones siguen haciendo acto de presencia. Por el contrario, el equipo comenzaba muy bien la temporada, demostrando la calidad de las nuevas adquisiciones y y salto de calidad adquirido. Es lo que tiene tener profundidad en el banquillo.

Si analizamos la situación de la temporada pasada, Utah Jazz contaba con una plantilla descompensada para el juego que intentaba componer en su equipo Quin Snyder, faltando un playmaker que dirigiera el juego, castigados (cómo no) por las lesiones, destacando la labor en el juego de Gordon Hayward y Rudy Gobert, y la ineficiencia de unos jóvenes que intentaban buscar su identidad.

Pues este año el comienzo sería distinto, pero con dificultades. La temporada empezaba con un Hayward lesionado de la mano pero con un George Hill pletórico. Al principio de temporada el base tenía unas estadísticas nada desdeñables. 20.4 PTS, 2.9 RBS, 5 AST y un 26.5 de PER (característica que casi nadie tiene en cuenta), y todo esto con un 54.1% de tiros de campo y 43.2 de tiros de 3.

Todo esto le valió para ser el jugador de la semana en la Conferencia Oeste junto a LeBron James. Vuelvo a incidir que el mayor impacto que ha hecho el base ha sido liderazgo y química de vestuario. Pues bien, incluso George Hill no se libraba de molestias durante la temporada. A pesar de las continuas lesiones se conseguía un récord positivo y una buena posición en la conferencia.

Calendario complicado 

Si atendemos al calendario, podemos observar que los Utah Jazz realizaron una gira muy dura. El equipo viajó a través de cinco ciudades en siete días. Cumpliendo con victorias y trabajo duro, hicieron uno de los viajes más largos y duros de la temporada. Aún así se llegó al All Star con bastantes dudas. Dos sendas derrotas ante equipos punteros y directos (Clippers, Celtics y Dallas) hicieron iniciar las alarmas con desconexiones en defensa y un ataque un tanto dudoso.

El premio principal fue para Gordon Hayward. Después de tanto tiempo en la liga, el niño se ha convertido en hombre. Por fin un poco de reconocimiento a su labor al frente del equipo mormón. La injusticia, sin embargo, se cometió con Gobert. El francés no fue votado para el All Star.

Segunda parte de la temporada

Tras la cantidad de rumores de traspaso que envolvían a Utah, especialmente a Favors, y las votaciones conseguidas por Hayward para el All Star, la temporada continuaba sin movimientos en la plantilla. Los Utah Jazz gozaban de una posición privilegiada en la conferencia y muy merecida. Los Jazz se mantenían durante el mes de febrero como el equipo que menos puntos permite anotar al equipo contrario, fruto del esfuerzo realizado durante toda la temporada. Ahora bien, quedaban 25 partidos y todo estaba por jugar.

En esta segunda parte se demostró algo muy claro. Es cierto que los Jazz no parecían un equipo extremadamente llamativo en cuanto a nombres se refiere, pero durante el año han sido capaces de sacar provecho de sus mejores armas y usarlas a la perfección. Han encontrado en Rudy Gobert y Gordon Hayward dos grandes líderes que se han convertido en verdaderas estrellas de la NBA. Consiguieron sacar partidos muy reñidos hasta el final.

Por fin en PlayOffs 

También destacar a Rodney Hood. Tras sufrir una leve lesión de rodilla en su mejor momento (como siempre en este equipo) volvía a las canchas, aunque no al mismo ritmo anterior a la lesión. Un buen resumen de lo que pasa en este equipo. Fue avanzando la temporada, y tras un complejo mes de marzo los Jazz se aseguraban una plaza en los PlayOffs. Varias temporadas después y tras mucho esfuerzo realizado, los Jazz lograban el objetivo. Ahora sólo faltaba saber en qué posición.

Tras unas derrotas inesperadas en los últimos partidos (Chicago, Indiana, Clippers y Portland) se conseguía un quinto puesto, empatados con LA Clippers pero con el factor cancha para los angelinos por haber perdido 3 encuentros ante ellos. Desde la llegada del entrenador ayudante de Ettore Messina en el CSKA de Moscú, el objetivo era claro y conciso: establecer un modelo de baloncesto claro capaz de llegar a la postemporada. Por fin PlayOffs. Por fin la ansiada recompensa al trabajo duro. Chapeau Snyder.

PlayOffs

Primera Ronda 

Utah Jazz comenzaba la postemporada contra los Clippers. La serie presumía de ser muy igualada, pues ambos equipos consiguieron el mismo récord. Con el desarrollo de la serie se confirmaron nuestras sospechas. Fue la única serie de primera ronda que llegó al séptimo partido. Siendo honestos, en esta serie ha habido de todo. Jugadores claves lesionados. Victorias como local y visitante. Derrotas en casa. Un séptimo partido. Incluso la retirada de un futuro Hall of Fame. Paul Pierce se despedía en casa tras 19 años de carrera. Sobran las palabras para el eterno capitán celtic.

Ya en los primeros partidos quedó claro cual iba a ser la tónica. Por parte de los angelinos Chris Paul seguía haciendo magia con sus manos. Por parte de los Jazz, los fichajes que se hicieron en verano dieron la cara. Joe Johnson volvió a una segunda juventud en la serie. Incluso ambos equipos tuvieron a jugadores claves lesionados. Rudy Gobert se lesionó varios partidos y pudo estar en el séptimo y crucial encuentro. En cambio Blake Griffin no pudo proseguir. Su lesión fue demasiado grave y le impidió volver.

Tras una serie de partidos con finales cerrados se llegó al Game 6 en Utah. El equipo de Salt Lake City intentó imponer su juego, pero surgió una bestia llamada Chris Paul. El equipo de Doc Rivers forzó el séptimo y definitivo en Los Ángeles. Ya en el séptimo partido sabemos lo que pasó. Chris Paul se vio muy sólo ante los Jazz. El banquillo del equipo mormón hizo la diferencia.

Los Angeles Clippers se cayeron con todo el equipo (excepto Blake Griffin), a pesar de intentarlo hasta el último momento, no lograron remontar la ventaja que acumularon los Utah Jazz en el tercer cuarto, una derrota que no sólo marca el final de la temporada para los angelinos, si no que puede ser el final de su proyecto.  

Segunda Ronda 

En segunda ronda y bien descansados esperaban Golden State Warriors. Tras la polémica de la «night life» de Salt Lake City, comenzaba la serie. La serie en sí misma resultó extraña. Los Jazz desplegaban un buen juego y plantaban cara ante los subcampeones. Pero a la misma vez daba la sensación de que no era suficiente. La sensación de que los Warriors se dosificaban e iban a medio gas. Falta de talento, tal vez. 4-0 pero los Jazz acabaron la serie con muy buenas sensaciones.  

La primera parte de la serie sucedió en San Francisco. Los dos primeros partidos de la serie fueron una barrida en casa del equipo de la Bahía. Los Jazz llegaron sin descanso de una serie con mucha intensidad. Y varios jugadores tocados, pues Rudy Gobert y George Hill llegaban con lesiones leves. El resto es historia. 2-0 para los Warriors y una sensación de superioridad insultante.

La segunda parte de la serie, en Salt Lake City, se igualó más el juego. A pesar de las dos derrotas, las sensaciones fueron distintas. Se hicieron ajustes en el juego y en defensa. El ritmo se mejoró, pero la diferencia de talento en la plantilla marcó la diferencia. En el Game 4, los Golden State Warriors tenían la oportunidad de cerrar las Semifinales de Conferencia Oeste barriendo a los Utah Jazz, sumando así la que sería su octava victoria seguida. Sin embargo, los Utah Jazz ya hicieron sudar la camiseta a los de la bahía durante el Game 3. Cerrando la serie no iban a ser menos en este segundo partido en Salt Lake City. 

Conclusiones

Los Utah Jazz han aumentado su total de victorias de la temporada pasada con 11. Se han clasificado para los PlayOffs por primera vez en cinco años. Han ganado una serie de playoffs por primera vez en siete años. Y todo esto a pesar de la gran plaga de lesiones que nunca abandona a los Utah Jazz. Dos de sus jugadores se han convertido en All-Stars, o están en consideración para ser parte del primer equipo All-NBA. Y han sido barridos por el mejor equipo de baloncesto del mundo. 

Todos los Utah Jazz son ahora plenamente conscientes de lo que están haciendo. En el futuro inmediato el plan es ascender a la cima de la Conferencia Oeste. Exactamente es lo que tienen para encararse a los Warriors: progresar. Durante el próximo descanso de la temporada, que comienza ahora, tienen que mantener en primer lugar la base sobre la que se sustentan. Es decir, obtener la firma de Gordon Hayward. A partir de ahí, hay cambios y mejoras para hacer. Añadir y cortar jugadores. Y más allá, confiar en el crecimiento continuo de los jugadores que no han sido lo suficientemente buenos contra los Warriors.

MVP de la temporada 2016/17 de los Utah Jazz 

Gordon Hayward

Qué decir de Hayward. El antiguo alero de la universidad de Butler se ha forjado un nombre en Utah. Cuando todo indicaba que no podía continuar con su progresión ha conseguido ser elegido All-Star en su mejor temporada personal. Para la temporada 2017/18 el jugador tiene la opción de firmar un año más, pero los rumores no cesan. Siempre desde Boston y del agrado de Brad Stevens, incluso desde Florida y los Heat. Novias no le faltan a un jugador que llegó como un chaval inocente y se ha convertido en el líder absoluto de Salt Lake City.

En 73 partidos en esta temporada ha conseguido 21’9 puntos, 3’5 asistencias y 5’4 rebotes. Todo ello con un 47’1% TC y un 39.8% T3. Casi nada. Pero no sólo son las mejores estadísticas de su carrera. Genera y dirige el ataque del equipo. Con buenas declaraciones y esfuerzo ha creado una gran química en el vestuario. Busca espacios, abre la pista y lo hace muy bien. Desde la temporada 2010/11 sus números no han parado de crecer. Superando récords del equipo está erigiéndose como líder de los Jazz. Un líder que no se veía desde D-Will, pero sin imposiciones ni echar a entrenadores legendarios.

Desde nuestra querida redacción lo tenemos bastante claro: es un MVP ganado a pulso. Las votaciones conseguidas para el All-Star demuestran la realidad: es un alero top de la liga. Puede que no llegue al nivel de LeBron James, Kawhi Leonard o Kevin Durant, pero nos está pidiendo a gritos creer en él.

 

Jugador revelación de la temporada 2016/17 de los Jazz

Rudy Gobert 

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El pívot francés ha hecho una gran temporada. Nil Alemany (SB)

El gran muro francés. La temporada de Rudy ha sido fríamente espectacular. Ha demostrado claramente ser un pívot top-3 de la liga defendiendo el aro (no digo que es el mejor para no herir sensibilidades). Pero no sólo eso. Es que además ha logrado mejorar sus prestaciones en ataque. El jugador ha jugado 81 partidos esta temporada regular, siendo el único de la plantilla sin lesiones. Si Hayward dirige el ataque junto a George Hill y abre espacios necesarios en la zona, Gobert aprovecha balones para machacar, cerrar segundas oportunidades con rebotes y cerrar su zona con una defensa asfixiante.

Esta temporada ha logrado 14 puntos, 12’8 rebotes, 1’2 asistencias y 2’6 tapones en cada partido. Duelos que nos hacía recordar a un baloncesto de otra época. Duelos en la zona contra Marc Gasol o contra Cousins cuando aún estaba en Sacramento, y limitando a ambos y a otros pívots.

Ya hemos comentado varias veces durante la temporada la gran injusticia que se ha cometido con Gobert. El no ser convocado para el All Star teniendo en cuenta su influencia y su mejoría es para hacerlo mirar. Gobert no es tan polémico como otros jugadores, y «sólo» destacan sus tapones en las repeticiones. Para enmarcar fue su encuentro contra los New York Knicks: superó a Porzingis, anotó un career high de 35 puntos y se ganó el partido él solito.

 

La decepción de la temporada 2016/17 de los Jazz

Derrick Favors, Dante Exum y Trey Lyles

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Derrick Favors/Nil Alemany SB (CC)

Desde nuestra redacción estamos especialmente molestos con un tema en particular. Comentábamos en la redacción los posibles ‘peros’ en la plantilla esta temporada, y por desgracia los nombres salen por sí solos. Siempre cuestiones de lesiones, un núcleo de jugadores muy jóvenes que no terminan de arrancar y que no logran exprimir todo su potencial. Tras las adquisiciones este verano de buenos veteranos en el banquillo, se están viendo superados en minutos. Vamos a ello.

Derrick Favors: no nos engañemos. El Ala-Pívot atesora muchísimo talento. es un jugador muy joven pero está siendo desquiciado y lastrado por las lesiones. Su maltrecha rodilla izquierda le ha obligado a parar esta temporada, en plenas negociaciones con la franquicia por su nuevo contrato. El bueno de Derrick lleva desde la temporada 2010-2011 en la plantilla, pero al contrario que Gordon Hayward, no parece mejorar. Todos sabemos de lo que es capaz, pero pero alguna maldita razón siempre que alcanza su mejor nivel llega alguna lesión que lo lastra y acaba con su ritmo.

A lo largo de esta temporada ya hemos hablamos sobre el Ala-Pívot de 25 años con distinta opiniones. ¿Traspasarlo? ¿Seguir confiando en su desarrollo? No han sido pocos los rumores de traspaso por el joven jugador esta temporada. Además de bajar todas su estadísticas esta temporada, está fuera de forma, con miedo a recaer. Con el gran nivel mostrado por Rudy Gobert en la zona, y con las grandes expectativas mostradas a principio de temporada en él, otra temporada en blanco ha sido demasiado. Esperaremos mejor suerte, pues todos sabemos en lo grande que puede llegar a ser.

Dante Exum: el jugador australiano no termina de arrancar. Nos deja destellos en los pocos minutos que juega y en jugadas puntuales, pero no se puede contar con él. Fue elegido en la quinta posición del Draft de 2015. Todos esperábamos la proyección de un jugador que apuntaba a estrella, no estrellado.  Otro caso igual que Favors, pero con más incidencia.

Exum se ha visto gravemente afectado por las lesiones. Se lesionó gravemente de la rodilla por rotura de ligamentos en la selección australiana. Desde entonces no ha vuelto a ser el mismo. Es muy joven, pero a todos nos viene un caso en la cabeza cuando pensamos en un base talentoso. Hábil en el manejo del balón pero con más noticias de posibles regresos a las canchas que de jugadas en partidos. Derrick Rose. Se nos plantean las mismas cuestiones. ¿Otorgarle poco a poco minutos e ir incrementando intensidad en el juego? ¿Traspasarlo y obtener alguna ronda u otro jugador joven para el equipo?

Trey Lyles: sin duda alguna quien más nos ha cabreado y más disgustos nos ha dado esta temporada. Esta pretemporada pintaba muy bien para Trey. Promedió 23 puntos y se estaba ganando la confianza de Snyder. El propio jugador afirmaba mejorar su juego y sentirse muy completo. Pero al empezar la temporada se desinfló por completo. Con el desarrollo de la temporada no ha mejorado, sino que se ha encontrado fuera de la rotación. La llegada de Boris Diaw y las lesiones de Favors parecían indicar que el jugar podría aprovechar su oportunidad, desarrollarse y conseguir minutos, pero por desgracia ha sido todo lo contrario.

Conclusiones de la temporada 

Aspectos positivos

Reconstrucción y récord positivo

El cambio de Utah Jazz en un año ha sido muy significante. Todo el esfuerzo invertido en la plantilla y en el equipo ha dado sus frutos. Tras acabar la temporada pasada fuera de PlayOffs y con un récord de 40-42, esta temporada Utah ha acabado empatado a Clippers con un récord de 51-31 y sólo por detrás de Rockets, Spurs y Warriors, y todo ello contando con la constante maldición de las lesiones.

La reconstrucción parece haber llegado a su fin o por lo menos estar en las últimas. Utah se ha consolidado como el mejor equipo defensivo de la liga a base de trabajo duro. El imperante liderazgo de Hayward y Gobert ha ayudado a ganar muchos partidos. Todo bajo la batuta de Snyder.

Defensa espectacular y actitud

Nuestro equipo tiene un estilo claro. Un estilo que viene muy bien contra muchos equipos y muy mal contra unos pocos. Vivimos en una liga donde reina la diversión y el espectáculo. Triples, contraataques, posesiones rápidas… pero no sólo se juega a eso. Utah Jazz es una franquicia que lleva décadas caminando sobre otro tipo de baloncesto. Se resiste a ese cambio de juego de la manera que mejor sabe: apretando los dientes y bajando el culo. Pero esto no es coser y cantar, ni mucho menos cuestión de un sólo día. Es cosa de Quin Snyder.

Echando la vista atrás, exactamente a la campaña 2013-14, la última de Tyrone Corbin al mando tras sustituir a Jerry Sloan, podemos observar que no había nadie que defendiera peor que Utah Jazz en toda la NBA. Al año siguiente llegó Snyder y todo cambió. Esta temporada el Defensive Rating ha sido de 105.98. Sólo hay dos equipos concediendo menos puntos que nosotros. Golden State Warriors (104.61) y San Antonio Spurs (104.14). Utah tiene claro que todos los partidos se ganan desde la defensa.

Todo pasa por detener al equipo rival. Con 96.8 puntos, somos el equipo que menos puntos permite anotar a sus rivales y somos el tercer conjunto con un mejor defensive rating de la liga. Por si fuera poco, son el segundo equipo que permite un menor porcentaje de acierto a sus rivales. Sin lugar a duda, sus esperanzas corren a cargo de su defensa pero, como suele decirse: “el ataque gana partidos, la defensa gana campeonatos.”

Química del equipo.

Esta temporada se ha visto a un equipo con una química genial entre un núcleo de  jugadores jóvenes que crecen juntos partido a partido, a un equipo que ha adquirido a veteranos que ayudan a ese núcleo joven a avanzar desde el banquillo (Diaw, JJ, Ingles y el propio George Hill), a un equipo con varios jugadores franquicia que dan la cara cuando las cosas van mal (Gobert, Hayward e incluso Hood), a un equipo con una identidad y un rumbo claro a seguir, y que han conseguido: alcanzar los PlayOffs con el mismo récord que el cuarto clasificado. La falta de egoísmo en la pista es palpable, además de que cada jugador tiene claro su rol en la plantilla.

El acierto de los fichajes en verano. 

Si analizamos la situación de la temporada pasada, Utah Jazz contaba con una plantilla descompensada para el juego que intentaba componer en su equipo Quin Snyder, faltando un playmaker que dirigiera el juego, castigados (cómo no) por las lesiones, destacando la labor en el juego de Gordon Hayward y Rudy Gobert, y la ineficiencia de unos jóvenes que intentaban buscar su identidad. Pues bien, esta pretemporada llegaron Boris Diaw, Joe Johnson y George Hill al equipo mormón. Me alegra decir que el impacto ha sido inmediato. La experiencia de estos jugadores y la calidad que tiene han permitido al equipo lucirse cuarto de la conferencia durante casi toda la temporada.

Aspectos negativos

Juego ofensivo

El verdadero dolor de cabeza este año junto a las lesiones. Sobre la teoría Hayward puede seguir manejando el balón, anotando, cogiendo rebotes, otorgando asistencias y hacer un buen marcaje defensivo.  Pero al mismo tiempo los roles pueden alternarse, y es aquí la clave de la cuestión. Se supone que con George Hill y JoJo desde el perímetro pueden generar sobre el bote con efectividad y tirar, y Hayward es un excelente tirador en cualquier tipo de situación. Es decir, en teoría la versatilidad ofensiva abre las ventanas de nuestro ataque de par en par. Todo esto sin contar con el talento y la juventud de Favors y la constante mejoría de Gobert en ataque.

Hasta aquí la teoría, pero en la práctica la cosa es bien distinta. Cuando George Hill controla perfectamente la batuta del equipo pero se lesiona cada vez que encuentra un nivel óptimo, cuando Rodney Hood está en su momento de forma pero se lesiona varias semanas, cuando Gordon Hayward hace de todo y bien pero no es suficiente, cuando Favors es el jugador con más talento que tenemos en la plantilla pero su rodilla lo castiga continuamente y cuando Gobert se tiene que encargar él sólo de la zona de los Jazz. Cuando pasa todo esto, sólo te queda responder con un racionamiento de jugadores que poco más pueden hacer.

Voy a dar un dato ilustrador. La alineación de cinco jugadores que más ha sido utilizada por parte de los de Utah ha sido el quinteto Favors-Gobert-Hayward-Hill-Hood, que ha disputado 152 minutos juntos en pista. De ahí que afirmemos claramente que uno de sus mayores problemas a la hora de enfrentarse a cualquier equipo puede ser la falta de compenetración de los jugadores y la falta de rodaje.

Lesiones

Qué os vamos a contar a todos, si estamos bien hartos ya. No sabemos ya a qué atenernos. Hemos hecho artículos de opinión, de análisis, hemos cubierto noticias, lo hemos analizado y debatido en el podcast, y seguimos sin saber por qué en Utah se pasa este calvario. Llega un momento que te cuestionas el equipo médico, las rotaciones, la pretemporada e incluso el agua que beben los jugadores. Y es que Utah Jazz lleva varias temporadas siendo uno de los equipos más castigados por las lesiones. 

Un equipo el cual ha tenido a todos los jugadores lesionados menos a Rudy Gobert (nuestro ‘bichito’ particular) en toda la temporada. Aunque aparentemente este problema no afecta demasiado al rendimiento del equipo significa que existen dos opciones: o tienes una plantilla más que compensada con un gran banquillo y jóvenes que rinden, o bien tienes mucha suerte en los partidos de temporada regular y puedes rezar.

Sensaciones de inferioridad con otros equipos punteros de la conferencia

Estamos muy contentos este año con el equipo. A pesar de todo la plantilla ha respondido muy bien ante las adversidades. Ante los problemas se nos viene una pregunta a la mente. ¿Puede este equipo ganar el anillo? El récord del equipo y las sensaciones han sido muy buenas. A pesar de ciertas desconexiones, la gran mayoría de partidos perdidos han sido contra equipos superiores en talento a Utah. Pues bien, una cosa está bien clara. Se ha demostrado que se puede ganar a cualquiera. Al contrario que el curso pasado, los actuales Jazz pueden ganar con solvencia a cualquier equipo de la NBA.

Tenemos un proyecto que está cumpliendo con creces este curso. Sin embargo, no es suficiente. Sigue faltando talento, cosa que se ha visto en esta segunda ronda. ¿Hacia dónde se dirige el equipo? Tenemos un núcleo joven, con un estilo impuesto, y jugadores más que válidos. No esperamos ganar el anillo a corto plazo. De eso ya se encargan Golden State o Cleveland. Sí que esperamos seguir esta línea ascendente hasta esperar el momento oportuno. Siendo realistas y siguiendo con la progresión.

 

Nota final de la regular season

8

 

Agradecimientos

Ante todo, desde nuestra redacción queremos mostrar nuestro agradecimiento. Nos gustaría dar gracias a todas las personas que siguen leyendo todas nuestras noticias. Todas aquellas personas que nos preguntan. Personas que participan y que nos invitan directamente a seguir con esto. También hacer una mención especial a la red social Twitter. En ella intentamos realizar un seguimiento del equipo en cada partido.

Esta temporada también hemos comenzado con el podcast. Hemos contado con algunos problemas técnicos y sobre todo problemas de horarios. Intentaremos mejorar y ser más regulares de cara a la siguiente temporada. El objetivo de nuestra redacción es el mismo que el de los Jazz. Al fin y al cabo sólo queremos mejorar, crecer y seguir informando sobre el equipo de Salt Lake City.  

Ahora la temporada ha acabado. Sólo queda esperar y disfrutar del final del campeonato. Y, sobre todo, ver si Lindsey es capaz de volver a hacer magia este verano y volver a impulsar al equipo hacia delante. Todo sea por progresar en el camino al anillo.