Devin Booker, baloncesto en estado de flujo

Nos adentramos en la marca del joven jugador

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El escolta de los Suns batió cantidad de récords al anotar 70 puntos en un partido – Fai Le (CC)

En psicología, el estado de flujo –o de flow- es un estado subjetivo que las personas experimentan cuando están completamente involucradas en algo hasta el extremo de olvidarse del tiempo, la fatiga y de todo lo demás, excepto la actividad en sí misma. Se siente de manera placentera y liberadora, ya que nos vemos inmersos en una actividad que estimula nuestras pasiones, curiosidades, intereses y nuestros sentidos. Perdemos la noción del tiempo y se produce un estado de creatividad y productividad muy elevado. El término fluir es introducido por Mihaly Csikszentmihayi y se relaciona con la creatividad, el talento y la felicidad, siendo uno de los pilares básicos de la psicología positiva. Por supuesto, este término también se encuentra intrínsecamente ligado al baloncesto. Esto es cuando un jugador, sumido en alguna extraña especie de trance onírico, experimenta una sensación que le hace posible realizar una actuación antológica que permanecerá en los anales de la historia, como la que realizó anoche Devin Booker.

En la NBA  ha habido decenas de estas actuaciones, ya sean durante todo un partido –el ejemplo más reciente son los 81 puntos de Kobe Bryant, 37 de Thompson en un cuarto, 60 de él mismo en 29 minutos, los 62 de Carmelo Anthony o los 61 de LeBron James- o durante un breve intervalo de tiempo –Reggie Miller anotando 8 puntos en 10 segundos o T-Mac 13 en 33-. En Europa también se han concentrado varios ejercicios de este calibre –Joe Arlauckas anotando 62 puntos o las inenarrables y salvajes gestas de Drazen Petrovic-. Pero casi sin lugar a dudas, la más impresionante ocurrida jamás en la NBA, o al menos una de ellas, tuvo lugar la pasada noche del 24 de marzo de 2017, teniendo como protagonista a un joven de apenas 20 años y de nombre Devin Booker.

Los Phoenix Suns llegaban al partido en cuadro, con apenas ocho jugadores disponibles para disputar minutos. Además, se trataba de un encuentro en back-to-back, pues la noche anterior se encontraban en Brooklyn –donde, dicho sea de paso, sacaron al quinteto titular más joven de la historia-. Todo ello auguraba una jornada más en la que los Phoenix Suns saldrían vilmente vapuleados del pabellón rival y más pendientes ya de la propia lotería del Draft, cada vez más próxima en el tiempo, que de la temporada en sí misma. Aunque Devin Booker tenía otros planes.

70 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias, 3 robos, un tapón, 21/40 en tiros de campo –incluidos cuatro triples- y un monstruoso 24/26 en tiros libres fueron su carta de presentación en el TD Garden. Es decir, que los puntos, lejos de componer un problema en su juego, se le caían de las manos. La hazaña cobra aún más magnitud cuando a falta de 4 minutos para la finalización del primer cuarto no había anotado todavía una canasta en juego.

“Ha anotado 70 puntos, pero han perdido”

Se trata de uno de los mantras más repetidos a lo largo de la mañana del día siguiente a su gesta. El hecho de que la franquicia de Arizona acudiera con tan solo ocho jugadores al partido en Boston se debía en gran parte a las lesiones de jugadores importantes en el esquema de Earl Watson –y, por qué no decirlo, con el objetivo de favorecer ligeramente el tanking-, con lo que el peso ofensivo del equipo había de recaer necesariamente en el joven jugador de Phoenix, acostumbrado ya a responsabilidades de este tipo.

Lo cierto es que sin él el partido hubiera supuesto una arrolladora victoria de los de Massachusetts, pues en el momento de anotar Booker sus primeros puntos, el electrónico reflejaba un duro 3-22. El jovencísimo escolta, con un talento a la altura de los más grandes, se empeñó en elevar la categoría de un partido intrascendente para unos y otros en un choque con un estatus poco menos que legendario.

Tiros de media distancia, acrobáticos, bandejas con oposición, triples, contraataques, puntos desde la línea de personal. Booker se hallaba a punto de trocarse en leyenda sumergido en el hechizo que conlleva encontrarse repentinamente en el estado de flujo. El partido hacía tiempo que estaba decantado para el lado de los Orgullosos Verdes, pero, no obstante, se había convertido a la vez en el monólogo de Devin Booker, pues ya no importaba nada más allá de su marca de anotación.

El joven jugador de los Suns ha inscrito su nombre junto a mitos como son Wilt Chamberlain, David Robinson, David Thompson, Elgin Baylor y Kobe Bryant como responsables de los 11 partidos que ha habido en la historia de la NBA en los que un jugador llega a los 70 puntos. Devin Booker nos acaba de brindar hace apenas unas horas un espectáculo inverosímil. Utópico. Inefable para un jugador de segundo año.

Ya ligeramente más calmado tras alcanzar el clímax baloncestístico, Booker declaraba a los medios que “He hecho historia, pero no podría haberlo hecho sin mis compañeros que me han ayudado a conseguirlo”. Unas palabras de agradecimiento a sus compañeros sobre un partido que permanecerá en nuestras retinas para siempre y valoraremos como merece ya pasados unos años vista.

Un lugar en la historia

Hemos vivido la época de Kobe Bryant, uno de los anotadores más voraces que se recuerdan, y quizás debido a eso pensábamos que tras la noche en la que alcanzó los 81 puntos jamás presenciaríamos nada parecido a aquel 22 de enero de 2006 en el que vivimos una orgía anotadora sin límites.

La orgía de Devin Booker, además de ser sin límites, consiguió llegar al punto G del baloncesto. Su exhibición y despliegue ofensivo no tiene precedentes en la historia. Es decir, una noche impresionante en la que se batieron gran cantidad de récords:

  • Mejor marca NBA de la temporada 2016/2017.
  • Mejor marca de la historia con la camiseta de los Suns.
  • Mejor marca NBA desde los 81 de Kobe Bryant hace más de 11 años.
  • Mejor marca de la historia contra los Boston Celtics.
  • Mejor marca de un jugador en activo.
  • Jugador más joven en llegar a al menos 60 puntos.
  • Sexto jugador que alcanza los 70 puntos.
  • Undécima vez en la historia que un jugador anota 70 puntos.

¿Volveremos a presenciar algo igual? Parecido, probablemente sí. Igual no.

Devin Booker cuenta con apenas 20 años. El futuro es suyo.