Diecisiete años del regreso a las canchas de Sean Elliott

Hoy hace justo 17 años, Sean Elliott volvía a disputar un partido de la NBA, después de superar una operación de riñón, donde tenía una enfermedad llamada glomerulosclerosis focal. Sean llevaba con esa enfermedad desde el 1994, pero no fue hasta 1999 cuando se pudo operar, gracias a su hermano mayor, Noel Elliott, que era compatible con él.

Antes de comenzar las finales de la NBA recibió el diagnóstico de que tenía que operarse del riñón, pero él mantuvo en silencio todo esto, y fue clave en todos los Playoffs de 1999, donde San Antonio lograría su primer anillo de campeón, con 11,9 puntos, 3,4 rebotes y 2,7 asistencias de Elliott en los 17 partidos de Playoffs que jugaron los tejanos.

»Sé que esto llegaría, y continúo diciéndolo. No voy a tener miedo a salir a ahí fuera e intentarlo.»

Estas fueron las palabras de Elliott después del transplante, y al final consiguió volver, pese a que los médicos dijeron que era complicado y que había que ver como evolucionaba. El día de su vuelta, fue contra Atlanta Hawks, y no hubo mejor manera que celebrar su vuelta con una victoria por 94-79.

En total, Sean Elliott jugaría 12 temporadas en la NBA, 11 en San Antonio Spurs, equipo que le drafteó en 1989. Tiempo suficiente para convertirse en una leyenda de la franquicia tejana, es el único jugador de toda la historia de los Spurs que está en el TOP 10 de seis diferentes categorías estadísticas: partidos jugados (3º), puntos (4º), rebotes (6º), asistencias (7º), robos (8º) y tapones (9º). Su camiseta con el número 32 fue retirada por San Antonio en el 2006, pero sigue colaborando activamente con la franquicia.