No hubo robo a favor del Real Madrid

Los partidos duran 40 minutos

Sergio Llull, Real Madrid
Sergio Llull claramente hizo campo atrás. Foto: Captura Movistar Basket

Desde las 23:30 de anoche hasta el momento en el que me encuentro escribiendo estas líneas, está de moda hablar del campo atrás de Sergio Llull ante el MoraBanc Andorra. Dicho campo atrás, que lo es claramente, no fue pitado y posteriormente se produjo el triplazo de Anthony Randolph que dio el empate al conjunto de Pablo Laso y llevó el partido a una prórroga que se acabó llevando el Real Madrid.

Con esa polémica jugada, no pitada seguramente porque el árbitro no pudo ver el campo atrás a causa de que la línea está mezclada con la publicidad de Movistar, los aficionados se volcaron en que el partido fue un robo al conjunto de Peñarroya y que si se hubiera arbitrado correctamente, los blancos hoy ya estarían en Madrid y la semifinal sería MoraBanc Andorra-Baskonia. Algunos piden que se hubiera aplicado el instant replay, pero la normativa ACB tan solo permite utilizar el Instant Replay cuando se trata de un lanzamiento, el reloj de posesión, caso de pelea o en caso de saque de banda o fondo.

Aún así, tienen razón, sí se hubiera pitado esa jugada correctamente, el Real Madrid hubiera sido eliminado en los cuartos de final de la copa.

Pero en un partido de baloncesto hay mucho más.

Tras el partido, el entrenador merengue supo calmar su euforia y al ser preguntado sobre la jugada de Sergio Llull, en primer lugar reconoció sin ningún tapujo que sí. Sí que era campo atrás. Y entonces, Pablo Laso, dijo una frase que plasma totalmente mi pensamiento y lo que quiero reflejar en este artículo:

«El baloncesto tiene un desarrollo de unas 75 jugadas que todas pueden ser confusas.«

Y exactamente, en el baloncesto, como cualquier otro deporte, cada decisión arbitral, ya sea errónea o acertada, también es capaz de cambiar el rumbo de un partido como lo puede cambiar una canasta o un tiempo muerto. Ya sea dando un balón de saque de banda, una falta, unos pasos, una falta técnica…. todo eso son cuestiones que dependen del árbitro y sí se decantan de un lado o hacia otro, puede girar un partido.

Es por eso, que a partir de aquí, voy a sacar mi argumento de porque el MoraBanc Andorra no fue robado. Pero ojo, tampoco digo que los de Peñarroya hayan sido favorecidos por los árbitros. Pero sí que tantos unos como otros, fueron perjudicados.

La nueva falta intencionada

Hasta la temporada pasada, cada vez que un jugador, llámese Sergio Llull por costumbre, se iba en un veloz contraataque hacia el aro y un defensa rival metía la manita para detener la contra, el colegiado pitaba falta y, sino estaban en bonus, era saque de banda y ataque en estático. Visto qué esto era un lastre para el espectador, este verano los 17 entrenadores de la Liga Endesa se reunieron y pusieron fin a esa falta táctica. La nueva norma que impedía que se produjera esa falta rezaba lo siguiente:

Se considera falta antideportiva una falta en situación de contraataque y transición aquellas acciones en las que el defensor no tiene intención de jugar el balón, tales como infracciones en las que éste se encuentra en posición lateral o posterior respecto al atacante y el contacto es alejado del balón.

Es decir, si nuestro ejemplo Sergio Llull corre a su velocidad normal, que suele ya ser superior a la de los demás, en transición, y un jugador le viene por el lado contrario a la pelota y mete su brazo para detenerlo, debe ser sancionado con dos tiros libres para el base menorquín y saque de banda para el Real Madrid. Pues bien, haciendo el inciso de que no se está aplicando esta norma regularmente en la Liga Endesa, durante el partido de anoche fue una acción que sucedió dos veces y en ninguna fue sancionada como debería. 

En plena remontada del Real Madrid de cuando llegaron a estar diecisiete abajo, los Andorranos en dos ocasiones detuvieron a Sergio Llull con la maldita falta táctica y tan solo fueron sancionados con una falta personal. En ambas, el menorquín protestó sin lograr nada a cambio. Finalmente, en una contra de Luka Doncic un defensor puso su cuerpo con los dos brazos por delante para detener al chaval de diecisiete años y se pitó la antideportiva con el exclamo de Llull por detrás de: ¡Al fín!

Con lo que quiero decir con esto, es qué sí desde un principio se hubiera sancionado con antideportiva la falta a Llull, los blancos hubieran tenido dos tiros libres y posesión para acortar más la desventaja rápidamente, además de que no hubieran hecho falta táctica en los dos otros contraataques en el caso de haberse producido. Por lo que quien sabe qué hubiera pasado. 

La estadística

También hubo algunas quejas, disimuladas entre la multitud, sobre algunas faltas de tiro que no fueron arbitradas. Y sin entrar a juzgar si fueron decisiones correctas o no, lo cierto es que, ya por culpa de estar en Bonus mucho tiempo, el Real Madrid concedió muchos más tiros libres de los que lanzó. Ya que el conjunto de Pablo Laso lanzó 25 (19 convertidos) por los 39 lanzados por los de Joan Peñarroya (31 convertidos).

Los pasos reales de Shermandini

A falta de 44 segundos por jugarse y con el marcador en 80-84 para el MoraBanc Andorra, el center Shermadini hace un posteo a Gustavo Ayón y anota. Lo que el árbitro pita pasos. Y bien pitados. Como se puede observar en el siguiente tweet con tres tomas, la pelota ya descansa en la mano de Shermandini en el primer paso, por lo tanto ya no hay ni dribbling o regate. A partir de allí da dos pasos más, los que todo el mundo ve.

Conclusión

Como he dicho antes y dijo Laso anoche, en cada partido hay muchas jugadas confusas y que pueden cambiar el ritmo del partido. Es por eso que quiero decir que aunque el campo atrás de Sergio Llull fue en el último segundo, anteriormente durante el partido hubieron otros factores (más de los que he mencionado) que pudieron haber cambiado el ritmo y a pesar de no haber sido en los últimos segundos, también tienen un peso importante en el resultado final. 

Porque el baloncesto es un juego de detalles.