Bartzokas salva la cabeza y el Barça estará en semis de la Copa del Rey

ACBMEDIA

Un Barça sin ideas hizo acto de presencia en el Fernando Buesa Arena frente a un Unicaja crecido después de su última victoria en Liga Endesa ante el Real Madrid y con ganas de dar un pase más allá en la Copa del Rey. Dicho contraste no hizo más que acentuarse en los primeros compases del partido, en el que los culés se ahogaban desde el triple -2/7 – y los de Plaza, con las ideas muy claras, martilleaban por dentro con 6 puntos de Brooks, 7-14 a 4 para el final del primer cuarto. Los cambios en el quinteto culé no surtían efecto sobre un Unicaja muy centrado y con las ideas claras, sujetos en una actuación muy coral, y manteniendo las distancias hasta el final del primer cuarto, 17-22.

El Barça no enchufaba, no encontraba el aro, y eso facilitaba las cosas a un Unicaja que, sin estar muy acertado, ampliaba poco a poco su ventaja, 21-29 en el ecuador del segundo cuarto. La fiesta estaba en la grada. Y Unicaja no encontraba en la defensa del Barça ningún tipo de oposición, algo que desesperaba a Bartzokas que rotaba y rotaba en busca de soluciones. Un final insípido del segundo cuarto llevo el partido hasta el 28-33.

Parcial de salida de 11-3 para el Barça y el partido cambiaba de dueño, 39-36 a 7 para el final del tercer cuarto. Hasta el momento, el Barça-Unicaja, el partido más igualado de lo que va de Copa del Rey. Momento para Nemanja Nedovic, el serbio, en estado de gracia, se echo a Unicaja a la espalda para sostener a un Ty Rice que se alzaba como héroe culé en la copa del Rey, 41-41 en el ecuador del tercer cuarto.  La figura de Eriksson eclosionó, el alero sueco dinamitó el partido desde el triple y bajo gritos de «MVP» por parte de la hinchada blaugrana, 16 puntos para él y ventaja de 53-45 para los suyos. Unicaja se implosionó con un final de cuarto muy flojo y el Barça se apuntó la ventaja para entrar al último cuarto, 58-51.

Con el partido entrando en su tramo decisivo, el Barça a duras penas contenía el empuje malagueño que encontraba opciones claras de cansata, 64-61 y seis minutos por jugarse.

El momento de la verdad.

Cuando más aire necesitaba el Barça, lo encontró. La defensa de Unicaja hacía aguas, y un parcial de 7-0 daba la máxima al Barça, 71-61 a 03:54 para el final del partido. Joan Plaza, muy enfadado con los suyos, llamó al orden en un tiempo muerto. Con Nedovic desactivado, las opciones malagueñas se disolvían como un azucarillo según pasaban los segundos. Se entró en los dos últimos minutos con clara ventaja culé 75-65.

Con el partido visto para sentencia, el Barça templó el ritmo, con ataques rápidos, y los de Bartzokas sellaron su pase a semifinales de la Copa del Rey, 82-70.