Los Milwaukee Bucks se curan las heridas en Indiana

Milwaukee Bucks 116 - 100 Indiana Pacers

Giannis Antetokounmpo bucks
Giannis Antetokounmpo tiene que asumir aún más responsabilidades en los Milwaukee Bucks. Erik Drost (CC)

Los Milwaukee Bucks han tenido una semana de grandes altibajos anímicos y deportivos. La vuelta de Khris Middleton a las canchas después de una larga lesión, se quedaba con un sabor agridulce para la plantilla al perder a Jabari Parker por una lesión todavía más grave. El equipo había perdido dos partidos ante Miami Heat y Los Angeles Lakers, ambas de manera contundente, después de ganar anotando 137 puntos en Phoenix.

Pero los Milwaukee Bucks quisieron acabar la semana dándose una alegría. Anoche visitaban a los Indiana Pacers, un equipo que se encuentra ahora en un bache de resultados tras una racha de victorias importante que les había asentado en la zona noble de la Conferencia Este. Y para sorpresa, los Bucks lograron en Indiana una importante victoria para sus todavía aspiraciones de meterse en Playoffs.

Ante la baja de Jabari Parker, es el turno de que Giannis Antetokounmpo se multiplique y haga todavía más para que su equipo gane. Y así lo hizo. El griego acabó el encuentro con 20 puntos, 8 rebotes y 10 asistencias, quedándose muy cerca de un triple doble. Por suerte para los Milwaukee Bucks, su segunda unidad respondió a la perfección. 53 puntos anotaron solo entre Malcolm Brogdon, Greg Monroe y Mirza Teletovic, este último anotando 5 triples. Además, Thon Maker y Tony Snell también superaron la docena de puntos en el quinteto titular.

Si Antetokounmpo fue el líder de los Bucks, esta vez no pudo hacer lo propio Paul George para los Pacers, y el equipo lo notó. Solo 13 puntos para el máximo anotador del equipo. Ante eso, el que dio un paso al frente fue CJ Miles, que anotó 23 puntos con 6 triples en su casillero personal. Myles Turner, y Monta Ellis desde el banquillo, fueron de lo poco destacado de los Pacers, con 18 puntos cada uno.

Los Milwaukee Bucks estaban menos cansados

Ambos equipos venían de jugar la noche anterior, pero el desgaste físico que supuso a los Pacers competir contra los Washington Wizards no fue el mismo que tuvieron los Bucks, que cayeron ante los Lakers y no tuvieron tanto trabajo. Eso pudo ser la clave para que los de Jason Kidd dominaran el encuentro de cabo a rabo, y se viesen por delante en el marcador prácticamente los 48 minutos del partido.