Los Rockets ganan en la prórroga de un enorme partido

Chicago Bulls 117-121 Houston Rockets

James Harden Houston Rockets
James Harden se salió en la sufrida victoria de los Houston Rockets. Fuente: Keith Allison (CC)

A pesar de la ausencia de Jimmy Butler, los Chicago Bulls pelearon hasta el final contra Houston Rockets en un partido que se pudo llevar cualquiera. La intensidad y las ganas que le pusieron los de Chicago hicieron que el partido se tuviese que decidir en una prórroga que fue más bien, una lotería, todo, en la noche de Yao Ming.

En sustitución de Butler, Michael Carter-Williams jugó en su posición, y completó una actuación memorable con 23 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, realizando varias jugadas de 2+1 y reivindicándose contra su suplencia. Wade contribuyó muy bien con 19 puntos, mientras Gibson finalizó con 20. Harden sobrepasó los 10.000 puntos para los Rockets gracias a una enorme actuación de 42 puntos, 12 rebotes y 9 asistencias.

El partido comenzó con un igualado intercambio de canastas que acabó con una ventaja de 2 puntos para los Chicago Bulls (26-24), gracias a los 6 puntos y 3 asistencias de Carter-Williams, 5 puntos de Paul Zipser y 4 de Nikola Mirotić. Por parte local, destacaban los 11 puntos y 2 asistencias de un gran James Harden.

Sin embargo, en el 2º cuarto llegaría la primera racha que desequilibraría el resultado a favor de los locales, que encajaron un +13 de parcial para adelantarse por 11 puntos camino al descanso. 14 puntos, 5 asistencias y 4 rebotes eran los números que lucía Harden, mientras en los visitantes destacaban los 11 puntos y 4 asistencias de Carter-Williams y 8 puntos de Gibson.

El descanso presenció la ceremonia de retirada del legendario dorsal nº 11 de Yao Ming. Hubo mucha expectación y se respiraba grandeza en Houston.

A partir del 3º cuarto empezamos a ver a los Bulls que todos queremos ver, peleando cada balón en defensa, forzando pérdidas, con inteligencia y descaro en ataque, y dando una sensación de unidad, de equipo, que no hemos visto antes. Lo dieron todo y como consecuencia estuvieron a punto de arrebatarles el partido a uno de los mejores equipos de la NBA en su casa. Así es como jugaron los Bulls hasta el final del partido, y, de esta forma, le devolvieron el parcial a los Rockets para dejarles en unos ridículos 19 puntos ese 3º cuarto, para los remarcables 32 de los visitantes. La defensa que mostraron los de Chicago fue muy buena, dejando al mejor equipo en ataque de la liga en números muy bajos.

De esta forma, con los Chicago Bulls liderando por 2 puntos entramos en un peleadísimo último cuarto, que terminó en un empate que obligó a disputarse una prórroga. Carter-Williams destacó sobre todos y acabó con 19 puntos al final del tiempo reglamentario, secundado por 14 puntos de un gran Wade, muy seguro siempre, y 11 puntos de Zipser. En el cuadro local destacó, como no, Harden con 36 puntos, 8 asistencias y 12 rebotes. Tras un intenso 4º cuarto, se llegó a una prórroga que encaminaron al principio los Rockets con un parcial de +5, pero que supieron aguantar los Bulls hasta el final, cuando tuvieron 2 oportunidades desde el triple para ponerse a 1 punto, pero acabaron con un resultado de 117-121 a favor de los locales.

Así culminaba Wade una remontada que puso a los Bulls por delante, gracias al increíble esfuerzo comunitario y a la intensidad que le pusieron los jóvenes y veteranos ‘Bulls’.

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