¿Por qué soy de los Golden State Warriors?

Voy a empezar hablando de «mi relación con los los Golden State Warriors» y luego analizaré cómo los Warriors están cambiando la NBA. A diferencia de muchos de mis compañeros de redacción, yo soy un bandwagon (esto significa ser hincha del equipo de moda, el que mejores resultados tiene en la actualidad) y estoy orgulloso de esto. Ustedes se preguntarán «¿por qué?» y realmente creo que fue un amor a primera vista. Ahora estarán pensando en que es fácil enamorarse del equipo campeón de la NBA y que ya está arrasando en la temporada 2015-16, pero realmente esta franquicia y específicamente este equipo generó algo en mí que considero mucho más importante que cualquier estadística, victoria o incluso anillo: me hizo fanático del baloncesto.

Soy de un país en el que el básquet no es ni por cerca el deporte de mayor importancia (bah, como en casi todo el planeta), aunque en los últimos quince años tomó muchísima más importancia con la llegada de la Generación Dorada, liderada por, entre otros, Manu Ginóbili y Luis Scola. Siempre me gustó ver a la Selección Argentina de Básquet, pero también soy de un país en el que todos se suben al carro cuando las cosas van bien y se bajan cuando van mal. Somos muy exitistas, esto se puede resumir con el hecho de que mucha gente insulte y no reconozca a Lionel Messi, uno de los mejores futbolistas de la historia (para no entrar en polémicas que no nos tocan). No obstante, al Seleccionado de Baloncesto siempre se lo reconoció mucho, seguramente por haber logrado uno de los hitos más grandes de la historia del deporte argentino: la victoria en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, victoria ante el USA Team incluida. A pesar de esto, nunca me sentí fanático del deporte de la pelota naranja. Esto cambió con el equipo de la Bahía, me empecé a interesar tanto en este hermoso deporte que no paro de investigar cuando conozco a un nuevo jugador, de jugar al 2K y no me pierdo casi ningún partido de los Warriors (tengo un poco de suerte con respecto a otras partes del mundo, ya que los partidos son a un horario un poco más accesible). Yo me considero un real Dub, a pesar de lo que digan los demás.

Ahora quiero hablar un poco sobre El fenómeno Golden State Warriors, como este equipo está revolucionando la NBA. Ni hace falta aclarar que el mundo del deporte (sea fútbol, baloncesto o curling) está sujeto totalmente a los resultados. Esta franquicia no solo ganó un anillo (2015) y perdió otro en las Finales por un minuto (2016), también rompió el récord de victorias en una temporada regular. Eso puede quedar en un simple dato de color, pero es historia pura. Lograron un porcentaje de victorias de 89% y superando ni más ni menos que a los Chicago Bulls de Michael Jordan. No es poca cosa… Llevan varias temporadas a un gran nivel, batiendo cada semana un nuevo récord. Es un equipo que se va a recordar por siempre.

De todas maneras, para mí los resultados no lo son todo. Yo disfruto viendo jugar a este equipo. Me van a decir que claro, que con la cantidad de estrellas es muy fácil. Estoy un poco de acuerdo, los jugones que tiene esta franquicia ayudan al buen desempeño, pero este principalmente se basa en una filosofía de juego y en jugársela, arriesgar, intentar algo nuevo. El estilo de juego que proponen los Dubs nunca fue llevado a cabo con esta simpleza y, desde ya, con estos resultados. Steve Kerr apuesta de a ratos por un Small Ball muy efectivo principalmente en el sector ofensivo. No les va mal en la pintura, pero se destacan principalmente por cantidades exorbitantes de triples. Basta con ver las cantidades y los porcentajes desde el perímetro de los jugadores, comandados principalmente por Stephen Curry y Klay Thompson hasta la temporada pasada, aunque con importantes aportaciones de Draymond, Barnes y el clave banquillo. Ahora se sumó Durant y bueno, nada que agregar. KD le suma al equipo un tiro más que fiable y show con increíbles mates, faceta en la que ayuda un inesperado JaVale McGee, un carismático jugador que aporta con show: tiene presencia, tapona, la vuelca con mucha facilidad debido a su impactante envergadura.

Para hablar de los Golden State Warriors, sin lugar a dudas nos tenemos que remitir al excelente róster que posee la franquicia, porque claro, sin intérpretes la orquesta no suena. Jugadores como Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y ahora Kevin Durant, entre otros, hacen realmente vistoso al baloncesto. ¿Cómo me puedo perder los partidos de un equipo con tantas estrellas? ¡Son como varios All Stars Games por semana! Lo increíble es que hasta posee grandes jugadores en la segunda línea: Shaun Livingston, Andre Iguodala, Ian Clark y JaVale McGee aseguran espectáculo cuando las estrellas descansan en el banquillo.

Hablando en particular de los jugadores, Stephen Curry es mi jugador favorito -no argentino- de la NBA (uno siempre tiene un gran sentido de pertenencia para con sus compatriotas, y más presenciando el mejor equipo argentino de la historia). Un importante porcentajes de mis risas semanales tienen lugar al leer que la gente dice «Curry solo sabe tirar y picar el balón» o incluso que Steph solamente tira bien al aro. Desde ya que estamos en presencia del futuro mejor tirador de la historia del baloncesto, pero ni hace falta ver partidos enteros de Golden State Warriors para quedar atónito con lo que Wardell Stephen Curry II puede hacer.

Algo similar sucede con Klay, camino a ser uno de los mejores tiradores de la historia de la NBA, dueño de una muñeca infalible, una mecánica de tiro perfecta (cuando digo perfecta es perfecta, si hacemos un manual de cómo tirar al aro podemos adjuntar imágenes o videos de Klay lanzando a canasta) y un catch and shoot que roza lo extraterrestre. Nunca le importó ser la segunda o tercera espada en su especialidad, algo más que destacable. Claro, al igual que Steph, el tiro de larga distancia es su principal arma ofensiva, pero decir que Klay Thompson solo sabe tirar suena ridículo. Le delego una misión a la gente que dice eso de los Splash Brothers: ver un par de partidos enteros de los Warriors o, si quieren convencerse más rápido, abrir en YouTube un video de highlights de estos (es cierto igual que en compilados cualquiera puede asemejarse a Michael Jordan).

Draymond Green es un distinto, el equilibrio del equipo, el jugador que cualquier franquicia querría tener. Si es tuyo, lo amas, pero si está en la vereda de enfrente… Lo que es innegable es el sacrificio que le aporta al equipo, tanto en la parte ofensiva (con un papel secundario al lado de tantas estrellas) como en la faceta defensiva, la cual la cumple de una manera excepcional. Tanto aporta en el sector defensivo que es uno de los candidatos a ganar el DPOY (Defensive Player Of The Year). Realmente hace de todo Draymond.

Kevin Durant es un jugador también muy importante en ambos sectores de la cancha, aportando con importantísimas cantidades de puntos, rebotes, asistencias, tapones, robos. De todo, básicamente. Protagonizó la novela del verano (lo que le valió el amor de un lado y el odio en otros) y cada vez se lo ve más asentado en este equipo. Este equipo confirma que muchas estrellas pueden llevarse a la perfección y tener una gran química en el parqué (uno de los argumentos por los que KD firmó por los de San Francisco).

No quiero olvidarme de tantos jugadores realmente fundamentales para este proceso, Andrew Bogut o Zaza Pachulia en la pintura aportando rebotes necesarios para este equipo, Shaun Livingston y Andre Iguodala aceptando un rol de segunda línea cuando tranquilamente podrían ser titulares en otros equipos de la liga, Harrison Barnes hasta la temporada pasada aportando incansablemente (lo que lo llevó a ser campeón olímpico), así como David Lee y Marreese Speights en su momento. Leandrinho Barbosa (una debilidad mía), Ian Clark o Patrick McCaw aportando en las posiciones de guards. Y otros jugadores importantes en esta revolución Dub.

Dejemos de criticar y apreciemos a este equipo que está cambiando la NBA en todo aspecto. Disfrutemos del buen baloncesto. Por mi parte quiero agradecerle a estos Golden State Warriors el haberme inyectado la pasión por el basketball y la NBA en particular. Eso es algo que nadie podrá sacarme y considero más importante que un récord, una victoria en Navidad o incluso un anillo… ¡A seguir haciendo historia y disfrutando de este gran equipo y de este fantástico deporte!