La involución de Shabazz Muhammad

Está siendo de largo su peor temporada

Shabazz Muhammad parece no evolucionar su juego al ritmo que el proyecto de los Timberwolves necesita, de hecho está cada vez peor - Nil Alemany (SB)
Shabazz Muhammad parece no evolucionar su juego al ritmo que el proyecto de los Timberwolves necesita, de hecho está cada vez peor – Nil Alemany (SB)

Minnesota Timberwolves está realizando una temporada decepcionante hasta la fecha, tal y como ya os contamos en nuestro Especial Navideño, aunque en los últimos tiempos la mejora empieza a dar sus frutos y las victorias han ido llegando con algo de constancia, hecho destacable viendo cómo empezó la campaña y las sensaciones que dejaba el equipo en el inicio de la misma. Todo el mundo empezó muy perdido con los nuevos sistemas y filosofía de Thibodeau, pero hay algunos jugadores que todavía hoy no están avanzando al ritmo del resto y en cada partido se encuentran más y más desamparados; es el caso de Shabazz Muhammad.

Bazz estaba este verano a la espera de recibir una oferta de extensión de contrato que le asegurara su continuidad en la ciudad de los mil lagos, al igual que Gorgui Dieng; pero mientras que el senegalés sí recibió dicha oferta y llegó a un nuevo acuerdo, el alero se quedó compuesto y sin novia. Por tanto, esta era una temporada vital para él, en la que debía demostrar de una vez por todas esa progresión que se le presuponía años atrás, mostrar que esa agresividad en pista era algo más que energía gastada en vano, que podía ser un anotador consistente y/o un defensor realmente importante gracias a esa capacidad de revolucionar el encuentro a base de poner más ganas que el resto.

Nada de eso está ocurriendo, más bien todo lo contrario. En las siguientes líneas os expondremos el porqué Shabazz Muhammad está sufriendo una involución y se está complicando su futuro, pues cuando el próximo verano sea agente libre sin restricciones nadie va a querer contar con sus servicios si sigue a este ritmo.

Estadísticas tradicionales

En los primeros años de las carreras de los jugadores es normal ir viendo una evolución en el juego, los minutos y las estadísticas; puesto que cada vez están más adaptados a la competición y encuentran su rol con mayor rapidez y lo aceptan con más naturalidad. Con algunos picos, años interesantes y capítulos frustrantes, lo habitual es ver cómo el jugador se desarrolla y forma de cara a esta liga tan exigente. Justamente lo contrario ocurre con Bazz; tal como muestra el siguiente cuadro:

Si nos fijamos en la fila que corresponde a esta temporada, la 2016/17, observamos como Shabazz Muhammad ha empeorado en todas y cada una de las facetas tradicionalmente medidas en el juego respecto a la campaña anterior – excepto en el porcentaje en tiros libres, donde, aunque tira menos de lo habitual, acierta con el mayor porcentaje de su carrera, un 77% – . Cierto es que juega algo menos, tres minutos para ser exactos, pero para nada es excusa para bajar en todas las categorías.

Para observarlo con todavía más objetividad, miramos también las stats de este año respecto a los promedios de su carrera; ya que ahí el promedio de minutos difiere en apenas medio minuto. De nuevo, baja en casi todas las métricas, siendo los porcentajes de tiro algo incluso preocupante.

Lanzar con un 41.5% de efectividad en TC, un irrisorio 25.7% en T3 (Ricky, al que todos critican en ese aspecto y con razón, promedia un 29% esta temporada) y con un effective field goal percentage – estadística ajustada con el triple respecto al tiro de dos – de solo el 44.2% es puramente de un jugador como el mencionado Ricky; cuyo tiro es de las deficiencias más claras que posee. El problema es que Ricky sabe de esa desventaja y tira poco y en ocasiones claras; Muhammad va constantemente a buscar el aro como un loco y lanza triples cuando no debería; lo tiene como un recurso más cuando su repertorio es más bien justito.

Además, también está peor en el resto de facetas como el rebote, las asistencias o los robos. No aporta en anotación y no aporta en el resto de aspectos, con lo que su contribución está muy por debajo de lo que se esperaba y es incluso negativa en algunos momentos. Pulula por el parquet sin dejarse notar en ningún lado de la pista y cuando se atreve a lanzar, más a menudo de lo que debería, falla y provoca ofensivas perdidas y contraataques.

Estadísticas avanzadas

Si en el apartado de estadística tradicional Muhammad salía perdiendo, tres cuartos de lo mismo sucede con las llamadas estadísticas avanzadas. Para muestra un botón, o un cuadro estadístico en este caso:

No hay que ser una eminencia para observar que esta temporada está siendo la peor de su carrera con diferencia; en todas las estadísticas baja sus promedios excepto en el de pérdidas y tiros libres, que como ya hemos comentado es el único aspecto en el que sí está rindiendo. La más destacada quizás sea el PER. Podría traducirse como la efectividad global del jugador, la valoración a nivel europeo; está peor incluso que su año rookie.

Eso no es todo, el cuadro anterior muestra las estadísticas avanzadas de Muhammad en particular, pero en NBA Stats hemos podido observar cómo afecta su rendimiento al equipo cuando él está en pista o sentado en el banquillo, las llamadas On/Off Court. Como era de esperar, el equipo también sale ganando cuando Bazz no participa del juego y otro ocupa su lugar.

Cuando el alero está en pista el equipo asiste menos, pierde más el balón, es menos eficiente en los lanzamientos y juega a un ritmo más rápido; que no tiene porque ser positivo ya que como hemos mencionado eso supone a veces ataques precipitados y puntos fáciles a la contra (si eres menos eficiente en tus tiros y atacas más veces, el resultado es obvio).

Sin embargo, no todo es negativo. Hay que ver el lado bueno también, y es que con Shabazz Muhammad en el campo el equipo tiene un buen defensive rating, mientras que sin él el equipo sufre más en defensa. Esta es una estadística que hay que valorar en su justa medida, como todas, pues esto es un trabajo en equipo y el alero comparte muchos minutos con Aldrich o Dunn por ejemplo, buenos defensores y malos atacantes (el rating ofensivo también es peor con él en cancha). También el equipo coge un porcentaje más elevado de los rebotes disponibles, aunque como hemos dicho él promedia menos que nunca, así que tampoco es un trabajo directo suyo, pero por algo debe empezar si quiere evolucionar.

Por último, dentro de la zona pintada el de los Timberwolves promedia un 51% en tiros; no es una pasada, pero es mucho mejor que en el resto de aspectos del juego. Con esa efectividad y el mejor porcentaje de tiros libres de su carrera, debe intentar mucho más las penetraciones y dejarse de triples (25.7%) y tiros de medio campo (27.6%) que no le entran. El camino a seguir está claro, aunque debe poner más cabeza y no buscar tampoco a lo loco ese lanzamiento, pues tiende a lanzarse contra dos, tres y hasta cuatro rivales en busca del contacto que muchas veces no termina en falta, y sí en una pérdida y contraataque rival.

Consecuencias

Con todo, la mala temporada de Shabazz Muhammad traerá consecuencias tanto a corto como a largo plazo. Veamos las posibles situaciones.

Si no mejora en lo que queda de temporada, Thibodeau irá restándole minutos conforme avance la misma en favor de hombres como Brandon Rush, que en estos momentos está lesionado. Por ahora lo minutos han sido más o menos estables para él gracias sobre todo a esa lesión de Rush que deja sin alternativas a Thibs, aunque su producción ha ido decreciendo con el paso de los partidos. Además, en cuanto termine la temporada deberá buscar un nuevo acuerdo con los Wolves u otra franquicia y, si siguen así las cosas, va a tenerlo muy complicado para firmar un contrato decente y tener minutos.

Si por el contrario mejora de aquí en adelante tampoco va a gozar de muchos más minutos con Thibodeau, pero sí que dispondrá de oportunidades en finales de partido apretados y situaciones de estrategia en finales de cuarto por ejemplo, lo que añade un valor extra de cara a su confianza y a cómo los otros equipos te ven. Además, obviamente tendrá mucho más fácil encontrar un hueco en la NBA y quién sabe si incluso volver a firmar con los Timberwolves, que deberían desembolsar lo que no se quisieron gastar el verano anterior.

Todo está en sus manos; Shabazz Muhammad tiene solo 24 años y todo el margen del mundo para mejorar, pero el tiempo corre y cada vez las sensaciones son peores. Esperemos que esta involución pueda volverse pronto una evolución; lo necesitan los Wolves y lo necesita él si quiere seguir siendo un jugador fiable de la NBA.