Especial Navideño: Sorpresas Conferencia Este

La Conferencia Este era muy complicada de predecir a principios de campaña, por los múltiples traspasos realizados y por la gran cantidad de incertidumbres que generaban muchas franquicia. Sin embargo, al final solo los Bucks, los Knicks y los Hornets han supuesto una verdadera alegría en cuanto a resultados se refiere. El primero por sobreponerse a la lesión de Middleton con tanta eficiencia, los Knicks porque todo el hype generado se está transformando en buen juego y buenas actuaciones, y los Hornets porque Steve Clifford ha sabido superar las bajas que ha tenido e incluso subir un peldaño más en las aspiraciones de la franquicia.

MILWAUKEE BUCKS

Aunque con la base de jugadores de futuro intacta, Milwaukee Bucks rehizo prácticamente el equipo durante el verano con incorporaciones como Teletovic, Dellavedova o Jason Terry; además de las contrataciones vía Draft de Thon Maker y Malcolm Brogdon. Por tanto, se esperaba que la franquicia de Wisconsin tuviera un período de adaptación largo hasta jugar a buen nivel. Además, todo se torció aún más cuando Khris Middleton se lesionaba para toda la temporada; unas de las piezas básicas en este equipo no podría contar para Jason Kidd, con lo que se tuvieron que realizar un par de movimientos, adquiriendo a Michael Beasley y Tony Snell con traspasos a cambio de Tyler Ennis y Michael Carter-Williams respectivamente. Todavía más adaptación con las caras nuevas y perdiendo a una pieza vital, se esperaba que este fuera un año de transición para los Bucks, no entrarían en PlayOffs y deberían seguir moldeando el proyecto de cara a una campaña 2017/18 en la que con todas las piezas se intentaría algo más importante.

Nada más lejos de la realidad; los de Milwaukee se encuentran quintos en la competida Conferencia Este con un récord de 13-12 y con Giannis Antetokounmpo a un nivel estelar. Mirando las categorías básicas, el equipo se encuentra en todas las facetas alrededor de media tabla, entre los puestos 10 y 15 en la mayoría de las categorías. Así pues, Jason Kidd ha conseguido que su conjunto no destaque en ningún apartado, pero sea competitivo en todos. Eso significa una versatilidad y adaptación a las situaciones de cada partido que les proporciona muchas victorias. Un ejemplo, Greg Monroe fue un error de la gerencia (uno de los muchos cometidos, por desgracia) hace dos veranos; a principio de temporada estaba casi al fondo de la rotación, pero últimamente está ganando protagonismo en el lugar de John Henson porque los partidos están requiriendo de una presencia interior más importante en ataque y no un intimidador en defensa. Además tienen a The Greak Freak; el griego lidera al equipo en las siete categorías principales – esto es puntos, rebotes, asistencias, robos, tapones, pérdidas y faltas -, una auténtica locura. Con él como jugador franquicia indiscutible y aún sin un techo conocido, este equipo puede hacer maravillas a medio plazo.

De cara a la presente temporada el equipo debe aspirar a clasificarse para los PlayOffs, pues estos se han convertido en un objetivo real. En un hipotético enfrentamiento ahora mismo se las verían con los Hornets, otra de las sorpresas agradables de esta Conferencia. No deben tener en mente mucho más allá, competir y adquirir experiencia en postemporada es vital para que el proyecto siga su camino viento en popa. Mirando un poco más a corto plazo, Antetokounmpo estará en la cita de Febrero para el All-Star Game sin duda y Brogdon lo estará para el partido de rookies; con ellos y la ayuda de Parker o el mencionado Monroe, los objetivos para esta temporada se verán más que cumplidos tras la aciaga noticia de Middleton que hacía presagiar lo peor.

New York Knicks

Si alguna franquicia ha tenido un verano movido en el año 2016, esta ha sido la de la capital del mundo, New York Knicks. Con muchos fichajes de renombre que traían consigo incertidumbre, como Rose, Jennings o Noah, los expertos no tenían muy claro dónde situar al conjunto de Jeff Hornacek (otro que debutaba). Estaba claro que la continuidad de Carmelo Anthony o Kristaps Porzingis significaba que muy mal tampoco irían, pero con el historial de lesiones y la edad de los fichajes, Phil Jackson se la jugaba a prácticamente el todo o nada. Por otro lado, el propio Hornacek o Courtney Lee sí se veían como adquisiciones acertadas, pero el resto impedía medir realmente el techo de este equipo con tantas caras nuevas. Para colmo, el pívot francés apenas podía participar en la pretemporada con problemas de lesiones y Derrick Rose arrastraba un tema judicial que también le impedía centrarse en su nuevo equipo; todavía más incertidumbres e impedimentos para calificarles. Por nombres sin duda son un gran conjunto, por sensaciones no lo parecieron tanto en la preseason.

Sin embargo, Jeff Hornacek necesitaba contar con todas sus piezas y en cuanto lo hizo, el conjunto de la Gran Manzana empezó a carburar. Cierto es que defensivamente aún tienen mucho por trabajar, pero ahora mismo el balance del equipo es de 15-13 y se sitúan sextos en la Conferencia, algo casi impensable viendo el historial de las últimas campañas. De hecho, tiene incluso más mérito porque tanto Noah como Rose se han ido perdiendo partidos, no demasiados, por distintos problemas físicos; con lo que la explosión de Kyle O’Quinn o Justin Holiday por ejemplo han sido uno de los ases bajo el brazo que tenía el nuevo entrenador. Hornacek todavía tiene mucho por trabajar en el apartado defensivo y, sobre todo si Noah recupera mínimamente el nivel de los tiempos de Thibodeau en los Bulls, tienen potencial para ser un equipo interesante también en ese aspecto; aunque si por algo es conocido es por su estilo rápido y primordialmente ofensivo; y por ahora nadie se puede quejar de los resultados.

Qué jugadores pueden ir al partido de las estrellas es una pregunta interesante, pues Carmelo Anthony no se lo perderá, pero más allá de él el siguiente que tiene opciones es Porzingis; aunque a nivel reboteador y defensivo en general no ha sido una pieza destacada precisamente. Los PlayOffs, mirando ya hacia Abril, son un objetivo claro en estos momentos y, si Rose y Noah dejan atrás definitivamente los problemas físicos, pueden ser un rival muy complicado de batir. Los Celtics serían su rival en estos momentos, una serie digna de ver y que posiblemente se marcharía tranquilamente a seis o incluso siete partidos. El proyecto a medio plazo ya está más complicado por la edad (son el décimo equipo «más viejo» de la liga); con lo que el próximo verano y la campaña 2017/18 se prevén como la oportunidad perfecta de este conjunto. Si siguen a este nivel y mejoran en defensa, pueden llegar a ser candidatos.

Charlotte Hornets

Al Jefferson, Courtney Lee y Jeremy Lin fueron tres piezas que se marcharon en la última agencia libre y para sustituirles los Charlotte Hornets de Michael Jordan trajeron a Roy Hibbert (prácticamente un cero los Lakers) y Marco Belinelli (muy desaprovechado en los Kings tras su paso por Spurs). Además, otras cuatro bajas en el banquillo provocaron un lavado de cara quizás involuntario. A priori, el equipo estaba igual o peor; tenía peores jugadores y superar o incluso igualar el sexto puesto que consiguieron la temporada pasada con 48 victorias se antojaba una utopía. Solo la irrupción de Kemba Walker a un nivel incluso mejor del que había mostrado en la 2015/16 o un Batum de MVP podían recuperar la sintonía de este conjunto.

Al contrario de lo esperado, Steve Clifford ha conseguido mantener el estilo intacto (promedian casi exactamente el mismo ofensive y defensive ratings) y su cuarto puesto en la clasificación de Conferencia hace prever un presente incluso más brillante que el año anterior. ¿Las claves? En primer lugar el trabajo de Clifford, impagable; él y su staff se están destapando como uno de los mejores cuerpos técnicos de toda la liga. En segundo lugar, Batum no está a nivel MVP, pero ciertamente ha mejorado significativamente y su proceso de adaptación tras llegar el año pasado parece más que superado. Kemba Walker sigue a ese gran nivel (promedia un par de puntos más y alguna décima extra en asistencias) y ya es sin duda alguna el líder del equipo de Carolina del Norte. El otro factor, Michael Kidd-Gilchrist. La temporada pasada se la pasó casi en blanco por un par de lesiones y Marvin Williams hizo un buen papel como sustituto, pero esta campaña con ambos sanos y la presencia de Cody Zeller en el interior – otra grata sorpresa – el equipo se sitúa entre los siete primeros a nivel defensivo.

La temporada pasada los Hornets cayeron ante Miami Heat en siete partidos; esta temporada de la mano de los All-Star Walker y Batum (por lo menos el primero casi asegurado, veremos el francés de aquí a Febrero) la franquicia debería plantearse superar esa primera ronda y competirle a unos hipotéticos Raptors el puesto en las Finales de Conferencia. El margen de mejora todavía es grande gracias a que las piezas básicas todavía están en su etapa de plena explosión; pero unos objetivos como estos a corto plazo no son para nada imposibles de conseguir.