¿Gordon Hayward y/o Rudy Gobert al All-Star?

Desde Deron Williams en 2012, los Jazz no han tenido ningún jugador

Gordon Hayward Utah Jazz
Nil Alemany (cc)

Las votaciones para el All-Star de New Orleans no se abren hasta el domingo, día de Navidad, pero con algo más de un tercio de competición disputado es buen momento para abrir el debate sobre qué jugadores merecen un sitio en él. Obviamente hay un buen puñado de ellos sobre los que nadie duda y que exceptuando lesiones estarán allí el 19 de febrero, pero también hay nombres que esperan estar en la discusión hasta el último minuto, como dos de las estrellas de los resurgentes Utah Jazz, Gordon Hayward y Rudy Gobert.

Por talento únicamente ambos están haciendo méritos más que de sobra para participar. Hayward es el líder ofensivo y mejor jugador de uno de los conjuntos más fuertes del Oeste, y está en 21,7 puntos, 6,2 rebotes, 3,8 asistencias y 1 robo por partido con dignos porcentajes de tiro para un jugador de perímetro. Algunos piensan que ya podría haber debutado en el All-Star el curso pasado, pero la presencia también de Derrick Favors en la terna a la hora de compartir galones y el rendimiento no tan excelso de los propios Jazz, terminó por perjudicarle en exceso. Hayward no sólo ha aumentado su ya importante papel protagonista en el ataque de Utah, sino que de la manera en la que los mejores anotadores suelen hacerlo: yendo con más frecuencia al aro y sacando tiros libres. Tras dos años situado en torno a los seis tiros libres intentados por partido, esta temporada está promediando uno más por noche, y con el porcentaje más alto de su carrera: 87%. Si en otros casos, como DeMar DeRozan o Kawhi Leonard, se reconoce esa evolución en su juego, también debemos darle crédito a Hayward. A sus 26 años el natural de Indiana está entrando en la mejor etapa de su carrera y este verano se convertirá probablemente en uno de los más cotizados agentes libres de todo el mercado; el timing no podría haber sido mejor. Con él en pista los Jazz son casi siete puntos por 100 posesiones mejores.

El rating ofensivo de Utah con Hayward jugando es de 113.6, una marca que sólo superan otros cinco conjuntos de la liga. Sin él ese registro baja hasta 106.8, equivalente al último tercio de la clasificación. Esa diferencia sólo es mejorada por dos hombres: George Hill, cuyo impacto en Salt Lake City está siendo espectacular, y Gobert, del que hablaremos un poco más abajo. Los Jazz son sorprendentemente el octavo mejor ataque de la NBA, y en gran parte se debe a Hayward; sólo Hill promedia más posesiones que Hayward.

Gobert, por otro lado, se ha convertido en los últimos dos cursos en perenne candidato a Mejor Defensor del Año. El francés es probablemente el mejor protector del aro que hay en toda la liga, dejando a los rivales en apenas un 41,7% de acierto en tiros en la zona restringida cuando los defiende. Esta marca sólo es mejorada por el letón de los Knicks, Kristaps Porzingis, pero la diferencia entre ellos y otros grandes nombres con más caché es abismal. DeAndre Jordan está en 45,5% y Hassan Whiteside en 45,8% por ejemplo. Ya hemos dicho que Gobert tenía uno de los mejores diferenciales de los Jazz, que son 8.9 puntos por 100 posesiones mejor con él en pista, y su defensa deja al adversario en 4.1 puntos menos por 100 posesiones cuando juega.

Con Favors ausente por prolongadas rachas durante este primer tercio de campaña, el pívot galo ha tenido que aumentar su participación en ataque, pasando de los 9,1 puntos promediados en 2015/16 a 12,3 este año. Sus rebotes también se han incrementado, de 11 a 11,8, y su porcentaje de tiros de campo se ha disparado hasta un absurdo 69,9%, marca que lidera la liga. También ha mejorado de manera ostensible en tiros libres, pasando de un muy pobre 56,9% hasta un más que digno 67,1% en más de un intento extra por partido. Por supuesto sus registros en tapones siguen siendo los más llamativos, y es que con 2,7 por noche es segundo en toda la NBA por detrás de Anthony Davis. Gobert está alcanzando los mejores números de su carrera en prácticamente toda categoría estadística. Su true shooting percentage, que mide la eficiencia de sus tiros, teniendo en cuenta el valor de los triples y los tiros libres, es ridículo: 71,7%. En 2015/16 era 58,2%. Sólo el brasileño de los Raptors, Lucas Nogueira, le supera, pero con bastante menos participación en ataque.

La adición de Hill, Boris Diaw y Joe Johnson este verano ha mejorado mucho a los Jazz. El año pasado pagaron las lesiones y la falta de talento y experiencia de los sustitutos. Esta temporada pelean el factor campo en la primera ronda de Playoffs con Rockets, Grizzlies y Thunder, y ya no son más la cenicienta de la liga. A pesar de haber sufrido lesiones con casi la misma frecuencia este curso, el incremento de opciones para el entrenador Quin Snyder ha convertido a los Jazz en un equipo muy potente. Sin embargo tampoco se puede olvidar el crecimiento de Hayward y Gobert. Ambos han elevado su juego. Ayudados por la presencia de un base por fin, y también con más espacio en la pintura con Diaw en lugar de Trevor Booker y por Favors con este lesionado, las dos estrellas en potencia están alcanzado niveles ofensivos muy importantes, y poca gente debe dudar ya que por talento y por rendimiento para un equipo ganador, ambos merecen estar en el All-Star si no hay lesiones.

El problema que hay es el gran estado de forma de las estrellas de la NBA. Al All-Star van 12 por conferencia, y aún teniendo en cuenta las inconvenientes lesiones, siempre hay jugadores que injustamente no están en la lista. Con la reforma para seleccionar titulares será mucho más difícil que alguien como Zaza Pachulia esté tan cerca de ir a este tipo de eventos, pero tampoco beneficia, de momento, a los dos hombres de Jazz. En el Oeste hay, además, muchos nombres que, pase lo que pase, y aún, y gracias a Dios, con la retirada de Kobe Bryant, son seguros: Stephen Curry, Russell Westbrook, James Harden, Chris Paul, Kevin Durant, Draymond Green, Kawhi Leonard y Anthony Davis. Ahí ya van ocho. Si los Warriors siguen paseándose por la liga es muy probable que Klay Thompson entre, algo que por otro lado no sería injusto. Damian Lillard debe estar. Marc Gasol también. Karl-Anthony Towns, a pesar de jugar en los Wolves, está haciendo un año espectacular. ¿Blake Griffin? ¿DeAndre Jordan? ¿DeMarcus Cousins?

Es muy duro llegar al All-Star. No sólo hay que ser bueno, hay que estar en el momento adecuado. Hayward y Gobert están coincidiendo con, probablemente, el mejor momento de la NBA en cuanto a jugadores de nivel se refiere, y el jugar en un mercado pequeño, por mucho que sean quintos en el Oeste, no les beneficia. Ojo, tampoco les perjudica en exceso, aunque desde la marcha de Karl Malone y John Stockton, los Jazz sólo han tenido seis selecciones del All-Stars, y ninguna desde Deron Williams en la 2011-12.

El francés lo tendrá complicado si van Davis y Gasol, ya que ya serían dos pívots puros y es poco probable que los entrenadores quieran llenar el equipo de jugadores interiores que suelen ser menos espectaculares para el público general. En todo caso Towns partiría con ventaja por lo vistoso de su juego. Como sería increíblemente injusto dejar a un equipo tan bueno sin un participante, la opción Hayward cobraría bastante peso. El alero de los Jazz encajaría a la perfección por sus habilidades como jugador de perímetro, y además es la referencia ofensiva de los de Snyder. Para ello tendría que tener algo de suerte de todas maneras, y esperar a que alguno de Thompson, Griffin o Towns no entrase.

El Oeste está repleto de talentos y los dos hombres de Utah van a tenerlo complicado a pesar de estar realizando la temporada de sus vidas en uno de los mejores equipos de la conferencia. Por talento puro estarán en la terna, pero por desgracia para ellos están rodeados de opciones igualmente importantes.