Alvin Gentry, despreocupado por su situación laboral
Su trabajo en NOLA pende de un hilo
Para ser sinceros, la situación actual de los New Orleans Pelicans es insostenible. Con el ahora mismo jugador más temible de la NBA, líder en puntos y tapones por partido, no puedes permitirte un récord de 7 victorias y 16 derrotas. Es un hecho. Y el principal señalado es Alvin Gentry.
¿Que esto podría ser en parte por las bajas que sigue sufriendo el equipo una temporada más? Puede, pero no, ahora mismo ese no es el motivo principal por el cual los de Louisiana no acaban de despegar definitivamente. Malas decisiones al final de los partidos apretados, un ritmo de juego en ataque lamentable y, sobre todo, una actitud derrotista del equipo son los motivos por los que Alvin Gentry, entrenador actual del equipo, sale como principal culpable de tal desgracia.
Y lo que ello conlleva, rumores sobre su despido. Más allá de entrar en si son justos o no, Gentry ha querido dar declaraciones sobre el tema tras perder en casa ante el peor equipo de la liga, los Philadelphia 76ers, tras ir ganando los 3 primeros cuartos del partido:
«Realmente, no me importa una m***** mi situación laboral actual», dijo Gentry. «Voy a trabajar duro, y voy a ser el entrenador hasta el día que me digan que no soy el entrenador. No importa. Yo nunca soy de preocuparme por eso. He tardado tan solo cinco segundos en preocuparme».
«Mi preocupación es cómo conseguir que los chicos del vestuario estén para jugar al nivel que yo quiero. Ahí es donde va todo mi esfuerzo. No va a ningún otro lado».
Estas declaraciones, no cabe duda, no son ni elegantes ni sutiles si te paras a analizarlas, pero muestran a un hombre que sigue teniendo el carácter y el desparpajo que atesoraba cuando llegó al puesto.
«Tenemos que ser capaces de crear tiros», dijo Gentry. «Tenemos que ser capaces de aliviar la presión sobre Anthony y abrir algún tipo de camino, y de lla única manera que podemos hacer eso es que tenemos que tener chicos que puedan meter tiros».
El tiempo pasa y cada vez hay menos margen de error para un equipo que, si no cambia radicalmente, se verá obligado a traspasar a uno de los mejores jugadores del mundo.
