El Real Madrid vence a OKC en un final épico

El ambiente en el Barclaycard Center preveía una fiesta del baloncesto y así fue. Oklahoma City Thunder, uno de los mejores equipos de la liga americana, se enfrentaba al mejor equipo europeo del último lustro, el Real Madrid de Pablo Laso. Este panorama, ante una afición entregada y lista para el espectáculo.

Encuentro con normativa NBA, cuartos de 12 minutos, y un arranque que dejaba sensaciones frías, especialmente para los locales. Los blancos empezaron muy relajados, no estaban metidos en el partido, puede que el hecho de haber arrancado ya la temporada influyese.

Pero a los pocos minutos de arrancar OKC metió una marcha más. El equipo de Billy Donovan apretó algo en defensa ante un frío Real Madrid y rápidamente superaron los dobles dígitos de ventaja. Victor Oladipo se mostró muy agresivo, todo lo contrario que Russell Westbrook, muy relajado de cara al aro.

Todos los aficionados esperaban los highlights de uno de los mejores jugadores del planeta y no tardaron en llegar. Westbrook se fue activando y dejó mates y pases espectaculares que levantaron a la grada, aunque sin el toque de intensidad que acostumbra.

Álex Abrines se estrenaba con la camiseta de los Thunder y era recibido en el Barclaycard con una sonora pitada por su pasado en el FC Barcelona. Junto a él entró desde el banquillo Enes Kanter. El turco hizo mucho daño en la pintura rival, con sus recursos y rebote ofensivo, y recalcó de nuevo sus problemas defensivos.

El equipo NBA se marchaba con facilidad en el marcador, sólida defensa y ataque simple, para cerrar un gran primer cuarto 35-22. Entre el primer y el segundo cuarto se homenajeó en el centro de la pista a los ex-NBA Shawn Marion, Jason Richardson y Ron Harper.

Continuó la misma tónica en el segundo cuarto. En este no jugó Westbrook, fue turno para los menos habituales, como Josh Huestis. Kanter fue de nuevo una pesadilla en la pintura y otros como Ronnie Price quisieron dejar su imagen para el recuerdo. La primera parte finalizaba con un triple espectacular de Sergio Llull, 50-65.

Sin embargo el tercer partido sirvió para dos cosas. La primera aburrir durante algunos minutos al público por un juego muy lento, gran parte de la culpa para los árbitros, y mucho fallo. En los últimos minutos del cuarto el Madrid apretó y consiguió acercarse a los diez puntos de ventaja. Trey Thompkins fue el protagonista de los blancos con varios triples y buenas decisiones en ataque y defensa. De nuevo Sergio Llull, con un triple, cerraba el cuarto y dejaba a los blancos a tan solo ocho puntos de distancia. Todo listo para unos últimos doce minutos con todo por decidir.

El último cuarto fue, sin lugar a dudas, el más espectacular y vibrante. Los blancos exhibieron una mejor defensa y un trabajo más serio en el rebote aprovechando la lesión de Steven Adams. Además Thompkins y Jaycee Carroll continuaron con su particular festival de anotación.

Kanter y Oladipo sustentaban a los de Donovan al frente del marcador, aunque por pocos puntos, mientras Westbrook descansaba en el banquillo. El turco seguía perforando la zona blanca, donde ningún jugador a disposición de Pablo Laso podía hacer frente a la combinación de altura y recursos del ex de Utah.

Los dos últimos minutos fueron una réplica del resto de periodo. El Madrid soñaba con la remontada y por unos minutos así fue. Rudy Fernández finalizó una espectacular racha de los merengues con un triple y puso, por primera vez en el encuentro, al Real Madrid al frente. Sin embargo la alegría no duró demasiado. El Barclaycard se vino abajo y apoyó a su equipo como si de la final de Euroliga se tratase, pero aparecieron dos figuras: Kanter y Abrines. El turco seguía acumulando puntos sin demasiado problema; mientras el español, ex del Barcelona, silenció por doble partida al pabellón blanco con dos triples consecutivos.

Con el partido ya aparentemente sentenciado, Andrés Nocioni lanzaba tres tiros libres con apenas unos segundos en el marcador. El rebote se le escapaba de entre las manos a los jugadores de OKC, raro, ya que venían siendo una fuerza en los tableros, para que Sergio Llull anotase un impresionante triple prácticamente sobre la bocina que volvía loco a todo el Barclaycard.

En la prórroga continuaron ambos equipos contestándose unos a otros; cuando los blancos anotaban eran los Thunder quienes contestaban. Así hasta que de nuevo Llull anotaba un triple y ponía por delante a los suyos en el marcador.

La locura se apoderaba del Barclaycard a medida que su equipo se acercaba a la victoria. Unos tiros libres de Carroll y después Hunter, con un triple y un mate, sentenciaban un final digno de contar. Remontada, prórroga y victoria del Real Madrid sobre Oklahoma City Thunder por 142 a 137.