Cinco razones por las que los Nuggets alcanzarán los Playoffs

Optimismo de cara al 2016/17

Nuggets Win
Los Denver Nuggets lo tienen todo de cara para volver a meterse en PlayOffs (Foto: Laura Cristaldi, SB)

Los Denver Nuggets están a punto de empezar su año dos de la reconstrucción emprendida el año pasado por parte de la directiva, apostando por un núcleo joven y de calidad, un entrenador motivado y motivador y unos veteranos que garantizan peso en el vestuario e indiscutibles destellos de calidad, y todo ello sin recurrir al “tanking” como hicieron otros equipos.

El record de 33 victorias del 2015-16 fue bastante pobre, pero basta quedarse a mirar un rato para ver que muchas de las derrotas llegaron en las recta finales, por falta de experiencia y cinismo, pero raramente el equipo dio la sensación de rendirse, ni contra los equipos más fuertes, de hecho los Nuggets fueron los únicos capaces de derrotar tanto a los Golden State Warriors como a los San Antonio Spurs, señal que hay mucho potencial que explotar.

Con un año más de experiencia de los jóvenes que enamoraron el año pasado, los nuevos rookies de calidad que se suman a la causa y la enfermería vacía, además del trabajo físico realizado por varios jugadores a lo largo del verano para mejorar su nivel de rendimiento y el idilio que se parece vivir en Denver entre jugadores y ciudad tenemos suficiente motivos para pensar que el equipo pueda alcanzar los Playoffs.

1 – El núcleo joven

Como analizamos recientemente en el Power Ranking de SomosBasket, los Denver Nuggets tienen uno de los mejores proyectos jóvenes de toda la NBA. La franquicia de Colorado supo reconstruir su plantilla añadiendo piezas importantes que prometen mucho de cara al futuro sin necesidad de recurrir al tanking o tener que despedirse de sus jugadores más valorados y representativos.

Vista la progresión durante la temporada pasada, es lógico pensar que jugadores como Emmanuel Mudiay, Nikola Jokić o Gary Harris sigan mejorando y a ellos se añadirá el talento de Jamal Murray, Malik Beasley y Juancho Hernangómez, esperando además recuperar la mejor versión de Jusuf Nurkić.

2 – Gallinari y Chandler en salud

Danilo Gallinari y Wilson Chandler representan una de las mejores parejas de aleros de toda la liga, si se considera que uno será el titular y el otro guiará la segunda unidad. Además de la aportación en fase de tiro, tanto el italiano como el estadounidense son dos jugadores muy versátiles, que pueden multiplicar las opciones de juego del equipo. Desde que los dos jugadores aterrizaron en Denver en enero de 2011 raramente les hemos visto los dos al 100%: primero uno y luego otro han pasado por largas lesiones, teniendo que perderse temporadas enteras. Ahora están bien, en salud y motivados: el aporte en un equipo tan joven puede ser fundamental. La presencia de Chandler podría permitir a Gallinari algo más de descanso, con el fin de aumentar su efectividad durante sus minutos en la cancha, además de la idea que ya expresó Malone de poder utilizar a los dos jugadores en posición de ala-pívot en situaciones de small-ball.

3 – Michael Malone

Michael Malone es otra pieza clave del proyecto-Nuggets. El locuaz joven entrenador parece haber cuajado al 100% con la directiva, el vestuario, los demás componentes del cuerpo técnico, la prensa y la afición. Bajo el punto de vista estrictamente técnico, los minutos en la cancha concedidos a jugadores como Emmanuel Mudiay, Gary Harris, Will Barton o Nikola Jokić les han permitido florecer, mejorando partido tras partido. Hasta Danilo Gallinari disputó su mejor temporada bajo las órdenes de Malone, que diversificó el juego del alero italiano; Malone lo considera un arma ofensiva aprovechable a todos los niveles, como por ejemplo por la cantidad de tiros libres que puede llegar a tirar por las faltas recibidas. Lo que Malone quiere mejorar para el 2016-17 es el aspecto defensivo, lo ha repetido hasta la sopa y, viendo lo que ha sido capaz de hacer el año pasado con los hombres a su disposición, estoy convencida de que pueda lograr mejorar este aspecto del juego, y con una mejor defensa los Nuggets se convertirían en equipo más competitivo, seguro de sus medios y más sólido.

Un aspecto que me encanta de Malone es que él considera a sus jugadores primero como personas que como atletas: es capaz de crear unas relaciones humanas que luego se ven reflejadas en la cancha, ya que el jugador se siente realmente implicado, parte de algo, siente que el entrenador confía en él. En este aspecto el coach de los Nuggets parece tener un don exclusivo, recordemos que es el único entrenador, por ejemplo, capaz de ir de acuerdo con DeMarcus Cousins, todo un campeón, pero con un carácter un poco especial.

4 – Físico y química

Muchos jugadores de los Nuggets pasaron la off-season en el gimnasio. Lo hemos leído y hemos visto fotos y relatos en las redes sociales. Varios jugadores se han entrenado a las órdenes del carismático preparador físico Steve Hess, que lleva 20 años con la franquicia y es una institución en el vestuario. Hess crea y administra trabajos individuales específicos por cada jugador a seguir durante todo el año (tanto durante la temporada como, sobre todo, en la off-season), así como programas nutricionales. Este verano, por ejemplo, lo hemos visto siempre pegado a Jusuf Nurkić, hasta en su Bosnia natal durante el “Bosnian Beast Basketball Camp”. Nurkić bajó 16 kilos y recuperó una forma excelente, que el año pasado había perdido con las lesiones. El verano anterior fue Jokić él que había perdido varios kilos, y vimos los excelentes resultados la pasada temporada.

Otros jugadores que pasaron mucho tiempo en la sala de pesas fueron Gary Harris y Will Barton, con el intento de ganar masa muscular para ser más fuertes físicamente. En particular modo la progresión de Harris es bastante evidente, se nota que el jugador está más “plantado”. Además la enfermería está vacía (¡tocamos madera!), todos los integrantes de la plantilla se presentan al top de cara al 2016-17.

Otro aspecto importante en el vestuario de los Nuggets es la química. Gracias al trabajo de Malone y del cuerpo técnico, las ganas de crecer y mejorar juntos, la confianza el uno con el otro, parecen haber difundido un clima de armonía entre todos. Mensajes cruzados de cariño recíproco se han difundido en las redes sociales a lo largo de todo el verano, como los tweets de media plantilla apoyando a Jokić durante los juegos olímpicos, las varias felicitaciones de cumpleaños a Gary Harris, Jusuf Nurkić o Danilo Gallinari, el mismo “Gallo” alabando públicamente a cada uno de sus “polluelos” en la prensa italiana… Y con los nuevos rookies ya metidos de lleno en este clima de amor general, dando señal que la química es excelente.

Mike Miller, el “abuelo” del equipo y una figura muy importante bajo el punto de vista anímico en el grupo, no ha faltado de demostrar su afecto hacia los compañeros de equipo en las varias ocasiones, utilizando el hashtag #NuggetFamily.

5 – Denver es una ciudad maravillosa

Conexo con la química de grupo que han creado los jugadores, también hay que destacar la relación entre los jugadores y su entorno. Las recientes declaraciones de amor de Danilo Gallinari hacia la ciudad de Denver reiteran lo que el alero italiano siempre profuso y que también otros jugadores como Wilson Chandler o Darrell Arthur demostraron abiertamente. Aprecian Denver y quieren estar en Denver, quieren ganar en Denver. ¿Qué tiene a que ver esto con el baloncesto? En mi opinión, mucho… Porque que jugadores representativos de la franquicia digan públicamente: “Quiero ganar y quiero hacerlo aquí” es una señal fuerte para el presente y para el futuro, señal que en Denver se está construyendo algo importante y que más jugadores cotizados podrían optar por Denver como un destino posible para vivir bien y jugar bien (e intentar ganar algo) en el futuro inmediato.

El factor ambiental desde luego también cuenta: los 300 días de sol al año que se viven el Colorado hacen que la gente viva en la calle; muchos jugadores acuden al Pepsi Center andando, viven la ciudad, se compenetran con el ambiente, se mezclan con la gente.

Desde luego los Denver Nuggets lo tienen todo para volver a meterse en Playoff tras unos años de ausencia, y con eso volver a atraer a un caluroso público, que se entusiasma con las grandes hazañas deportivas: como el pasado febrero la Mile High City se vio inundada de naranja tras la victoria de los Denver Broncos en la SuperBowl de football, lo mismo podría verse en un futuro no demasiado lejano coloreada de azul y amarillo, ¿por qué no? Ya sabemos que en Denver ¡los sueños están para cumplirse! Go Nuggets!