Denzel Valentine es un escolta de 22 años, con una estatura de 1’98 metros y 95 kilos, que ha jugado durante cuatro temporadas para los Spartans de la Universidad de Michigan State, y que fue seleccionado como el mejor jugador de la temporada con el premio National Player of the Year superando a Buddy Hield.
Esta temporada ha elevado su nivel, emergiendo como uno de los jugadores más habilidosos y productivos del baloncesto universitario, promediado 19’2 puntos, 7’5 rebotes, 7’8 asistencias y 1 robo en 33 minutos por partido, con una efectividad del 46’2% en tiros de campo, 44,4% en tiros de tres y un 85’3% en tiros libres. Todo ello para sumar un PER de 30’6, uno de los más altos de todos los integrantes de este Draft. Es destacable que Valentine es el único jugador en promediar más de 19 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias en los últimos 30 años en su etapa universitaria, solo acercándosele Penny Hardaway (23-8-6 en Memphis), Evan Turner (20-9-6 en Ohio State) y Michael Anderson (24-6-7 en Drexel).
Análisis anteriores en el mock de SomosBasket: Jakob Poeltl, Demetrius Jackson, Ben Simmons, Brandon Ingram, Henry Ellenson, Deyonta Davis, Marquese Chriss, Buddy Hield, Ivica Zubac, Wade Baldwin, Jaylen Brown, Furkan Korkmaz, Ante Zizic y Jamal Murray.
PUNTOS FUERTES
Uno de sus principales puntos positivos es su altura y envergadura. En su último año universitario ha trabajado su cuerpo, adelgazando unos 10 kg y musculando, a lo que hay que añadir una buena envergadura de 2’08 metros para su altura. Ello le permite tener una muy buena habilidad para los rebotes, promediando 8’5 rebotes por 40 minutos, primero en esta estadística de todos los exteriores participantes en el Draft, y bastante más alta que en el caso de algunos ala-pívots y pívots.
Otra gran capacidad de Valentine es su versatilidad ofensiva, y es que se trata de un tirador formidable, siendo el segundo jugador que más triples ha encestado de toda su camada, sólo por detrás de Buddy Hield, pero además haciéndolo con un 44,4% de efectividad. Y muchas veces esos tiros los anota con oposición y con una mecánica muy rápida, lo que le permite unos segundos para evitar la reacción del defensor, y a pesar de que normalmente ha sido utilizado como un jugador para abrir la cancha, también es capaz de jugar sin balón y correr a través de bloqueos para anotar tiros en suspensión. Otra cuestión a destacar es que no se arruga en los momentos importantes y no tiene miedo de lanzar los tiros decisivos, y es que ya ha tenido algunos momentos memorables en su carrera universitaria en el que anota en los últimos segundos con una mano en la cara.
Pero sin duda, el punto fuerte que más habría que destacar de Valentine es su habilidad en el pase. Ha ejercido como base durante esta última temporada en Michigan State, y ello ha hecho que acabe desarrollando una excelente visión de juego, muy poco común para su estatura. Probablemente tenga el CI más alto de cualquier jugador en este draft, y ello lo demuestra en su timing y en los instintos como creador de juego, realmente extraordinarios. Debido a su altura es capaz de ver por encima de sus defensores, puede hacer cualquier tipo de pase y es especialmente bueno en las lecturas del juego en transición. Es capaz de encontrar a los tiradores abiertos en las esquinas, al hombre alto que corta hacia canasta, y sobre todo se desenvuelve muy bien en el pick & roll. La estadística remarcable es que es el primer jugador universitario de más de 1’95 de altura en promediar 9 asistencias por 40 minutos desde 1988.
PUNTOS DÉBILES
El principal problema de Valentine es al otro lado de la cancha, y es que se trata de un defensor muy pobre. A pesar de su gran habilidad ofensiva como combo guard, se le ve más cómodo defendiendo a aleros rivales que no tienen tanto control de balón o explosividad como los bases o escoltas, aunque sufre cuando aquéllos le llevan al poste. Su rapidez lateral es también muy pobre, no cubre bien el terreno con su cuerpo, y su esfuerzo defensivo viene y va, teniendo en muchas ocasiones lapsus que originan canastas fáciles del rival. Además, tras bloqueos, le cuesta un mundo recuperar la posición y tratar de estorbar el tiro rival.
Otra debilidad es su poca creatividad ofensiva, además de su falta de velocidad. Cuando hay un bloqueo y el pívot se queda a defenderlo, sufre porque no tiene esa chispa de explosividad o creatividad para superarlo, y a veces ello le lleva a tomar malos tiros o malos pases, y en ocasiones abusa de las bombas cuando no está bien situado para ejecutarlas. Le cuesta muchísimo irse hacia la izquierda, su mano no dominada, y si ya le falta velocidad normalmente, en ese sentido aún más. A nivel universitario, más o menos podía crearse un espacio para su tiro, pero la pregunta es: ¿será capaz de hacer lo mismo ante defensores de élite en la NBA? ¿será capaz de trasladar su juego de playmaker al siguiente nivel?
También podemos destacar como aspecto negativo que le cuesta mucho finalizar bajo el aro. En alguna ocasión se le ha visto fallar algún mate y acaba las bandejas con poca agresividad, también debido a que no tiene un salto vertical desarrollado, y derivado del aspecto antes comentado, su falta de explosividad y agresividad.
Por último, es destacable como punto débil la toma de decisiones. A veces precipitadas, otras veces incorrectas, le llevan a cometer pérdidas que en la NBA no se perdonarán y acabarán en canasta fácil al contragolpe. En ocasiones, incluso se le ve con dificultad para ejecutar hasta la más simple de las jugadas, algo en lo que debe trabajar, sobre todo teniendo en cuenta el elevado coeficiente intelectual baloncestístico que posee. En Michigan State todo el ataque pasaba por sus manos y estaba centrado en él, con mucha libertad en ese sentido, algo de lo que no gozará en la NBA, al menos en sus primeros años.
COMPARACIÓN Y PROYECCIÓN
El propio Valentine en una entrevista realizada en el pasado Draft Combine de Chicago se comparó con Evan Turner o Greivis Vasquez, bases altos que pueden aprovechar la ventaja de los mismatches, abrir la pista, cumplir diferentes roles y ejecutar bien el pick & roll. Tiene sentido, aunque Valentine tiene un rango de tres que es bastante mejor que el de los dos mencionados.
Además, también se comparó como «la versión pequeña Draymond Green», también ex-jugador de Michigan State, y salvando las distancias, más bien en el sentido de tener mentalidad ganadora, ser versátil, duro, líder, con un CI baloncestístico alto, y que puede hacer muchas cosas diferentes en la pista.
Otras posibles comparaciones podrían ser con Danny Green, dado que podría tener un rol similar como tirador, pero también con una ligera semejanza a Brandon Roy por su habilidad de hacer jugar y pasar el balón.
En cuanto a la proyección en el Draft, en nuestro Mock se sitúa en la posición nº 20, y en las páginas más resaltadas sobre el Draft se calcula que podría salir entre el puesto 18 y el 23. Sin duda, el hecho de ese apartado negativo en la defensa le hace bajar muchas posiciones en el Draft, algo que si trabaja, en conjunción con su físico, pueden convertirlo en uno de los mejores jugadores de esta camada.
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