Los Warriors empatan la serie a tres

GOLDEN STATE WARRIORS 108 (3)-(3) 101 OKLAHOMA CITY THUNDER

Keith Allison (CC)
Keith Allison (CC)

En una noche de sábado, Oklahoma City se postulaba como el escenario idóneo para que los Warriors fueran eliminados de la temporada, ya que los Thunder venían de hacer un muy buen partido en Oakland, y contaban con un buen sabor de boca de las otras dos anteriores ocasiones donde el equipo californiano jugó en la ciudad de los huracanes. Sin embargo, tal y como diría Damian Lillard en Twitter tras acabar el partido, «Nunca se debe infravalorar el corazón de un campeón.»

El partido comenzaba con unos Warriors que ejecutaron un juego muy inteligente, sin abusar del tiro pero tampoco sin abandonarlo, aunque Oklahoma contestaba cada acción de los de la bahía con un feroz mate o con una jugada de picaresca, que les daban casi sistemáticamente los 2 puntos cada posesión. Sin embargo, tras llegar a ponerse 18-12 en el encuentro, los locales acabaron finalizando el primer cuarto ganando únicamente de 3 puntos, 23-20. Una historia totalmente diferente sería el segundo cuarto, donde Oklahoma alcanzó con mucha facilidad los dos dígitos de diferencia, los cuales mantuvieron casi a lo largo de todo el cuarto, pero un empujón final de los dubs puso el 53-48 al descanso.

A la vuelta del intermedio, ambos equipos entraron con una psicología similar al partido con la que se marcharon. Los Thunder dominaron el encuentro con mucha facilidad durante todo el tercer cuarto, aunque esta vez sin excederse en demasiadas ocasiones por más de 10 puntos, lo que, ciertamente, mantuvo a los Warriors con vida en el partido, y en la temporada, prácticamente. En esta línea, el tercer cuarto finalizó 83-75.

En esta situación, la gesta de los dubs tuvo que aguardar hasta el último cuarto, donde la frustración primaba entre los Warriors, con un Draymond Green fuera del encuentro, y con un Stephen Curry que no acababa de encontrar su sitio. Ante todo esto, emerge Klay Thompson, sacándose de la chistera la mejor actuación en triples de toda la historia de los Playoffs, que, sumados a la providencial defensa de Iguodala en los últimos 4 minutos, acaban forzando el Game 7, finalizando así el partido 101-108.