El bendito problema de Sixers y Celtics
Unos necesitan tiradores, otros a un center fijo
En los últimos tres años Sam Hinkie ha intentado acomodar a los Sixers en el Big Ball, quizás por necesidad o por proyección de futuro. Hace tres años negociaron por incluir a Nerlens Noel en su lista vía reclutamiento en el draft. En 2014, se seleccionó a Joel Embiid con el pick 3 de ese año, además de los derechos de Dario Šarić, jugador de Efes Pilsen en estos momentos. En el último draft, escogieron a Jahlil Okafor, entre otras cosas porque D’Angelo Rusell ya había sido seleccionado por Lakers, y tipos como Mudiay o Porzingis no contaban para Hinkie. Resumiendo, tres pívots y un jugador que anota gran parte de sus canastas dentro de la zona como es Šarić.
Ahora, y gracias al gran hype que desprende la supuesta aclimatización directa en la liga por parte de Ben Simmons, Bryan Colangelo parece que tomó la decisión desde el primer minuto que supo el resultado de la lotería. Los instintos natos que posee para jugar al baloncesto, habrían convencido a Colangelo y Eversley, su scouting report.
Los Sixers por el momento debaten entre elegir a Ingram, un tirador con mucho margen de mejora en defensa, o a Simmons, que podría ser el jugador franquicia de la plantilla si se cumplen algunas expectativas. Pero el verdadero problema no lo tenemos en este draft y no fallar con nuestro pick, el problema florece en un fondo de banquillo con tantos hombres grandes como la situación salarial puede chocar dentro de unos años.
Por supuesto no es ningún tipo de quebradero de cabeza ahora mismo, pero en unos años lo será si Colangelo no mueve bien sus fichas. Para empezar el contrato de Noel termina la próxima temporada, después de pasarse la primera lesionado. Embiid hará lo mismo dentro de dos y Okafor un año después de eso. Cada uno de esos jugadores si no está a la altura del proyecto pueden no ser renovados por un gran suma debido a la falta de centers en la liga. Esto se traduce en un montón de dinero a pagarle en sus próximos contratos, y no hay manera de que todos permanezcan en los Sixers al mismo tiempo.
Entonces, ¿a quién cambiamos y que podemos recibir a cambio?
Noel es un magnífico defensor del aro, pero le falta pulir la parte ofensiva de su juego, y expandir su rango de tiro. Okafor brilla en la parte ofensiva de la cancha, con movimientos de pies muy pulidos, y buen tiro de media distancia. También es muy pasivo en la defensa. Embiid por su parte es el jugador con más techo de este equipo. Šarić es un misterio que pronto resolveremos.
De los cuatro jugadores mencionados, con total seguridad Okafor es el que tiene mayor valor comercial para equipos que lo necesiten de cara a sus aspiraciones en Playoffs. Pero bien, si finalmente Simmons recae en Philadelphia es probable que sea necesario apoyarlo significativamente con exteriores de largo alcance, ya que los oponentes pueden defender a Simmons en media cancha sin necesidad de ser muy agresivos debido a su incapacidad notable en hacer fiable su tiro en suspensión.
Philadelphia terminó en la posición número 24 la pasada temporada en porcentaje de 3 puntos, y tanto Noel como Okafor no han demostrado que puedan abrir la cancha, ya que no son jugadores de Small Ball. Simmons necesita de ese espacio para operar y demostrar su verdadero juego en la NBA.
¿Una solución? Los Boston Celtics
Una solución a nuestros problemas podrían ser los Boston Celtics y las ganas que Ainge les tiene a Okafor. Unos recientes informes destapados por una eminencia en el mundo del deporte como es Bill Simmons, adelantaba que los Celtics estaban comenzando a trabajar para que su flamante pick No. 3 acabase siendo pieza de peso en un trade. Ahora bien, la idea de aterrizar es pick en Philadelphia supone que un hombre grande salga, y lleguen algunos tiradores y/o playmakers, y de eso los Celtics andan bien provistos.
Poniendo en funcionamiento la Trade Machine, los traspasos más convicentes que se nos ocurren son los siguientes:
La necesidad de un tirador para los nuevos intereses de la franquicia y la calidad defensiva que demuestra Bradley, son un gran atractivo para Colangelo y Brown. Los Sixers además podrían incluir su pick #24 y/o #26, si los Celtics aceptan dejar ir el #3 de 2016.
Otro suculento trade, y este suena con más fuerza, se efectuaría colocando las mismas piezas del draft en el traspaso pero incluyendo a Marcus Smart.
Los Sixers saldrían muy beneficiados de esta operación, aunque los Celtics también al incluir al pívot de garantías que le falta, por un precio bajo. El pick de Boston (vía Nets), podría ser aprovechado por Colangelo para mirar más por la necesidad del equipo, y así elegir a un base de este draft. Esto ayudaría a equilibrar al conjunto, con proyecciones de futuro y los agentes libres que tienen que llegar. Un base con el instinto defensivo de Kris Dunn, o la astucia para fabricar tiros de Jamal Murray podría dejar las cosas muy de cara para Philadelphia, entonces podremos ver si Bryan Colangelo se convierte en el ejecutivo del año gracias al legado de Hinkie.