Los Houston Rockets deben renovar a Michael Beasley

Se ha ganado su continuidad

Foto: Keith Allison (CC)
Foto: Keith Allison (CC)

La temporada de los Rockets estaba siendo nefasta lo cual provocó la búsqueda de forma urgente de un jugador que le pudiese dar la vuelta a la situación. Dicha necesidad provocó la llegada al roster tejano de un ex NBA que había cruzado el charco para acabar convirtiéndose en el MVP de la liga China, hablamos de Michael Beasley.

Haciendo memoria e indagando en su historial nos damos cuenta de que Beasley  había sido un jugador muy prometedor cuando en el 2008 fue elegido por delante de otros como Westbrook o Kevin Love y tan solo por detrás de Derrick Rose. Drafteado por Miami Heat, se hizo un hueco importante en la rotación disputando en su primera temporada 19 minutos por partido y siendo elegido en el quinteto inicial de los mejores rookies, pero su carácter problemático le provocó numerosos conflictos con la directiva que no dudó en multarlo en numerosas ocasiones. Pasan los años y deja Miami para fichar por Minnesota, donde hace una excepcional primera temporada, pero en la segunda pierde parte de su brillo y se muda a Phoenix, donde sólo dura una temporada para volver a Miami donde se mantendría durante dos años más. Después de pasar por la NBA con más pena que gloria, se marcha a China en busca de un supercontrato, donde si cumple y se convierte en el mejor jugador de la liga.

Este mismo año le llega la oferta de los Rockets para regresar a la NBA, en la cual le ofrecían jugar lo que restaba de año y la opción para el equipo de renovarle uno más. Un contrato que el propio jugador lo miró con muy buenos ojos y como una oportunidad de demostrar que podía triunfar en el país que le vio crecer. Estaba muy agradecido lo cual no dudo en demostrar en sus declaraciones:

Es una bendición para mi, una oportunidad de demostrar quién soy y qué puedo hacer”.

Su afán por demostrar toda la calidad que atesora lo llevo a tomarse mucho más en serio su nueva etapa alejándose de la polémica y trabajando muy duro. Era una opción muy arriesgada para el equipo tejano que ya en declive no tenía mucho más que perder, ya que estaba protagonizando una temporada horrenda.

Lo que está claro es que la llegada del hombre con orígenes puertorriqueños por parte materna, le dio un toque de aire fresco a la zona de Houston. Sus 2,08 cm se tornaron fundamentales en la parcela ofensiva, ya que nos encontramos a un jugador alto con una gran mano. Su llegada provocó que los minutos de Terrence Jones se redujesen de forma drástica, pero el juego del equipo evolucionó y con ello la dinámica del mismo, que con la llegada de Beasley y de Smith vio como la imagen cambiaba un poco, aunque seguían siendo sumamente irregulares.

Debuta contra Chicago donde sólo juega 4 minutos y anota 2 puntos. Pero ya en su tercer partido contra Boston anota 18 puntos. Su partido más destacado llega contra Atlanta con un excelente 12-18 en el tiro para terminar el encuentro con 30-9. Y en playoffs promedia 10,4 puntos  4,2 rebotes en 16 minutos, siendo un jugador importante en la rotación del equipo.

Beasley está capacitado para aportar numerosas cosas a la franquicia, creando mucho espacio en la zona gracias a su excelente mano que le permite jugarse tiros relativamente alejados del aro,  incluso desde la línea de triple. Es un tirador constante, por lo que sería una nueva amenaza para el equipo contrario que debería controlarlo seriamente ya que es un jugador que en caso de entrar en racha puede antojarse realmente muy difícil de parar. Su capacidad para ver a los compañeros es baja, pero con la adaptación que podría adquirir entrenando con ellos durante el verano, podemos esperar que su juego evolucione y se acople mucho más a la dinámica grupal.

Beasley es difícil de defender para la mayoría de cuatros de esta liga que necesitarían una gran movilidad para controlarlo, ya que le encantan las penetraciones a la canasta buscando dejar la bandeja con su mano izquierda. Necesita numerosos tiros lo cual puede convertirse en un problema con un equipo plagado de anotadores que buscan el aro con asiduidad. Pero su carácter ha evolucionado y ya no es aquel chico problemático, ha madurado y se ha encontrado consigo mismo dentro de la cancha. Físicamente se encuentra en perfectas condiciones, luciendo un cuerpo cuidado y una agilidad y fuerza que le hacen ser un jugador completo.

La directiva debería de renovarlo, ya que su aportación ha sido buena, siempre revolucionando al equipo cuando entra en cancha y espoleándolo, aportando frescura y claridad de ideas, es un jugador que no le quema el balón y que puede permitir lucir una zona fuerte pero con calidad. Ha madurado y se ha alejado de los problemas y puede convertirse en aquel jugador que prometía y que fue drafteado en el número 2. Esperemos que continúe la próxima temporada, ya que ha sido una de las pocas buenas noticias que nos ha dado el equipo este año.