Análisis de la temporada 2015-2016: Detroit Pistons
Los Pistons vuelven, la NBA se pone la armadura
¿Os acordáis de los Pistons? Han vuelto, en forma de chapa! Siete años después, la Motown ha vuelto a los Playoffs, y pese a que los Detroit Pistons han perdido 4-0, no han pasado desapercibidos. La nave comandada por Stan Van Gundy ha dado un salto tremendo en su proyecto, y en su segunda campaña ya ha llegado a la postemporada, después de que en su primer intento se quedara corto por la lesión de Jennings y la adaptación de Reggie Jackson.
Si viajamos al inicio de la temporada, las cosas no pintaban tan bien para Detroit, ya que no había mucha fe en que el equipo pudiera volver a Playoffs con la marcha de Monroe y la lesión de Jennings, por no decir la ardua competencia que se anticipaba en el Este. Un servidor no entendía el porqué de tanto pesimismo, y si no fuera catalán y tuviera tanto aprecio a mis humildes ganancias basadas en donaciones de parientes, hubiera apostado en los casinos de Las Vegas, dónde poca gente apostaba por los Detroit Pistons. En cuanto el equipo pisó la pista, mucho de estos sabios ya se estaban dando golpes en la cabeza con su pared de confianza, ya abollada de anteriores visiones de éxito.
Empecemos ya con el aspecto deportivo. Van Gundy hizo fortuna con su piedra que vende segundas rondas de draft como si fueran nuevos LeBrones, y pescó a Marcus Morris, Reggie Bullock y Danny Granger por una fantástica segunda ronda del draft de 2021 a los Phoenix Suns, que estaban de liquidación para traer a LaMarcus Aldridge. Además fichó a Aron Baynes con un contrato que muchos consideraron escandaloso pero que ahora se considera adecuado y en los posteriores años, una ganga, trajo a un veterano Steve Blake, al que le hemos dado más uso del recomendado pero que nos ha sacado una sonrisa de vez en cuando, fichó a Ilyasova, renovó a Joel Anthony, que siempre es bueno, bonito y barato, y drafteó a una autentica bestia llamada Stanley Johnson y a Darrun Hilliard, un futuro jugador de rotación que puede sorprendernos.
La temporada empezó de lujo, con los Pistons ganando y situándose en los puestos altos de la conferencia. Su defensa era acurada, ningún equipo conseguía endosarles 100 puntos y todos aportaban. Incluso Drummond estaba promediando 20 puntos y 20 rebotes por partido, una auténtica barbaridad. Pese a todo, este ritmo no podía durar, y rápidamente el equipo comenzó a arrastrar la que sería su gran plaga: la defensa. Como ya recogimos en el artículo «Ruegos a los Detroit Pistons para estos Playoffs«, la defensa de los Detroit Pistons no es apta para ser tomada como ejemplo ni en el peor de los reformatorios, y su inconsistencia fue pagada con derrotas y partidos encajando una cantidad ingente de puntos ante equipos que solo podían mirar para arriba en la clasificación y soñar con tiempos mejores. Pese a todo, este es un punto que se ha visto medio remediado en los Playoffs, y esperemos que Van Gundy, en su infinita intensidad, sepa trasladarlo a la temporada regular.
Avanzamos en el tiempo y nos situamos en el «trade deadline», dónde los Pistons hicieron sonar la campana del inicio de las inversiones de futuro con un traspaso que acabaría dando sus frutos y que sería considerado, de nuevo, una obra magistral de don Stan Van Gundy. El entrenador de los Detroit Pistons traspasaba a dos contratos expirings, los de Brandon Jennings y Ersan Ilyasova (con opción de equipo), y traía a un jugador altamente deseado para los esquemas de Detroit. Tobias Harris llegaba a la Motown y se salía en su primer partido, mientras que Van Gundy iba desenrollando la alfombra roja para que Jennings volviese a la Motown en verano. Finalmente el equipo de Detroit terminó la temporada regular sin demasiados sobresaltos, ya que ni Chicago ni Washington fueron capaces de plantar batalla para entrar en la postemporada. Detroit se enfrentó a los Cavs, y mientras Stanley Johnson se iniciaba en las prácticas de control mental con LeBron James, los Pistons fueron un digno rival de los de Ohio, y nos dejó con la sensación de que sumando un par de jugadores de banquillo podríamos haber dado un susto gordo a los antes mencionados apostantes. Los Pistons han vuelto, y sus aficionados, tan o más desagradables como el equipo, también. Descansad bien durante el verano, porque ya se oye el ruido de la Motown en las verdes praderas de la NBA.
¡Oh, capitán, mi capitán!
Nosotros si que te hubiésemos metidos en la lista de los 50 con más estilo, Stan. Stan Van Gundy puede que sea uno de los entrenadores mas infravalorados de la liga, y así lo puede corroborar su contrato. El entrenador y presidente de las oficinas de los Detroit Pistons firmó por 5 años y 35 millones, mientras que Tom Thibodeau ha hecho lo mismo por 15 millones más en Minnesota. Solo me caben tres opciones en la cabeza: el contrato de Van Gundy es muy bajo, el contrato de Thibodeau es muy alto, Tom Gores es un verdadero genio. Desde que llegó a la franquicia, el equipo no ha hecho más que dar pasos adelante, empezando con el despido de Josh Smith, siguiendo con la llegada de Jackson y en está temporada recién terminada ha conseguido un quinteto titular de fábula dejando ir a jugadores con contratos a punto de terminar y una segunda ronda de 2021. Van Gundy debe ser un auténtico lince negociando. En el plano deportivo, Andre Drummond ya ha dispuesto del espacio que necesitaba, la defensa ya tiene dos grandes soldados en KCP y Stanley Johnson y el futuro no hace más que sonreír, ya que la plantilla es realmente joven. No me cabe duda de que la elección en el Draft, si no se traspasa, y la agencia libre sonreirán a los Pistons y Stan Van Gundy seguirá dando pasos de gigante en su carrera por el anillo. Un apunte que es imprescindible. Van Gundy entiende a sus jugadores, y pese a que muchas veces se desquicie con ellos, siempre ha demostrado ser su defensor. También tiene un carácter extrovertido que a todos nos encanta, y le animamos a que siga siendo así. Y Stan, si no defienden, sal tu a la pista a mostrárselo.
Andre Drummond, un paso más hacia la dominación de la pintura
Y si, solo tiene 22 años. Me he hartado, y muchos compañeros de la web me amenazan cuando amago con empezar con mi discurso, de hablar acerca del tremendo desarrollo y del esfuerzo que ha hecho Dummond desde que empezó en la liga. Poco móvil en ataque, sin recursos, técnicamente nulo y tímido, este era el Drummond novato. Ahora se zarandea por la zona cuando anota, te saca ganchos con izquierda y derecha, te puede superar con un crossover e irse por velocidad, puede saltar para alcanzar balones dirigidos al cielo y tirar, fallar, coger el rebote, tirar de nuevo, fallar, coger el rebote y anotar. Además tiene visión de pase, y puede castigar un dos contra uno enviando un regalo al tirador liberado. Y solo tiene 22 primaveras. Esta temporada ha sido la confirmación de la mejora, su primera campaña sin un compañero en la pintura, y no ha decepcionado. Empezó promediando 20+20, y pese a que con el paso de los partidos sus números han bajado, sigue siendo un factor diferencial. Durante este verano esperemos que siga practicando sus posteos y movimientos de cara y espalda a canasta. Drummond está llamado a ser uno de los dominadores de la pintura, pero tiene un enemigo. A veces, cuando está jugando, hay jugadores que corren hacia él y le abrazan como si fueran adolescentes presas de un ataque cuando ven a su cantante favorito. Hasta alguna vez le han saltado encima, intentando cabalgarle! Dejando la discusión de si esto es lo que inventó Naismith o no, Drummond necesita mejorar los tiros libres, y así podrá señalar a los entrenadores rivales y mostrarles por dónde se pueden pasar su gran idea del «hack a Dre».
Reggie Jackson, el espíritu Bad Boy está en tus manos
Está temporada, a nivel de trifulcas y picardía ha sido un muermo hasta finales de temporada regular. A parte de un encontronazo entre Marcus Morris y Paul George, todo ha transcurrido bastante tranquilo, y hasta han habido algunos que nos han quitado el calificativo de Bad Boys para dárselo a los Grizzlies! Pese a todo, Reggie Jackson es uno de los nuestros, de los que nos gustan, y el encuentro ante los Thunder, su antiguo equipo reavivó la llama que la franquicia había mantenido viva para una situación especial. Muchas veces no sabes de que pasta está hacha una persona hasta que no se encuentra en una situación complicada, y desde ese intercambio de declaraciones ya hemos podido confirmar que el carácter sigue intacto en esta plantilla. Reggie Jackson, Stanley Johnson, Marcus Morris y últimamente Drummond han sido los jugadores más agresivos en pista, y eso nos encanta. Reggie Jackson ha sido un jugador rebelde. En Oklahoma se reveló ante la dictadura de Westbrook en el puesto de base, y pese a que sabía que la batalla estaba perdida desde el minuto uno, dijo que el merecía ser titular en un equipo NBA. Van Gundy hizo magia y lo firmó a cambio de Singler y DJ Augustin, y ahora tenemos un base que promete ser All-Star con un contrato que durante las próximas temporadas con el aumento salarial se quedará muy corto, lo cual beneficiará a la franquicia a la hora de traer nuevo talento. Jackson ha hecho un gran papel como director de los Detroit Pistons, y pese a que ha amasado mucho balón, sus últimos cuartos y su capacidad de dirigir en la pista han sido grandes factores en las victorias y clasificación de los de Detroit. Jackson puede ser el base que siga la cadena de los Thomas y Billups.
Valoración personal
Este equipo promete, y muchas de las dudas que me han ido asaltando durante la temporada han sido resueltas o ya muestran indicios de cambio. Por ejemplo, ¿tiene este equipo el carácter necesario para triunfar en el futuro? Desde luego que sí. ¿Su defensa será tan sólida como la que hemos mostrado durante nuestras épocas doradas? Bueno, durante la temporada han habido tramos con defensas pésimas, pero estos Playoffs nos han demostrado que el cambio es posible. ¿Está el equipo condenado a seguir la moda del triple? Los Pistons han sido uno de los equipos que más triples han lanzado durante esta temporada y de los que menos partido han sacado de ellos, pero de nuevo, estos Playoffs han sido testigos de que Detroit puede jugar más interior, y porqué no volver a jugar de media distancia, ¡tenemos las herramientas!
Esta temporada ha sido la de la confirmación de que Van Gundy y sus Detroit Pistons tienen un plan, y ya empieza a funcionar. Añádele un par de jugadores de banquillo, desarrolla a tus joyas y ya tienes a un equipo físico, con tiro exterior, interior y defensa. Al igual que los Celtics, pese a no tener grandes jugadores, que todavía tienen que desarrollarse, hemos dado guerra. Tenemos las piezas, solo falta evolucionarlas y acompañarlas mejor. Y sobre todo, volver a hacer del Palace un fortín, con una entrada para sacar pecho, y ser unos invitados desagradables. Así hemos sido grandes, y así lo volveremos a ser.