Descubriendo a Demetrius Jackson

base tremendamente atlético de Notre Dame

Demetrius-Jackson
Jared Wickerham

Demetrius Jackson (21 años), junior en la universidad de Notre Dame, es un base de 1’85 metros de altura y y 87 kilos de peso, del cual destaca su tremenda capacidad atlética, aunque no se debe pasar por alto ni un segundo su tiro desde la larga distancia. A pesar de que ha bajado sus porcentajes de acierto tanto en tiros de campo como en tiros de 3 puntos, hay que destacar una mayor agresividad que le ha llevado a lanzar más y mejor desde el tiro libre. Este año ha promediado en 35 encuentros los siguientes guarismos: 15.8 puntos, 3.5 rebotes y 4.7 asistencias por partido, que se traducen en un 21.7 de PER.

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Sin más dilación nos disponemos a analizar los puntos fuertes y débiles del base nacido en Mishawaka, Indiana.

PUNTOS FUERTES:

Si hemos de destacar un apartado de Demetrius Jackson sobre el resto, este es sin duda el juego en transición. Una tremenda combinación, formada por su gran velocidad, manejo del balón, verticalidad y capacidad para controlar su cuerpo a pesar de impactar contra los defensores rivales, le convierten en toda una máquina de anotar cuando tiene cancha por delante para correr.

Otra característica de su juego, directamente unida de nuevo a sus capacidades atléticas, resulta su primer paso. Hay ciertos jugadores, que a pesar de no ser tremendamente explosivos, poseen un primer paso que les permite atacar el aro con relativa facilidad. Demetrius Jackson, además de ser un tremendo atleta, también posee un tremendo primer paso, el cual se hace especialmente patente al rechazar los bloqueos que sus compañeros le preparan, lo que le genera el suficiente espacio como para directamente explotar hacia el aro con una potencia pasmosa.

A pesar de que su juego se despliega al máximo nivel cuando se encuentra con cancha por delante para correr (tal y como ya hemos mencionado), sus capacidades atléticas van tan allá que realmente no necesita demasiado espacio para explotar hacia el aro, motivo por el que también puede penetrar (y finalizar) con relativa facilidad en el half court game.

Para finalizar con las cualidades atléticas del base de Notre Dame, a pesar de no ser un excelso defensor sin balón, su tremenda explosividad le permite atacar las líneas de pase con facilidad, al igual que su gran capacidad de salto le lleva a realizar algunos de los tapones más impresionantes que se puedan ver durante la jornada.

Durante la campaña 2014/2015, su 55% de acierto en tiros de 2 puntos y el 42% en tiros de 3 le situaban como el base con mejores números combinados en los apartados de anotación. Esta temporada sus porcentajes han descendido (52% y 33%), principalmente debido a una mayor tendencia exterior y una mayor responsabilidad ofensiva dentro del equipo.  A pesar del empeoramiento, la versatilidad ofensiva de Demetrius Jackson sigue dando para mucho.

Comenzando por la capacidad de utilizar pull-ups en transición, los cuales descolocan totalmente a la defensa, ya que su físico le permite frenarse en seco y en el mismo movimiento elevarse de manera increíble para lograr un tiro totalmente abierto.

Además del juego en el open court, con cancha para desplegar su físico, debemos destacar que también se encuentra muy cómodo utilizando el pick&roll, tal es así que el 20% de su ofensiva llegó a venir precisamente de este. Su gran rango de tiro y explosividad le permiten utilizar el bloqueo a su antojo, lanzando desde la larga distancia o arrancando hacia el aro dependiendo de cómo el defensor pretenda afrontar la situación. Las situaciones en Iso (isolation) no son en las que pueda desplegar su mejor baloncesto, pero nuevamente la combinación de su capacidad atlética y manejo del balón le permiten superar a defensores en situaciones de 1v1.

Tal y como hemos mencionado al principio del artículo, no hay que menospreciar su capacidad de tiro desde la larga distancia, ya que es un anotador muy capaz en situaciones de catch&shoot. Gracias una simple pero muy trabajada mecánica ha logrado desarrollar un tiro bastante rápido, mostrando una gran forma del mismo. Quizás el mayor punto débil de su tiro sea la necesidad de lanzar con un mayor arco, pero a pesar de ello es realmente eficaz. De nuevo, dada su capacidad para anotar en el catch&shoot los defensores se ven obligados a salir a puntearle, momento que utiliza para explotar hacia el aro, dejando a contrapié a su defensor.  Su gran versatilidad ofensiva le convierte en una amenaza constante, tanto con balón como sin.

En cuanto a sus capacidades como organizador, en Demetrius Jackson no encontramos a un first-pass point guard como podríamos haber imaginado tras ver todas sus cualidades como anotador, pero sí encontramos a un jugador capaz de organizar perfectamente un equipo sin rifar el balón con demasiada frecuencia (este año career-high en asistencias con 4.7, 1.6 más que la campaña anterior).

De nuevo, sus cualidades atléticas le suponen una gran ventaja incluso a la hora de organizar el juego, siendo una vez más el juego en transición su gran punto fuerte. De este es de donde surgen la gran mayoría de sus asistencias, aunque recordemos que el ser un gran usuario del pick&roll le sirve también este apartado. En realidad, la gran fortaleza de Jackson consiste en su capacidad para atacar el aro, ya que su tremenda velocidad le hace atraer a defensores casi instintivamente, lo que provoca rápidos desajustes que sabe utilizar a la perfección, entregando el balón al hombre abierto.

Por último, cabe destacar la increíble defensa de Demetrius Jackson sobre el hombre con balón. Es un bulldog de pura raza, una garrapata, su potencia física le convierte en un defensor tremendamente difícil de superar incluso mediante la utilización de bloqueos, lo cual sumado a la actividad de sus manos, le hace ser una importante presencia a tener en cuenta en el costado defensivo.

PUNTOS DÉBILES

Una de sus principales debilidades no es precisamente debido a una falta de cualidades en ningún apartado del juego, sino de su propio físico.

A pesar de haber reiterado su increíble capacidad atlética, su altura (1’85 metros) resulta un inconveniente en cierta medida, especialmente a la hora de organizar el juego, ya que la falta de centímetros le impide el poder ver por encima del rival, lo que dificulta la entrega de balones.

En los últimos años han ido llegando a la liga bases de una estatura considerable, superando los 1’90 metros de altura, como pueden ser Michael Carter-Williams, D’Angelo Russel o Emmanuel Mudiay. A pesar de que Jackson posee un físico potente que le permite contener con bastante éxito a los bases rivales, sí que es cierto que sufre cuando la diferencia de altura es bastante patente, como podría ser el caso con los previamente mencionados.

Anteriormente se ha mencionado el atletismo de Jackson le permitía realizar robos entre las líneas de pase y conseguir algún que otro tapón de lo más espectacular, sin embargo, tiene bastante que aprender en cuanto a defensa sin balón refiere. Gran parte de esto no recae sobre el propio Jackson o su incapacidad para defender correctamente, pero la universidad de Notre Dame no se especializa en el trabajo defensivo como equipo, por lo que deberá de trabajar en las ayudas, y en general en el reconocimiento a la hora de marcar a su par y cambiar de marca cuando llegue a la NBA.

Por último, es complicado ver cómo Jackson se enfrentará al reto de dirigir un equipo en la NBA, ya que tal y como hemos mencionado anteriormente, la mayor carga de trabajo que ha debido de aguantar este año en Notre Dame no se ha traducido en demasiadas buenas noticias, bajando hasta un 9% su acierto desde el triple (42-33). A pesar de que este año ha visto como el número de balones del que disponía era muy superior al del año anterior (esta temporada 23% de las jugadas del equipo realizadas, por el 15% del de la temporada anerior) su número de pérdidas no ha aumentado tanto como para alarmarse (0’7 más).

El hecho de haber asumido tantos galones de forma tan súbita han afectado sin duda alguna a la efectividad de su juego, pero a punto de cumplir 22 años todavía tiene bastante tiempo por delante para aclimatarse a las responsabilidades que la NBA le reclamarán.

Por último, oficialmente Demetrius Jackson está proyectado a ser el pick número 11 de este Draft, además, cabe destacar que si tuviéramos que realizar una comparación del estilo de Jackson con el de algún base actual de la liga, probablemente encontraríamos a un híbrido de Derrick Rose y Kyle Lowry. Sin ser tan efectivo atacando el aro como el de los Bulls ni tan preciso desde la larga distancia como el de los Raptors, pero perfectamente capaz de actuar en ambos estilos y con bastante margen de mejora todavía.