Chris Bosh está de vuelta

Empieza de forma inmejorable la pretemporada

Fuente: Gabriel Li (CC)
Fuente: Gabriel Li (CC)

Por todos es conocida la peligrosa lesión que sufrió Chris Bosh a mediados de la pasada temporada, que le hizo perderse hasta 38 encuentros y que bien pudo haberle costado la retirada de las pistas o, incluso, la muerte en los casos más extremos. Por suerte ninguna de las dos opciones se materializó finalmente, ya que la enfermedad fue detectada justo a tiempo (pese a que el jugador inicialmente no le daba importancia a los dolores) y ha podido recuperarse al 100%. Eso sí, la temporada se había terminado para él y empezaba una recuperación lenta pero constante; con una primera fase de reposo absoluto y una segunda de vuelta a la actividad física de forma lenta e introduciendo muy poco a poco elementos de contacto y ejercicios de más alta intensidad. Este período terminaba hace unas pocas semanas, y Chris Bosh recibía el OK de los médicos para volver al 100% a la normalidad, ya podía volver a hacer lo que más echaba de menos, ya podía volver a jugar a baloncesto.

Sin embargo, su larga ausencia y la gravedad de la lesión generaban muchas dudas a los aficionados, que podían no tener claro si volvería algún día a ser el Chris Bosh de antes de la enfermedad. Ya fuera por falta de condición física, que cada año cuesta más de recuperar y Bosh tiene ya 31 años, ya fuera por temor a una posible recaída debido a la gravedad de la lesión, ya fuera por pérdida de la tensión competitiva que genera estar constantemente jugando, etc. las dudas existían y eran más que justificadas.

Para responder a todo ello, Chris Bosh tenía una frase-resumen perfecta, que dijo justo después del primer partido de pretemporada de los Heat contra los Hornets, y del que después hablaremos:

«Si pones a un pez en el agua, nadará.»

Chris Bosh ha jugado toda la vida a esto de la pelota y el aro, y encima ha sido y es uno de los mejores jugadores del mundo en ello, así que el problema no puede residir para nada en la pérdida de precisión, de competitividad o de pasión por el juego. Él es un pez, y la pista de baloncesto es su particular océano, su hábitat natural. En ella se siente como en casa y aunque se marche un tiempo de vacaciones forzadas, cuando vuelva seguirá siendo su hogar, y así se ha comprobado.

Por tanto, los problemas principales que podía haber tenido CB1 en su retorno habrían sido el miedo a la recaída por un contacto fortuito demasiado intenso, una caída, un golpe, etc; o también la falta de físico por la larga inactividad y la veteranía. Respecto al primero, solo falta ver los dos partidos disputados por los Heat hasta el momento para afirmar que, simplemente, no existe. Como ejemplo en esta jugada que termina con un gorro de Udonis Haslem, en la que se aprecia que Chris Bosh va con todo a la ayuda para evitar la canasta y, pese a que finalmente no hay contacto entre ambos, si Cody Zeller hubiera querido finalizar la jugada él mismo, hubiera habido un fuerte golpe entre ambos, que en ningún momento Bosh intenta evitar

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En cuanto a la posibilidad de que Bosh esté en baja forma por el largo período de inactividad al que se ha visto sometido por esos coágulos en el pulmón, en los dos partidos ha disputado unos 23 minutos, y no se ha perdido un solo entrenamiento por descanso, fatiga o precaución. No podemos afirmar, ni mucho menos, que esté físicamente al 100% de sus posibilidades, pero sí es obvio que se siente preparado para ayudar desde el minuto cero a sus compañeros, y que las piernas le responden en ese aspecto.

Así pues, Bosh está listo, quiere jugar y quiere liderar a este prometedor equipo. Pero lo mejor de todo es que solamente en dos encuentros de pretemporada ya ha demostrado que es así, que quiere ser el líder y que, pese a la mencionada lesión, no ha perdido un ápice de su calidad. Y es que en ambos encuentros ha sido el mejor de los Heat, aunque ambos se hayan saldado en derrota para los intereses de los hombres de Erik Spoelstra.

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En el primero se marchó hasta los 14 puntos, 7 rebotes y 2 asistencias, con un 6 de 11 en tiros de campo y una primera mitad en la que había demostrado que Chris Bosh estaba de vuelta, y era para quedarse. En el segundo, esta vez ante Orlando Magic, CB1 volvió a ser el líder y se fue hasta los 18 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias; esta vez con un 5 de 7 en tiros de campo y un 2 de 3 en triples.

No son números para hacerle un monumento, no son partidos importantes para decidir si Chris Bosh puede, por ejemplo, volver a ser All Star esta temporada; tampoco son números ni partidos para decidir si le escogerás en tu liga fantasy o si te comprarás su camiseta por Navidad. Lo que sí son números es para demostrarle al aficionado de los Heat, al público NBA en general y sobre todo a sí mismo, que Chris Bosh no tiene ningún problema físico ni mental que le impida jugar, que viene con las pilas cargadas y que puede liderar a este equipo un año más. Ya no hay excusas, la máquina ha empezado a rodar y ya no hay vuelta atrás.

Estimados lectores, Chris Bosh está de vuelta.